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3.3. Técnicas para entrevistas de grupo

3.3.1. Una visión general

Las entrevistas de grupo forman un elemento importante del juego de herramientas de DAR porque: a) son útiles para recabar información de una gran variedad de individuos, con relativa rapidez; b) son útiles para provocar una discusión de los problemas, temas y opciones de solución que vienen al caso; y c) son útiles para el proceso de la planificación de actividades a nivel local. La información escrita sobre las técnicas de entrevistas de grupo se centran, con mayor frecuencia, en los primeros dos objetivos más que en el tercero. En muchas ocasiones las entrevistas de grupo son inevitables. Las entrevistas de hogares se convierten en entrevistas de grupo cuando los transeúntes o visitantes se acercan para ver trabajar al equipo, teniendo que incluirlos, finalmente, en la entrevista. Los manuales también contienen técnicas para que las personas que hayan acudido al sitio de la entrevista no se adueñen del diálogo ni desnaturalicen la entrevista sacando provecho de su presencia.

Hay una serie de excelentes guiar para las entrevistas de grupo, además de las pautas mencionadas en el Recuadro 4. Tenemos a Kumar (1987), Shaner, Philipp y Schmehl (1982), Chambers (1985), Khon Kaen (1987) y McCracken, Pretty y Conway (1988). Honadle y Hendr'icks (1987), quienes presentan cuadros útiles que indican las ventajas y desventajas comparativas entre los diferentes tipos de entrevistas de grupo.

Tal como las entrevistas individuales, las entrevistas de grupo tienen sus complicaciones. Gow (1987) formula una importante observación: las entrevistas colectivas pueden dar al equipo encuestador una visión distorsionada de la situación local porque los dirigentes del lugar dominan el diálogo, porque los entrevistados hablan de una 'realidad ideal' más que de las prácticas reales, porque los entrevistados pueden posesionarse de los temas mientras el moderador pierde control de la situación, y porque las entrevistas en las que participan grupos grandes conllevan el riesgo de degenerar al constituirse en una ocasión para que los encuestador hagan reclamos y peticiones. Kumar (1987) propone algunas estrategias para evitar esos problemas.

Basándose en su trabajo en el Africa, un especialista del DAR plantea que las discusiones de grupo pueden hacer que los pobladores lleguen a un consenso más provechoso sobre la línea de acción que quieren adoptar, si el equipo investigador trata las cuestiones de importancia, informalmente, con un dirigente comunal que siempre ha sido respetado y luego deja que ese dirigente origine el diálogo. De esta manera, el grupo de pobladores presentes se convencerá que el tema merece su interés y atención. Al deliberar sobre las formas más convenientes de lograr un manejo efectivo de los recursos comunales en determinado terreno comunal, por ejemplo, es más probable que los habitantes locales consideren seriamente nuevas opciones y den una opinión sincera al equipo investigador, si la opinión de una persona que goza de su respeto inicia la discusión, en vez que los integrantes del equipo presenten opciones hipotéticas para la situación desde su propio punto de vista externo.

Recuadro No. 8: Una visita muy formal o preparada podría producir sólo lo que los pobladores quieren que el equipo Investigador escuche

Situación: Un equipo visitaba el lugar de un proyecto de canal de riego. Los notables del lugar, los pequeños propietarios, mujeres y campesinos pobres les dijeron que el canal, tal como lo habían planificado los ingenieros, no abastecería de agua suficiente a la zona bajo riego y que se necesitaba un canal adicional más arriba de aquél para que el sistema tuviera suficiente agua. Una mayor investigación demostró que los pobladores se unieron para presentar esta opinión ante el equipo, sencillamente porque querían que el canal adicional regara otra zona además de la contemplada, y sabían que el gobierno jamás aceptaría construirlo, a menos que los funcionarios estuvieran convencidos que el canal propuesto no sería adecuado sin el canal adicional. Todos -hombres, mujeres y niños estaban dispuestos a abrumar al equipo visitante con ese punto de vista para que se aprobara el canal adicional.

Muchas veces, se supone de antemano que los integrantes del equipo nacional y el personal local del proyecto podrán generar un diálogo equilibrado y útil con grupos de habitantes del lugar. Aunque es posible que los profesionales locales tengan una mejor comprensión de las actitudes y condiciones del lugar y generen, en consecuencia, diálogos más sinceros y pertinentes, no será así si esas personas no han sido adiestradas en técnicas de entrevista y en el empleo del juego de herramientas. No es poco frecuente que los miembros nacionales del equipo nacional tengan tantas-aunque distintas-opiniones preconcebidas sobre "lo que piensan o hacen los pobladores", como el personal externo. Podrían, así mismo, tener una comprensión muy clara respecto de determinado grupo o clase dentro de la localidad, pero no reconocerla diversidad de las situaciones de las familias. Por ello, es necesario que los integrantes nacionales del equipo tengan la precaución de tamizar sus propias opiniones preconcebidas al escoger o formular las preguntas o dirigir un diálogo.

3.3.2. Cuando deben hacerse las entrevistas de grupo

Las entrevistas de grupo pueden ser útiles para proporcionar datos complementarios a los obtenidos durante las entrevistas individuales, en las siguientes situaciones:

3.3.3. Entrevistas a grupos de interés particular

La entrevista a grupos de interés particular es una técnica especializada para entrevistas de grupo, que está empleándose cada vez más en las encuestas relativas al manejo de recursos. Las entrevistas a grupos de interés particular se han adaptado de los métodos de mercadeo social utilizados por la industria privada. Comprenden entrevistas a grupos relativamente homogéneos de pobladores tales como mujeres que buscan atención médica, pequeños propietarios que cultivan árboles forrajeros, o guardabosques o de agentes de extensión gubernamentales. Esta técnica es adecuada cuando se han reunido, por sí mismos, grupos más pequeños y homogéneos de personas durante las visitas de campo -sólo mujeres, sólo campesinos sin tierra, sólo pequeños propietarios, sólo propietarios de tierras de regadío-, con el objeto de obtener información detallada sobre cuestiones específicas. También se utiliza para lograr un consenso de opiniones de un grupo de `profesionales' -forestales, personal médico, extensionistas locales, etc-.

Durante estas entrevistas las preguntas se centran, principalmente, en unas pocas cuestiones claves. En general, no es conveniente hacer esas entrevistas en una etapa muy exploratoria, antes que el equipo comprenda los parámetros generales del problema. Conviene evaluarla diversidad del grupo y crear un entorno en el cual cada persona se sienta tranquila de poder expresar sus sinceros sentimientos u opiniones.

Recuadro No. 9: No crea lo que oiga hasta que lo haya investigado

Situación: Un equipo que evaluaba el avance de un proyecto de desarrollo forestal social en un estado de la India visitó un bosquete comunitario, del cual los pobladores acababan de extraer productos forestales bajo la dirección de los funcionarios electos por ellos: el panchayat. Los dirigentes de la comunidad indicaron al equipo que se había hecho una división equitativa de los productos entre los pobladores y le enseñaron un documento con la firma o huellas digitales de aquellos que hablan recibido madera. Un escéptico investigador habló con algunos de los pobladores pobres presentes y les preguntó si habían puesto sus huellas digitales en la lista. Las hablan puesto; pero luego de hacerles preguntas, resultó que ellos y varios otros pobladores pobres que estaban ahi jamás recibieron nada.

Recuadro No. 10: Entrevistas a grupos de interés particular

Las entrevistas a los grupos focales pueden ser de suma utilidad para recabar opiniones sobre las dificultades que confrontan los extensionistas para brindar apoyo de extensión a los pobladores. Reunir a quienes trabajan en los poblados, sin la presencia de los jefes supervisores, crea un ambiente propicio para tratar abiertamente los temas fundamentales. En la India, dichas entrevistas con forestales de menor jerarquía pusieron de manifiesto una serie de factores que no permitían motivar la participación de la comunidad en el establecimiento de plantaciones, incluyendo el hecho que, muchas veces, los dirigentes comunales asignaban para las plantaciones de árboles tierras invadidas ilegalmente por personas influyentes, y los dirigentes esperaban que los ingenieros forestales tuvieran la autoridad para desalojarlas de ahí. Pero, no se había dado ninguna preparación a los forestales para que pudiesen encontrar soluciones a esos problemas en la práctica.

3.4. Selecclón de los entrevistados y de las técnicas de muestreo

3.4.1. Una visión general

Uno de los aspectos más críticos y más controvertidos del empleo acertado del juego de herramientas de DAR es la selección de los encuestador y del muestreo. Hay múltiples opiniones al respecto; algunos especialistas del DRR optan por un proceso de selección intencional (llamado muestreo intencional, entrevistando a personas y grupos de diferentes clases, grupos étnicos, edades, géneros, disponibilidades de recursos y añadiendo nuevos encuestador para ir llenando los vacíos que se presentan en la información. Otros encuestadores encuentran que este proceso resulta inaceptablemente sesgado, y combinan este método con algún muestreo aleatorio o efectúan selecciones más deliberadas, basadas en principios formales de muestreo.

Se han realizado estudios que comparan los resultados de las encuestas estadísticas informales y formales en una ubicación geográfica determinada y en relación con un tema determinado (Franzel [1987], Ngamsomsuke, et al [1987]). Pero, parece no haber un consenso respecto ala aplicación más general de estos estudios.

3.4.2. Posibles usos de la teoría del muestreo formal en el DRR

El punto clave de controversia no es el de saber si el propósito del DRR consiste en hacer un muestreo formal de la población -tarea por demás imposible-, sino el de saber si algún tipo de aplicación de principios formales de muestreo en el contexto del DRR serviría para corregir el sesgo. Quienes propugnan este criterio no creen que deberían seleccionarse todas las entrevistas de esta manera, sino que debería ser la forma de seleccionarse algunas personas. Los especialistas del DRR que tienen este criterio consideran firmemente que aún cuando los equipos trabajen a conciencia para reducir el sesgo (siguiendo algunas de las indicaciones de Carruthers y Chambers [1981]3), fracasarán si no incluyen algunas entrevistas que apliquen un método más formal de selección de los entrevistados. Les parece especialmente importante que aquellas personas sin mucha experiencia en entrevistas de campo no traten de generar una muestra intencional equilibrada.

Algunos sostienen que es necesario dar una mayor continuidad a los ejercicios de DRR, mediante pequeñas encuestas formales encaminadas a comprobar o desvirtuar las conclusiones surgidas del DRR. Para esas encuestas que se llevan a cabo como parte del seguimiento y evaluación de proyectos, un investigador del Banco Mundial ha preparado un paquete de programas de computación que puede ser utilizado por quienes no son estadísticos. Se supone que los usuarios tendrán información parcial sobre la cuestión en estudio. El tamaño de la muestra estará determinado por lo que ya se conoce del problema, por lo tanto será generalmente mucho menor (pero seguirá siendo igualmente precisa y menos costosa) que el de la muestra concebida para una encuesta formal de gran escala. (Véase el Anexo 2 para una descripción de este programa).

3.4.3. Aplicación de la teoría del muestreo formal en el juego de herramientas de DRR

¿Qué elementos de la teoría de muestreo formal se pueden adaptar, realmente, al seleccionar a las personas con las cuales se dialogará durante las visitas de campo de tipo DRR? El muestreo formal en las encuestas estadísticas logra reducir las posibilidades de que los investigadores escojan a cierto tipo de individuos y no a otros, con lo cual se llevarían una impresión sesgada de la situación o problemática del lugar visitado. En una muestra estadística correctamente seleccionada habrá pocos errores de muestreo aleatorio. Pero en cualquier encuesta, por más estadística que ésta sea, habrá otras posibles causas del sesgo (resultados asimétricos) que en la terminología de encuestas se engloban como errores no muestrales. Una de las frecuentes críticas dirigidas contra las encuestas formales es que, aunque los errores del muestreo aleatorio son pequeños, los errores no muestrales debidos a los términos inadecuados empleados para hacer las preguntas, la mala selección del orden de éstas, la falta de suficiente atención al contexto en el cual se hace la pregunta y la selección de un momento inoportuno para la entrevista pueden ser mucho más perjudiciales que los errores muestrales. La muestra para la encuesta puede ser absolutamente perfecta, pero los datos resultantes de la encuesta pueden ser errados e inservibles.

Recuadro No. 11: Técnicas de muestreo

Causas de la baja conflabilidad (SESGO)

Medida para crear conflabilidad

Tamaño pequeño de la muestra

Pequeña encuesta complementaria

No representación de minorías

Estratificación

Procedimientos de selección sesgados

Procurar sistemas aleatorios

Falta de validez estadística

Aplicación de hipótesis nula

Muestreo en un solo contexto

Verificación cotejada por triangulación con métodos múltiples

Contexto causante del sesgo

Manejo creativo de la situación

Distorsión intencional

Habilidades y experiencia

Incomprensibilidad

Habilidades y experiencia

 

Fuente: Campbell, J.G., tomado de una exposición en un Taller sobre los métodos de DRR, Banco Mundial, Washington D.C.. Diciembre 1988).

Las entrevistas minuciosas y de criterio abierto procuran reducir los errores no muestrales cuidando mucho que la persona se sienta cómoda; haciendo las preguntas de varias maneras distintas para reducir el riesgo de una mala comprensión de la pregunta; animando a la persona a dar respuestas más largas para asegurarse de haber comprendido lo que está diciendo; y empleando muchas otras técnicas semejantes. Sin embargo, por acertada que haya sido la entrevista, sin un muestreo suficiente del resto de la población seguirá siendo difícil tener la seguridad de que el entrevistado o el hogar es típico, poco común, singular, o si expresa una condición universal. En las situaciones en las cuales se emplean las herramientas de DRR, pocas veces hay tiempo para buscar individuos seleccionados mediante un muestreo aleatorio completo o para codificar y analizar la información recopilada. El recurrir a informantes claves con un buen conocimiento del contexto local permite verificar la representatividad de las entrevistas individuales realizadas. Sin embargo, además de entrevistar a los informantes claves, es posible aplicar algunos de los principios de la selección de muestras aleatorias, con el fin de reducir los sesgos originados en una muestra totalmente intencional.

Uno de estos principios es la estratificación. En el DRR se la considera como una forma de triangulación (verificación cotejada). Esta técnica sirve para construir una muestra formal que garantice la inclusión de ciertos grupos de la población, pese al tamaño limitado de la muestra. La muestra estratificada se construye dividiendo a la población en grupos de importancia. Se puede tomar un porcentaje de la muestra de esos grupos proporcionalmente a su representación en la población; por ejemplo: un 50% será de mujeres porque los hombres y las mujeres están representados en la población casi por igual, o un 20% será de personas sin tierras si se sabe que este mismo porcentaje de la población rural no tiene tierras. La muestra puede tomar, también, números iguales de cada estrato: 30 pobres, 30 sin tierras, 30 agricultores ricos, 30 pequeños propietarios. Asimismo, este principio de muestreo puede servir de guía para el muestreo informal intencional con el fin de garantizar que determinados grupos estén suficientemente incluidos.

Recuadro No. 12: Comprobación de la hipótesis nula

Aunque las encuestas de rápido recorrido, como las del DAR, no dan a los entrevistadores la oportunidad de hablar con suficientes personas en toda la población para sacar conclusiones firmes sobre las hipótesis, hay formas para dar mayor validez a los datos recopilados. Una de ellas es la comprobación de la hipótesis nula. Todos los análisis estadísticos se basan en el empleo de pruebas matemáticas que determinan si una correlación específica de patrones significa algo o si se produjo por el muestreo aleatorio de individuos poco comunes. Si en una encuesta de 80 hogares se encuentra que el 70% de los árboles plantados tuvo una tasa de supervivencia de 80%, las pruebas matemáticas sirven para demostrar la escasa probabilidad de que esta tasa de supervivencia hubiese sido medida en la población muestra, si no es representativa de una tendencia general de la población total. Si, de acuerdo con los estadísticos, la población muestra obtuvo el 70% de supervivencia de árboles, es sumamente probable de que lo mismo haya sucedido con el resto de la población. Estas pruebas desmienten la hipótesis nula, según la cual la muestra no es representativa sino un subconjunto asimétrico de la población.

El cuadro 3 de la página siguiente presenta un resumen de estas opciones.

 


2 Obsérvese que en este caso, las cuestiones sugerentes son una hábil solución a un problema específico. En esta ocasión, el entrevistador lleva la discusión en una dirección que, de lo contrario, los entrevistados tratarían de evitar.

3 Estos incluyen, por ejemplo, salirse del camino principal, no entrevistar sólo a las élites, viajar en la época de lluvias y en la de sequía, entrevistar a hombres y mujeres y complementar la selección hecha por el personal del proyecto, entrevistando otros pobladores.


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