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8. CONCLUSION: OPORTUNIDADES Y ESTRATEGIAS DE TENENCIA

Se ha señalado en este trabajo que, cuando alguien dice que una iniciativa forestal ha tropezado con un «problema de tenencia», esto realmente significa que el proyecto no fue adecuadamente diseñado para el entorno socioeconómico correspondiente. La diversidad de las formas de tenencia que coexisten tan a menudo dentro de una comunidad dada -los tres tipos de nichos de tenencia y todos los nichos especiales que están dentro de esos tipos más generales- representan oportunidades. Se ha planteado aquí que nuestra lista de nichos de tenencia debe considerarse como un «menú» de tenencias (Murray 1987: 328), una especie de buffet muy variado del cual uno puede escoger un nicho de tenencia apropiado para una iniciativa forestal que satisfaga nuestros objetivos. Esta selectividad se aplica tanto a la tenencia de los árboles como a la tenencia de la tierra; un proyecto puede preferir una posible especie con respecto a otra, debido a los derechos de tenencia reconocidos para esa especie. El extracto tomado de Chavangi et al., que consta más adelante, indica cómo un proyecto en Kenia se ha centrado en las mujeres como beneficiarias, mediante la selección de especies. Este autor sospecha que habría pocos problemas de tenencia insolubles si se entablara, desde el comienzo, un «diálogo» entre el sistema local de tenencia de tierras y las tecnologías forestales consideradas.

¿Hasta qué punto se puede comprender esta problemática de la tenencia durante un rápido diagnóstico? Según se indicó anteriormente, esto dependerá de la duración del diagnóstico, la anterior experiencia de los integrantes del equipo en el lugar, la disponibilidad de información sobre la tenencia local, y los conocimientos que los integrantes del grupo puedan tener del idioma local. Los procedimientos planteados no son muy exigentes en lo que al tiempo se refiere: al inicio se necesitarían varias entrevistas a pequeños grupos e informantes claves; luego, unas seis o doce entrevistas a hogares; y, por último, una nueva visita a los informantes claves para esclarecer determinados aspectos. Como mínimo, un equipo de diagnóstico podrá identificar las oportunidades y posibles problemas relacionados con la tenencia. Pero, el equipo estará generalmente en menor capacidad para determinar, con cierto margen de seguridad, si un factor de tenencia determinado tendrá un impacto menor o mayor en la iniciativa. Será posible obtener estrategias de tenencia de carácter hipotético, pero estas deberán estudiarse más a fondo antes de su ejecución. Es muy probable que sea necesario realizar más investigaciones y, en tal caso, el diagnosticador deberá insistir en una investigación más larga e intensiva para extraer estrategias de tenencia y comprobar su viabilidad.

¿Qué significa una «estrategia de tenencia»? Las iniciativas forestales deben contar con estrategias que sirvan para determinar la manera en la cual la tenencia puede admitir o generar iniciativas para la plantación de árboles. En un extracto que figura a continuación, Raintree propone una metodología escalonada para la introducción de la agrosilvicultura. Esto permitiría lo que probablemente será una modificación gradual de las modalidades de tenencia.

Thomson (1987: 216) plantea que una estrategia semejante quizás no sea la solución. En vez de ello, se «ofrecería a los usuarios locales de los recursos una serie de opciones en cuanto a los tipos de estructuras orgánico-funcionales y regímenes legales que ellos pudieran adoptar para adquirir un mayor control sobre sus recursos locales» y se haría el seguimiento de la marcha de las actividades, según las diversas opciones.

El género y la selección de especies arbóreas

Puesto que conseguir leña siempre ha sido una tarea de mujeres, es necesario crear una situación en la cual los hombres -si ayudan realmente a sus mujeres a conseguir leña o les permiten plantar árboles- no se expondrán a hacer el ridículo frente a los demás hombres de la aldea. Esto será posible solamente si se crea una conciencia en toda la comunidad del problema global y si la comunidad participa activamente, desde el inicio, en la puesta en práctica de una solución.

Los árboles que normalmente plantan los hombres en las explotaciones agrícolas son especies exóticas, como el eucalipto, que tienen múltiples usos pero que demoran muchos años en madurar. Una de las posibilidades que están en estudio se basa en la observación de que algunas especies arbóreas, particularmente Sesbania sesban, no son consideradas como árboles ni por los hombres ni por las mujeres. Sesbania ya está siendo intercalada con cultivos alimentarios en ciertas partes del distrito para mejorar la fertilidad del suelo. Por cuanto no se la considera un árbol y porque las mujeres no pueden reclamar la propiedad de la tierra por intermedio de esa especie, no habría una amenaza a la posición masculina en la comunidad. El KWDP (Programa de Desarrollo de Leña en Kenia) está desarrollando este método de introducir especies arbóreas similares que puedan tener la misma finalidad, pero que eluden los impedimentos culturales...

Tanto los hombres como las mujeres convienen en que plantar árboles que servirán únicamente para leña no sería práctico, por varias razones. Los hombres no tolerarían una situación en la cual las mujeres son las únicas en tener acceso a los árboles. Por otra parte, muchas unidades agrícolas son demasiado pequeñas para sustentar una parcela con árboles de leña de las mujeres, además de los árboles cultivados por los hombres con otros fines. Por ello, se está abordando simultáneamente el problema desde varios aspectos. Las especies convenientes identificadas por los agroforestales del KWDP (Sesbania, Leucaena, Calliandra, Mimosa) presentan muchas ventajas: no tienen connotaciones tradicionales, crecen muy rápidamente, permiten la plantación con poca distancia intermedia, proporcionan forraje para animales, actúan como rompevientos, mejoran la fertilidad de los suelos e impiden la erosión, además de constituir una fuente continua de combustible leñoso de alta calidad. Sin embargo, una posible desventaja de la Mimosa es que sus fustes son rectos, por lo cual son postes ideales para la construcción y podrían ser monopolizados por los hombres; pero esto también podría convertirse en una ventaja si las cuatro especies fueran promocionadas como un paquete que, en muy poco tiempo, contribuiría considerablemente a satisfacer las necesidades totales de madera del hogar.

Noel A. Chavangi, Rutger J. Engelhard y Valorie Jones, «Culture and the Basis for Implementation of Self-Sustaining Woodfuel Development Programmes», en Whose Trees?: Proprietary Dimensions of Forestry, Eds. L.Fortmann y J.W. Bruce (Boulder, Westview Press, 1988), p. 251.

Un método escalonado para agroforestería que evita los aspectos de tenencia

Raintree examina las dificultades que plantea la introducción de cultivos en franjas dentro de los esquemas de cultivo migratorio, en los cuales las comunidades o linajes locales conservan firmes derechos sobre la asignación de las tierras. Indica, a continuación:

Por estas razones, y por otras relacionadas con las necesidades relativamente mayores de mano de obra para esa práctica (comparada con la plantación en barbecho), los sistemas de plantación intensiva en franjas no serían muy interesantes para los agricultores hasta llegar a los estadios de barbecho corto o cultivo permanente (3 y 4) de la secuencia intensificadora, cuando las exigencias económicas y las adaptaciones en la tenencia la vuelvan necesaria y posible. Parecerían justificarse modificaciones complementarias en la tenencia, pero siempre que no se abuse del sistema para acaparar excesivas extensiones de tierra.

Una forma de lograr una adaptación tranquila de los factores agroecológicos y de tenencia concurrentes con el cultivo en franjas consistiría en aplicar un método escalonado para la adopción del sistema, basándose en el concepto del «camino de intensificación óptimo» (Raintree, 1980, 1983; FAO, 1984; Raintree y Warner, 1985). Comenzando por el enriquecimiento del barbecho en la Etapa 2, se podrían introducir especies arbóreas que tengan propiedades tanto económicas como biológicas para mejorar el barbecho. Plantando los árboles seleccionados en forma de cercas, con un espaciamiento adecuado entre hileras (esto podría adaptarse para un control eficaz de la erosión en terrenos inclinados), se abriría el camino para intensificar la práctica del barbecho mediante cultivos en franjas de carácter semipermanente o permanente en las Etapas 3 y 4. Como una medida final de la intensificación, que se realizaría para enfrentar una muy fuerte presión demográfica por parte de los hijos o nietos de los cultivadores trashumantes, las «fábricas de majada verde» así instaladas podrían mantenerse en el sitio y se agregarían al sistema diversos árboles del piso superior. En esta última etapa de intensificación, el sistema podría llegar a adquirir la complejidad arquitectónica y la eficiencia económica del huerto casero de múltiples pisos que es tan común en las zonas densamente pobladas de los trópicos.

John B. Raintree, «Agroforestry, Tropical Land Use and Tenure», Documento Informativo para el Taller Internacional sobre la Problemática de la Tenencia en Agrosilvicultura, Nairobi, Mayo 27-31, 1985, p. 33.

Una solución que suele ser infructuosa es la de proponer leyes para cambiar tal o cual sistema de tenencia. Es casi imposible que se promulgue una legislación nacional oportuna para que repercuta en el programa. Las manifestaciones oficiales en el sentido de que «el gobierno está formulando leyes para resolver el problema» son generalmente «promesas vanas». Tampoco se contribuirá a la creación de una política nacional de tenencia si ésta está motivada por inquietudes demasiado limitadas, como serían las de un proyecto específico. Hay, sin embargo, la posibilidad de cambios más puntuales en el sistema de tenencia.

1. LEGISLACION COMUNAL. Impera la idea equivocada de que las normas «consuetudinarias» están profundamenta arraigadas y que han sido observadas por los antepasados desde «tiempos inmemoriales». Se cree, muchas veces, que esas normas cambian solamente a través de lo que podría llamarse «una desviación acumulativa de la norma», según la cual desviaciones puntuales se vuelven generalizadas y llegan a ser reconocidas como la nueva costumbre. Pero, las comunidades «tradicionales» también hacen leyes y actúan deliberadamente para cambiar las normas, según las nuevas circunstancias. Los proyectos pueden alentar esos cambios de diversas maneras, entre ellas dando un trato preferencial a las comunidades que han adoptado las medidas convenientes.

2. CONTRATOS. Por cuanto los proyectos ofrecen beneficios, en ocasiones se puede trocarlos por modificaciones en los mecanismos de tenencia de la tierra. Los contratos pueden servir como un instrumento para regular los esquemas de tenencia entre grupos o personas, o entre el proyecto y grupos de personas.

3. INFLUENCIA ECONOMICA DEL PROYECTO. Los proyectos pueden influir en el comportamiento por medio de las ventajas económicas que aportan; como serían, por ejemplo, preferencias, subvenciones y muchísimas otras acciones, empleadas independientemente o en concomitancia con las leyes comunales y contratos. No obstante, esta influencia no debe utilizarse para crear incentivos que desaparecerán una vez terminado el proyecto.

4. EL DERECHO SOBRE LAS TIERRAS DEL PROYECTO. Silos proyectos vana crearse entierras de propiedad estatal o que han sido tomadas por el Estado, como sucede en muchos programas de colonización, el Estado crea un sistema de tenencia de tierras para los beneficiarios del proyecto al definir las condiciones que regirán su acceso a la tierra. En cualquier situación, esta es una ardua tarea, y esa autoridad debe ejercerse con mucha mesura cuando se trabaja con comunidades asentadas desde hace mucho tiempo en el área del proyecto.

En conclusión, debe recalcarse que un diagnóstico rápido no es, normalmente, el medio adecuado para elaborar esas estrategias sino en la etapa de hipótesis. Tratándose como se trata de tecnología social, el diagnóstico se debe abordar con humildad y cautela. Concebir estrategias viables en ese sentido exige un mayor conocimiento del sistema socio-legal y sus procesos que el que se podría obtener realmente durante un diagnóstico rápido. La gran mayoría de las veces, la tarea crítica no será la adaptación de los esquemas de tenencia sino la utilización de la información recopilada durante el diagnósitco para diseñar una tecnología forestal que sea conveniente para la comunidad y para sus modalidades de tenencia. En este contexto, el diseño de una tecnología no solo significa la selección de las especies, sino además, las proyecciones de utilización de las especies y su integración en el sistema agrícola. Constituye un proceso interactivo entre los grupos que serían beneficiados, sus tenencias, y otros incentivos y oportunidades, y las tecnologías forestales contempladas.

Este proceso entraña importantes decisiones de política y decisiones que conllevan valores. Incluso cuando la información es óptima, estas decisiones pueden ser difíciles de adoptar. El proceso es interactivo y avanzará a la vez que el proyecto. Si bien los agriculturos decidirán, finalmente, cómo quieren emplear las tecnologías forestales en cuestión, quienes diseñan los proyectos tienen la responsabilidad de asegurar que las tecnologías se presenten de manera que facilite y no obstaculice su adopción.

Un perfil de la metodología

    Preparativos

      - Procurar que se comprenda bien la tecnología forestal propuesta. - Escoger un área de diagnóstico que sea representativa. - Consultar detenidamente:

      - los estudios etnográficos pertinentes y otros;

      - los informes de diseño de proyectos o de evaluación correspondientes a proyectos anteriores en el sitio;

      - las leyes de propiedad inmueble y el código forestal.

      - Movilizar los mapas y fotografía aérea para utilizarlos en el terreno. - Esbozar listas modelo de preguntas.

    Trabajo de campo

      - Entrevistara pequeños grupos e informantes claves para determinarlas modalidades del uso de la tierra y de los árboles, los nichos de tenencia y la terminología de tenencia.

      - Organizar la topografía local en tres nichos generales de tenencia (predios, ejido y reservas) utilizando mapas topográficos y aerofotografía baja como herramientas de comunicación.

      - Formular una tipología aproximada de las familias para seleccionar las que serán entrevistadas; incluirán (según sea del caso) familias representativas, familias destinatarias, familias cuyas cabezas son mujeres, familias pobres y otras que son vulnerables.

      - Elaborar listas de preguntas para las entrevistas a los hogares. Se organizarán en función del acceso a la tierra y a los árboles en los varios nichos de tenencia, respectivamente, y por hogar.

      - Entrevistas a los hogares para explorar el impacto de los mecanismos de tenencia en los incentivos para la plantación de árboles.

      - Organizar la tenencia de la tierra y de los árboles por nichos y por familia, utilizando un mapa esquemático como herramienta de comunicación.

      - Examinar los incentivos, no sólo para la familia en su conjunto, sino también para determinados miembros de la familia, especialmente las mujeres, y su grado de autonomía en la administración de los recursos arbóreos.

      - Examinar los incentivos por nichos de tenencia, según los derechos a la tierra en cada nicho.

      - Ir más allá de los derechos sobre la tierra para relacionar la información sobre incentivos con las tecnologías forestales alternativas en consideración.

      - Entrevistas a informantes claves (ronda de seguimiento):

      - Compartir las maneras de percibir la tenencia y otros incentivos

      - Discutir sobre la relación entre los varios incentivos, las tecnologías forestales contempladas y determinados nichos de tenencia.

      - Pedir a los informanentes claves que hablen de sus percepciones e indiquen sus sugerencias.

    Interacción: Aspectos socioeconómicos y tecnologías contempladas

      - Reexaminar los posibles grupos adoptantes y beneficiarios;

      - Considerar las oportunidades e incentivos de esos grupos en relación con la tenencia de la tierra y los árboles;

      - En el proceso interactivo, seleccionar y desarrollar tecnologías forestales que encajarán con la tenencia y con otros incentivos y oportunidades para los grupos destinatarios.

Bibliografía adicional

Para quienes deseen indagar más en las relaciones entre la tenencia y la silvicultura, los temas tratados en las hojas insertadas dentro de este documento constituyen una muestra de las obras más pertinentes. En 1984, el Consejo Internacional de Investigaciones Agroforestales (ICRAF) y el Centro de Tenencia de la Tierra de la Universidad de Wisconsin colaboraron para elaborar una bibliografía comentada y luego en un cursillo. Un libro de lecturas más reciente recopila muchas de las fuentes de mayor importancia.

    1. Louise Fortmann and James Ridell, 1985, Trees and Tenure: An Annotated Bibliography for Foresters and Others (Madison and Nairobi: Land Tenure Center and International Council for Research in Agroforestry).

    2. John Raintree (ed.), 1987, Land, Trees and Tenure (Madison and Nairobi: Land Tenure Center and International Council for Research in Agroforestry).

    3. Louise Fortmann and John W. Bruce (eds.), 1988, Whose Tress? Propietary Dimensions of Forestry (Boulder: Westview Press).

Las referencias al final de este trabajo ofrecen una mayor variedad de obras de consulta.

 


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