El desarrollo forestal comunitario se distingue por el énfasis que pone sobre la gente que cultiva y maneja sus propios árboles o recursos forestales en forma sostenible. Este enfoque exige que los especialistas forestales establezcan un proceso de colaboración con los miembros de la comunidad, integrando sus destrezas y formación profesionales con los conocimientos y recursos de la población local para poder satisfacer de la mejor manera las necesidades de las comunidades rurales. La expectativa es que, al enfocarse más sobre las personas como usuarias finales de los árboles, antes que sólo sobre los propios árboles y sus usos, los especialistas forestales tendrán mayor éxito en facilitar la contribución de su ciencia al desarrollo rural.
Este estudio se llevó a cabo para aclarar ciertos aspectos institucionales del desarrollo forestal del Sahel y, sobre la base de esta investigación, elaborar un marco para el análisis de las actividades de manejo de recursos boscosos. Este trabajo se sustenta en cuatro estudios de caso de proyectos forestales iniciados en el transcurso de los últimos dos decenios en el Níger, aunque el marco de análisis tiene aplicaciones más amplias. En verdad, muchas de las principales conclusiones no atañen necesariamente, de manera específica, a algún sitio o proyecto.
Dos puntos primordiales surgieron de este enfoque institucional para la comprensión de los incentivos en el desarrollo forestal comunitario. En primer lugar, existe la necesidad de poner cuidadosa atención a las diversas características económicas de los árboles en los proyectos de manejo forestal. Estas características (lo que el autor denomina como “los atributos de los bienes y servicios”) tienen implicaciones significativas para las clases de organizaciones que son idóneas para manejarlas. Los árboles pueden ser intrínsecamente “bienes privados”, “recursos de acervo común”, o “bienes públicos”. Esto depende tanto de la medida en que pueda controlarse el acceso a los árboles y a los bienes y servicios que proporcionan, como de que el consumo de dichos bienes y servicios sea separable y susceptible de competencia, o conjunto y sin competencia. El diseño de los sistemas de manejo forestal que tratan a los árboles que son inherentemente bienes privados como si fueran recursos de propiedad común, crearía dificultades para su manejo y podrá conducir a un consumo innecesario de los recursos. Los árboles pueden prestar servicios de protección ambiental, como son el control de la erosión eólica, la estabilización de cuencas hidrográficas y el mejoramiento de la calidad del aire. Estos árboles que son inherentemente recursos de acervo común, podrán sobrecosecharse o destruirse si se los trata como bienes privados. Los servicios públicos que estos árboles generan podrían reducirse severamente hasta, incluso, dejar de producirse.
En segundo lugar, es importante comprender cómo las distintas reglas para la tenencia de recursos forestales, su manejo y utilización, conjuntamente con la naturaleza de los recursos forestales específicos, crean incentivos o desincentivos en situaciones concretas, que estimulan o desestimulan la participación popular en la preservación, enriquecimiento y uso de recursos forestales. Los esfuerzos conscientes para diseñar los proyectos, teniendo en cuenta tales consideraciones, aumentarán sus probabilidades de éxito. Este libro es parte de la serie de Notas sobre Desarrollo Forestal Comunitario, las cuales son una recopilación de estudios que examinan y desarrollan la comprensión de los principales conceptos y temas de este enfoque. Es fruto de la investigación de su autor, James T. Thomson, Ph.D., Asociado Principal y Gerente de Associates in Rural Development, Inc. (ARD), firma consultora de Burlington, Vermont, EE.UU., especializada en el diseño de programas para el uso sostenible y conservación de los recursos naturales.
El apoyo y financiamiento para el libro fueron proporcionados por el Programa Bosques, Arboles y Comunidades Rurales, cuyo objetivo es incrementar la sustentabilidad del bienestar de mujeres y hombres, mediante el manejo autogestionado de sus recursos forestales y arbóreos.
Al momento de publicarse estas Notas dentro del Departamento de Montes de FAO, las actividades y publicaciones del Programa estaban coordinadas por Marilyn W. Hoskins, Oficial Forestal Principal para el Desarrollo Forestal Comunitario.
| M.R. de Montalembert Director, División de Políticas y Planificación Departamento Forestal |
