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4.0 Cultivo des árboles, economia doméstica y seguridad alimentaria

La inclusión de árboles en los sistemas de cultivos puede contribuir a la seguridad alimentaria nutritiva y a los ingresos, aportando alimentos, insumos a otros sistemas de cultivo, combustible para cocinar y productos que pueden ser vendidos. También pueden contribuir de otros modos a la economía agrícola. Al mismo tiempo, su presencia extrae recursos del cultivo familiar e impone costos de diversos tipos. En este capítulo tratamos de identificar más claramente los lazos existentes entre los árboles y el resto de la economía familiar campesina, los factores que integran las decisiones del agricultor a favor o en contra del cultivo de árboles y la influencia de los cultivos comerciales sobre la seguridad alimentaria familiar.

4.1 Beneficios y costos del componente árboles en los sistemas de cultivo

Históricamente, los agricultores protegieron, plantaron y cuidaron los árboles existentes en sus tierras para proveerse de productos que anteriormente recogían y que ya no podían obtener de los bosques naturales que habían sido talados, estaban arruinados o ya no eran accesibles. Por ejemplo, Campbell et al. (1987), en un estudio realizado en las zonas montañosas de Nepal, donde se ha estado produciendo una creciente reducción de los recursos forestales, encontraron que las familias dependían menos del aprovisionamiento en recursos forestales pero, en cambio, habían aumentado el número de árboles plantados en su propia tierra. Más de la mitad de 41 árboles de propiedad campesina había sido plantada en los cinco años anteriores (Cuadro 4.1). Los árboles forrajeros se destacan entre ellos, mientras la parte de las especies madereras aumenta entre los que han sido plantados recientemente.

Otro importante factor que afecta a la presencia o la ausencia de árboles en el seno de un sistema de cultivo es la disponibilidad de tierra y el uso de la misma. Buena parte del cultivo o de la preservación de los árboles busca, por lo menos en parte, mantener los beneficios de la productividad de la tierra lograda con el cultivo itinerante mediante un período de barbecho. Los árboles son también mantenidos o plantados en terrenos que no son adecuados para otros cultivos o donde su presencia intercalada con éstos es necesaria para evitar o disminuir la erosión del suelo. Por ejemplo, el Cuadro 4.2 muestra cómo en las tierras altas de Java oriental (Indonesia) el equilibrio entre los cultivos, las mezclas de árboles y cultivos y la cobertura arbórea se está desplazando hacia el predominio de esta última, ya que aumenta el grado de inclinación de los terrenos (McCauley 1983).

Las decisiones a favor o en contra del cultivo de árboles, o cualquier otra actividad agrícola, también dependen de factores económicos más directos como la disponibilidad absoluta o relativa de la tierra, la mano de obra, el capital, las necesidad de subsistencia, las oportunidades de mercado, etc. Además, a menudo son influenciadas por consideraciones sociales, culturales e institucionales. Un huerto familiar es en Java un importante símbolo de nivel social (Soemarwoto y Soemarwoto 1984). En muchas regiones, particularmente en Africa, los árboles están estrechamente enlazados con los derechos sobre la tierra. El sistema existente de tenencia tierra/árboles es un factor vital para la estimulación o la limitación del cultivo de árboles, (Fortmann 1984). En las zonas montañosas de Nepal (a las cuales nos referimos anteriormente), el aumento del cultivo de árboles refleja inter alia las actitudes ante la alternativa del reforzamiento de la gestión comunitaria de los recursos forestales subsistentes. Molnar (1981) ha demostrado que esas actitudes eran determinadas, entre otros factores, por la percepción local del estado del recurso, de su potencialidad para aumentar la producción, y de una gestión colectiva más eficaz del mismo, así como de las perspectivas de una eficaz acción colectiva al respecto.

CUADRO 4.1: TIERRA, GANADO Y ARBOLES

 DhadingKaski, Parbat y BaglungTotal
Media% de familiasMedia% de familiasMedia% de familias
Tierra (ropani) 
Khet8,4828,6888,586
Dari11,4  986,0998,099
Kharbari0,7611,7651,366
 
Ganado
Vacas1,8780,9331,149
Bueyes1,3580,9621,161
Búfalos (hembras)1,7781,8911,886
Búfalos (machos)0,3200,1  60,111
Cabras3,5821,2392,065
Ovejas0,2  40,5  60,4  5
 Total8,8 5,1 6,5 
 
Arboles plantados
Hace menos de 5 años:
Frutales5,7531,1352,862
Forrajeros13,2  425,3618,254
Leña/madera2,22212,7  539,062
Bambú0,1  61,5341,033
 Subtotal21,0   20,6   21,0   
Hace más de 5 años:
Frutales6,4592,7554,167
Forrajeros12,0  884,8757,480
Leña/madera9,3674,6576,361
Bambú0,6393,1672,267
 Subtotal28,3   15,2   20,0   
 Total49,3   35,8   41,0   
 Fuente: Campbell1 et al. 1987

CUADRO 4.2: RELACIONES ENTRE PORCENTAJE DE INCLINACION DEL TERRENO Y CATEGORIA DEL HUERTO

Porcentaje de inclin.
(muestra)
Huerto comercial
(58)
Huerto mixto
(198)
Huerto forestal
(64)
Todo tipo de huerto de tierras secas
(231)
Suave (3%)  6,9  0,9  1,6  2,6
Moderada (10%)34,520,417,223,0
Inclinado (30%)34,537,926,633,9
Muy inclinado (50%)12,122,223,420,0
Extremadamente inclinado (60%)12,118,531,220,4
Promedio de inclinación del terreno de cada categoría29,138,544,937,9
NOTAS:
Las cifras se refieren al porcentaje dentro de cada categoría de huerto existente en un determinado tipo de pendiente. Por consiguiente, cada columna suma 100. La de la derecha muestra el porcentaje de todos los huertos que integran cada uno de los cinco tipos de pendiente.
El porcentaje de pendiente fue estimado observando el campo, y las cifras representan aproximadamente los puntos medios del tipo de pendiente en las que fue clasificada cada parcela. Las medidas porcentuales representan la tangente del ángulo de inclinación (o sea, 45 grados equivalen al 100 por ciento).
Para computar la inclinación media de cada categoría de huerto fue utilizado el 75% para la clase extremadamente inclinada. Al no existir datos para estas pendientes, fue utilizado el 60% para las estimaciones de la Ecuación Universal de Pérdida de Suelo.
Fuente: McCauley 1983

Dentro de los factores que afectan al cultivo de árboles comentaremos diversos estudios económicos sobre los sistemas de cultivo arbóreos, para identificar tanto las contribuciones de los árboles a las economías agrícolas como las consideraciones económicas que hicieron que los cultivadores los adoptasen. El enfoque adoptado consistió en definir las ventajas que el cultivo de árboles parece ofrecer a los campesinos, como medio eficiente de utilización de los recursos disponibles para satisfacer sus metas productivas.

4.1.1 Huertos familiares

Los huertos familiares (también conocidos como cultivos compuestos y huertos mixtos y de heredad) están generalmente ubicados (cuando existen), cerca del hogar y son una de las partes más intensamente cultivadas de toda la explotación. Se caracterizan por el cultivo asociado de una mezcla de especies anuales o perennes. Por lo común exhiben una estructura vertical por estratos, de árboles, arbustos y plantas de superficie que recrea algunas de las propiedades de reciclado de nutrientes, protección del suelo y uso eficaz del espacio sobre y bajo la superficie del suelo que se encuentra en los bosques. Los huertos familiares son ampliamente utilizados para complementar la producción de otras partes de la explotación agrícola cultivando gran variedad de productos comerciales y de subsistencia. También son utilizados para distribuir más regularmente durante todo el año el trabajo agrícola, la producción y el ingreso (Ninez 1984).

En Java, Indonesia, existen desde hace mucho tiempo diferentes sistemas de producción en tierras secas que incorporan el cultivo de árboles. Según la densidad de población, la altura y el tipo de tierra, varia su amplitud, estructura y ubicación en el sistema global de cultivo (Tarrant, comunicación personal). La información aqui analizada se refiere principalmente a los huertos familiares ubicados en las zonas bajas y densamente pobladas de Java central. Dichos huertos familiares forman el principal sistema de cultivo en tierras secas, mientras el cultivo arrocero de riego es otro componente principal. En los huertos predominan tradicionalmente las especies perennes con respecto a las anuales, y las leñosas con relación a las herbáceas.

Las explotaciones agrícolas que tienen suficiente tierra arrocera como para permitir que las familias satisfagan sus necesidades alimentarias básicas, asignan la mano de obra y el capital cediendo prioridad a la producción de arroz. Las zonas de huertos en esas grandes explotaciones, son esencialmente huertos forestales de árboles con valor comercial (Wiersum 1982, Hunink y Stoffers 1984, Stoler 1978).

Al crecer la presión sobre la tierra y disminuir la cantidad de tierra arable por cabeza de habitante, la proporción de tierra dedicada a los huertos familiares ha ido creciendo hasta llegar a más del 75% de la tierra cultivada (Stoler 1978). Mientras tanto, el acceso a la tierra arrocera disminuyó, y una gran parte de agricultores carecen de tierras para el cultivo de arroz, o por lo menos no la tienen en cantidad suficiente como para satisfacer sus necesidades básicas de este cereal. Como la proporción de tierra dedicada a la producción arrocera disminuye, se cultivan con mayor intensidad las zonas destinadas a los huertos familiares. Consecuentemente, éstas dejan de ser huertos forestales para convertirse en zonas mixtas, al intercalar progresivamente plantas anuales para obtener de ellas alimentos e ingresos.

La gestión se intensifica aumentando los insumos en trabajo. Es tal la necesidad de aumentar la productividad en los huertos pequeños que, según los informes, los insumos en trabajo son en promedio tres veces mayores que en los huertos más grandes. Las ganancias de ambos tipos de tierra (ver Cuadro 4.3) y las remuneraciones del trabajo son altas (Soemarwoto y Soemarwoto 1984). La gestión intensiva de los huertos, se observa, produjo más del 20% del ingreso familiar (ver Cuadro 4.4) y el 40% de la ingesta de calorías (Stoler 1978).

CUADRO 4.3: INGRESOS PROVENIENTES DE LOS HUERTOS FAMILIARES COMPARADOS CON EL DE LOS CAMPOS ARROCEROS Y LA TIERRA SECA

Subdistrito (kecamatan)Ingreso medioIngreso medio por huerto
Provincia Java Orient.Arroz
(Rp/ha/yr)
Costo
(%)
Tierra secaCosto
(%)
Rp/ha/yrCosto
(%)
(%)
ArrozTierra seca
Sumbergempul        
Bruto 932.57566,6957.36377,5483.56620,951,9  50,5
Neto 311.120215.130382.668123,0   177,9
Wongsoredjo         
Bruto 1.187.834   47,4366.25052,7312.70510,926,3  85,4
Neto 624.271173.275278.73644,6160,9
Ngimbang         
Bruto --361.838 65,5287.229  6,9-  79,4
Neto -124.825267.526-214,3
Media         
Bruto 1.060.205   55,9561.81769,5361.16714,339,1  71,8
Neto 467.696171.077309.64383,8184,4
1 Costo expresado como porcentaje de ingreso bruto.
Fuente: Soemarwoto y Soemarwoto 1984 basado en Danoesastro 1980

CUADRO 4.4: INGRESO PROVENIENTE DE HUERTOS FAMILIARES COMPARADO CON INGRESO TOTAL

Subdistrito (kecamatan)Ingreso medioIngreso medio por huerto
Provincia Java Orient.Arroz
(Rp/ha/yr)
Costo
(%)
Tierra secaCosto
(%)
Rp/ha/yrCosto
(%)
(%)
ArrozTierra seca
Sumbergempul         
Bruto 932.57566,6957.36377,5483.56620,951,9  50,5
Neto 311.120215.130382.668123,0   177,9
Wongsoredjo         
Bruto 1.187.834   47,4366.25052,7312.70510,926,3  85,4
Neto 624.271173.275278.73644,6160,9
Ngimbang         
Bruto --361.83865,5287.229  6,9-  79,4
Neto -124.825267.526-214,3
Media         
Bruto 1.060.205   55,9561.81769,5361.16714,339,1  71,8
Neto 467.696171.077309.64383,8184,4
1 Costo expresado como porcentaje de ingreso bruto.
Fuente: Soemarwoto y Soemaroto 1984 basado en Danoesastro 1980

CUADRO 4.5: MIRI: COCOS, VALOR AGREGADO POR AÑO (PROMEDIO POR EXPLOTACION AGRÍCOLA)

Grupos de cultivo según área controlada Azúcar y/o renta de frutos propiosTotal proveniente de árboles propiosaGanancia resultante de sangrado de árboles ajenosbValor agregado (ingreso) por familiaAzúcar como proporción de total
 Rp'000Rp'000Rp'000Rp'000Rp'000(%)
Explotación individual mayor27,04,132,10   32,116
Primer quintil10,610,8  21,20,321,551
Promedio aldea  4,06,910,93,814,773
Quinto quintil  0,76,8  7,54,211,794
a)Esta cifra muestra el ingreso por familia proveniente de su propio capital (árboles) y lo que gana sangrando y elaborando azúcar de coco.
b)Las cifras de esta columna son ingresos del trabajo.
Fuente: Penny y Singarinbum (1983)

Otro enfoque de la intensificación de la zona de los huertos ha consistido en aumentar el valor agregado de la producción de los mismos. Penny y Singarinbum (1973) describen cómo algunos de los cultivadores más pobres están pasando de la producción de coco a la producción de azúcar de coco que es un proceso muy intensivo en mano de obra, pero produce más ganancias a pesar de las bajas remuneraciones de la mano de obra (ver cuadro 4.5). Otras actividades generadoras de ingreso incluyen los aserraderos y la recolección de leña (Hunink y Stoffers 1984).

Dado que el tamaño de los terrenos sigue disminuyendo, el ingreso es cada vez más buscado en los empleos no agrícolas. En esta fase, el cultivo de plantas anuales es reducido para poder disponer de más tiempo para las actividades generadoras de ingresos. Los árboles y otras plantas perennes, que requieren sólo insumos en mano de obra, pasan a constituir el principal componente del huerto (Stoler 1978).

El paso a una mayor dependencia del cultivo de huertos arbóreos, y a una mayor intensidad de los mismos (en las tierras bajas de Java), se debe a que puesto que el tamaño de las propiedades decrece, se permiten un uso más productivo de la tierra. Este cambio en el uso de la tierra, corresponde al cambio del uso de los recursos por los cultivadores y a los objetivos de la producción.

En un estudio sobre las técnicas de cultivo en Nigeria sudoriental, Lageman (1977) registró una relación similar entre la presión de la población sobre la tierra y la intensidad del cultivo de árboles. Los cultivos están formados por una mezcla de barbecho, de campos internos y externos y de cultivos compuestos permanentes en torno al hogar. Estos últimos contienen una variedad de especies arbóreas, que incluyen la palma aceitera, la palma rafia, los cocoteros, la banana y los plátanos intercalados con yuca, ñame y otros cultivos arables.

La creciente presión demográfica es acompañada por la disminución del tamaño de las explotaciones agrícolas y por la reducción de la fertilidad del suelo. A medida que crece la presión sobre la tierra, la proporción de la tierra dedicada a sistemas compuestos aumenta, asicomo la densidad del cultivo de árboles y productos arables en estas zonas compuestas. Lagemann opina que este cambio refleja la conciencia de los agricultores de que tal uso de la tierra, combinado con un aumento del uso de abonos animales y vegetales, ofrece el modo más eficaz de utilizar sus recursos para reducir la velocidad del proceso de empobrecimiento del suelo y mantener la producción. Aunque los insumos en trabajo por hectárea no son mayores que en los campos, los rendimientos monetarios son diez veces mayor por hectárea y la remuneración del trabajo, de cuatro a ocho. Lagemann encuentra que la diferencia en los tiempos de plantar y cosechar en las zonas compuestas reduce los picos de carga de trabajo, y que las mejores condiciones físicas de trabajo, a la sombra de los árboles, contribuyen a la obtención de una mayor productividad de la mano de obra.

Con una densidad de población creciente, las zonas compuestas representan hasta el 59% de la producción agrícola. La creciente proporción del ingreso de la explotación y la proporción del ingreso generado por el cultivo de árboles, aumentan hasta casi igualar la de los cultivos arables. El ganado se convierte en una parte cada vez más importante del sistema de cultivo, tanto como fuente de ingreso como por el estiércol. Sin embargo, como la densidad de la población sigue creciendo, los rendimientos y la remuneración del trabajo pueden reducirse eventualmente hasta un punto en el cual los agricultores tienen que orientarse hacia las fuentes de ingreso no agrícolas. Al pasar la gente a ese tipo de trabajo, en las zonas compuestas se adopta un sistema con menores insumos de mano de obra y predominan entonces en los huertos los árboles y otras plantas perennes.

El cuadro general, (como el de Java), muestra la respuesta de los agricultores a la reducción de la disponibilidad de tierra pasando a depender más de los sistemas agroforestales. Inicialmente, esto se debe a que esos sistemas permiten una intensificación más sostenible del uso de la tierra y mejores ingresos con el insumo de mano de obra disponible que cualquier uso alternativo de la tierra. Cuando aumentan aún más las presiones sobre la tierra hasta un punto tal que el ingreso debe ser obtenido principalmente mediante el empleo no agrícola, dichos sistemas agroforestales tienen la ventaja de que pueden ser mantenidos, de forma modificada, como modo de uso de la tierra con escaso insumo y escasa gestión.

Un estudio del cultivo de árboles en los terrenos familiares en Kerala, India, registra un proceso similar en un sistema que combina la gestión intensiva de los cultivos perennes y anuales con la ampliación extensiva de los áreas cultivadas. En la medida en que la presión de la población sobre la tierra conduce a la reducción del tamaño de los terrenos, primero se incorpora al uso la tierra inculta, lo cual da como resultado la eliminación de la cubierta arbórea natural. Ello es seguido por una gestión más activa de los huertos familiares, mientras el cultivo de árboles se reduce para dar espacio a los de usos múltiples. Se da prioridad a las especies que son valiosas por sus frutas, el forraje y el abono vegetal y que sirven como estructura de apoyo para el cultivo de pimienta, betel y de distintas trepadoras. De este modo crece la densidad de los árboles y la intensidad de su cultivo (Nair y Krishnankutty 1984). Al aumentar aún más la presión sobre la tierra, el tamaño de los terrenos cae hasta un punto tal que la agricultura deja de ser la principal fuente de ingreso. Al reducirse el trabajo en la explotación, substituido por el empleo no agrícola, el componente arbóreo aumenta aún más ya que la vegetación readquiere una condición boscosa.

Sin embargo, a diferencia de los casos de Java y de Nigeria sudoriental, en esta zona de Kerala se puede disponer cada vez más de capital. Esto permite a algunos agricultores intensificar más el uso de la tierra comprando insumos como fertilizantes y herbicidas. Esto reduce la importancia de los árboles de fines múltiples para el mantenimiento de los nutrientes del suelo y la eliminación de las hierbas nocivas. Por consiguiente, tienden a ser eliminados ya que en lugar de complementar la agricultura se han convertido en trabas. La eliminación de los árboles ha sido acelerada por el rápido aumento del precio de la tierra y de la madera. Por este motivo, el aumento del precio de la tierra lleva a la transformación de su uso, orientándolo hacia los cultivos comerciales. En tal caso, los árboles sólo son cultivados cuando pueden competir con los cultivos comerciales, como por ej., la Ailanthus triphysa es cultivada para proporcionar madera en la fabricación de fósforos (Ver Cuadro 4.1).

Asi, la experiencia de Kerala es en general paralela a la de Java y Nigeria hasta el momento en que los campesinos pueden invertir un importante capital en sus explotaciones. El desplazamiento subsiguiente de las prácticas agroforestales parece confirmar que, careciendo de capital, los agricultores cultivan árboles principalmente para complementar y substituir los insumos comerciales y porque ese cultivo requiere menores insumos que otros.

FIGURA 4.1: CAMBIOS EN EL ORDENAMIENTO DE LOS HUERTOS FAMILIARES EN KERALA, INDIA
FIGURA 4.1

Fuente: Basado en Nair y Krishnankutty, 1984.

4.1.2 Cultivo de montes madereros

Los montes madereros examinados en esta sección abarcan esencialmente el cultivo de árboles como cultivo comercial. Podría pues pensarse que las decisiones de los agricultores dependerán de si el cultivo de árboles es o no más lucrativo que los cultivos alternativos u otros usos de la tierra. En todas las situaciones aqui discutidas el cultivo de árboles en las explotaciones agrícolas se está extendiendo rápidamente.

Una de las experiencias más documentadas sobre el cultivo de árboles se registra en Filipinas donde los pequeños agricultores cultivan árboles como cultivo comercial para producir pulpa de madera. En una zona que tenía anteriormente una agricultura extensiva de escasa densidad, los agricultores cultivan ahora Albizia falcateria con una rotación de 6 a 8 años para vender los árboles a una compañía papelera vecina (PICOP). El tamaño medio de los terrenos es de 11 hectáreas, algunas de las cuales están dedicadas al cultivo de productos alimenticios. Por lo menos una parte de la tierra, (en el 45% de las explotaciones), ha sido utilizada anteriormente para producir cultivos alimenticios y en algunas partes (31% de las explotaciones) se habían cultivado otros productos no alimenticios. Se podía contar con crédito para cultivar árboles pero el mismo sólo era utilizado por el 30% de los agricultores en condiciones de recurrir a él y generalmente eran cultivadores que poseían terrenos madereros de tamaño superior al promedio (Hyman 1983b).

El análisis ex post mostró que los agricultores podían obtener una ganancia aceptable de sus montes en la mayor parte de los casos, con una tasa interna de remuneración del 22% al 31% para los cultivadores afortunados sobre los costos, con excepción del costo de la tierra. No existen datos que permitan comparar esa remuneración con las ganancias que puedan dar otros usos de la tierra pero los agricultores mencionan el escaso insumo en trabajo como razón principal de su preferencia por el cultivo de árboles (Hyman 1983b). En una zona donde el tamaño medio de las propiedades excede considerablemente el que puede ser cultivado con la mano de obra familiar para obtener cultivos alimentarios u otros cultivos, la producción de pulpa de madera permite a los agricultores extender la zona productiva.

Otro caso en el cual fue introducido recientemente con éxito el cultivo de árboles como cultivo comercial es el de Haití. Este programa ha sido objeto de varios estudios sociales y económicos, cuyos resultados aportaron considerable información sobre los motivos de las opciones de los agricultores. Se introdujo el cultivo de árboles entre los cultivadores de las montañas como modo de permitirles obtener un ingreso adicional. En este caso ya existía un mercado para el carbón de leña y los postes, lo cual mostraba una fuerte orientación hacia la creación de nuevos ingresos y los cultivos comerciales. Además, la mayor parte de los cultivadores eran propietarios de sus tierras. Se esperó que la incorporación de árboles a sus sistemas de uso de la tierra les ayudaría a controlar la grav erosión que sufrían sus propiedades.

Desde 1982 aproximadamente 110.000 cultivadores han plantado más de 25 millones de arbolillos. Los tipos de plantación varían mucho pero cada vez más han ido pasando de las especies sólo aptas para fabricar carbón o para hacer postes a las especies de usos múltiples y al cultivo intercalado con productos agrícolas, como el maíz, el sorgo y los frijoles.

CUADRO 4.6: BENEFICIOS NETOS DE MUESTRA DE ASOCIACIONES ARBOLES/CULTIVOS NPV (1) EN COMPARACION CON SOLO CULTIVO NPV (2) REGION MERIDIONAL ($EE.UU.)

AñoNPV
(1)
12345678
Maíz, sorgo, frijol congo26,11-2,850,00-24,5730,312,512,98-22,6741,41
Maíz, frijoles13,42-2,850,00-12,6342,011,291,53-  1,6552,20
Ñame, batata17,06-2,850,00-16,0638,661,641,95-14,8149,11
Maíz, mandioca, batata25,97-2,850,00-24,4430,442,492,96-22,5741,53
Maíz, sorgo29,10-2,850,00-27,3927,542,803,32-25,2738,86
Sorgo, batata, ñame42,25-2,850,00-39,7715,424,064,82-36,6827,67
Año910111213141516NPV
(2)
Maíz, sorgo, frijol congo4,344,78-20,9153,946,036,43-19,3868,1737,77
Maíz, frijoles2,232,46-10,7563,903,103,31-9,9177,3571,36
Ñame, batata2,843,12-13,6661,043,944,20-12,6074,7261,74
Maíz, mandioca, batata4,324,75-20,7954,056,006,40-19,1868,2738,15
Maíz, sorgo4,845,32-23,3151,596,727,17-21,5066,0029,84
Sorgo, batata, ñame7,027,73-33,8341,289,7610,41-31,2056,49  4,96
Fuente: Basado en Grosenick 1986

Un reciente análisis de la relación costo-beneficio indica que la mayor parte de las combinaciones árboles/cultivos agrícolas debería tener un valor neto mayor que el de los cultivos continuos de árboles (ver Cuadro 4.6); y que la adopción de la combinación árboles/cultivos parece ser para la mayor parte de la gente una decisión económicamente viable (Grosenick, 1986). Las encuestas hechas entre los cultivadores participantes en el proyecto confirmaron que consideran que el aumento de sus ingresos es el beneficio principal, pero también están influenciados por los demás motivos.

Muchos planean utilizar sus árboles como una forma de ahorro y dan valor al hecho de que cosechando los árboles pueden retirar tales ahorros en el momento que deseen. En una zona sujeta a la sequía y al fracaso de las cosechas los árboles son vistos como menos sensibles a tales desastres y ello reduce la inseguridad de los campesinos. El 81% de los entrevistados deben emplear mano de obra agrícola pero se ven trabados por la falta de dinero en efectivo. De este modo, el cultivo de árboles es atractivo como uso de la tierra con costos más bajos. Tal como en el caso de Filipinas, el cultivo de árboles podría permitir a los cultivadores pobres aumentar la cantidad de tierra de trabajo (conway 1986, Balzano 1986 citado en conway 1987).

Dewees, en un estudio realizado para el Banco Mundial (1986) reunió información sobre la rápida extensión del cultivo comercial de árboles en algunas partes de Kenia. Dos especies populares cultivadas son el eucalipto, que sirve para fabricar postes, y la Acacia mollissima, utilizada para postes, carbón de leña, leña y palos para la construcción de casas de “barro y troncos”. Están creciendo los mercados para estos productos madereros - y para la pulpa de madera y la madera aserrada, en algunos lugares-, y la producción de las pequeñas explotaciones agrícolas representa una amplia parte de la oferta.

El cultivo de árboles tiende a ser practicado por los cultivadores pobres que no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias básicas y es para ellos la principal fuente de ingreso. En Vihiga, en el distrito Kakamega, por ejemplo, el tamaño medio de las explotaciones agrícolas es de 0,6 hectáreas, de las cuales el 25% aproximadamente, consiste en montes de eucaliptos (Gelder y Kerkhof 1984).

El ingreso bruto por hectárea en esta zona es considerablemente menor en el caso del cultivo de árboles que en el de cultivos agrícolas. Dewees sugiere que la preferencia de los agricultores por el cultivo de árboles en este caso está condicionada por la disponibilidad de capital y de mano de obra y por las actitudes ante el riesgo de gestión. Los cultivos alternativos requieren inversiones substanciales a un nivel que está fuera del alcance del acceso al capital de los pequeños cultivadores. Los árboles, en cambio, exigen escasísimos gastos. El cultivo de árboles es también atractivo para los cultivadores por el escaso trabajo implicado. En la zona hay falta de mano de obra debido a la gran emigración de los hombres, que buscan empleo no agrícola. Donde los mercados de los productos arbóreos son favorables, la remuneración de la mano de obra en la producción de postes ha sido estimada en una cifra 50 por ciento superior a la de la producción de maíz (Banco Mundial 1986). El cultivo de árboles es por consiguiente un uso racional de los recursos para los campesinos pobres que necesitan dedicar una parte substancial de su trabajo al empleo no agrícola.

Varios informes de evaluación recientes, aunque carezcan de los datos cuantitativos de campo detallados anteriormente: aclararon considerablemente las motivaciones de los agricultores en algunas de las grandes ampliaciones del cultivo de árboles a nivel de explotación familiar que se están realizando en muchas zonas de la India. El análisis que sigue se basa, en particular, sobre los estudios referentes a los programas de silvicultura social en los Estados de Gujarat (Noronha 1982, FAO 1985, Skutsch 1987), Maharashtra (Blair 1983), Tamil Nadu (Arnold et al. 1988a) y Bengala Occidental (Tushaar Shah 1987).

En todos los casos, el cultivo de árboles se produce cuando existen mercados fuertes y en expansión de troncos y otros productos madereros (por ej., pulpa de madera). Los principales factores que motivan a los agricultores a pasar al cultivo de árboles y no al de otros cultivos comerciales incluyen: el aumento del costo de la mano de obra y la creciente escasez de la misma, la disminución de los rendimientos y un fracaso más frecuente de las cosechas debido a la sequía y a la reducción del acceso al agua de riego. Las ventajas de los árboles en tales circunstancias, en la opinión de los cultivadores, son en general las siguientes: bajos insumos en mano de obra y, por lo tanto, costos reducidos de la misma y pocos problemas en la gestión del personal; mínimos costos anuales de operación durante muchos años; escasa necesidad de agua una vez establecida la plantación y, por consiguiente, una mayor resistencia a la sequía, lo cual reduce el riesgo y la inseguridad. La perspectiva de acumular capital mediante el cultivo de árboles es otro estímulo importante, particularmente entre los cultivadores más pobres.

Buena parte del cultivo de árboles está siendo realizado por agricultores en escala más amplia para los cuales las principales ventajas parecen ser las remuneraciones mayores del trabajo, cuyos costos suben, y también mayores ganancias en las partes de sus tierras donde el agua de riego disminuye. Los pequeños agricultores tienden a estimar que los cultivos comerciales de árboles de cosecha anual que antes practicaban ya no son viables o suficientes y han tenido que volver a otras fuentes de ingreso dejadas para cultivar árboles, que tienen el atractivo de necesitar pocos insumos y de crear una base de capital. Una encuesta realizada en una zona de Bengala occidental entre agricultores pobres que recientemente vendieron árboles cosechados en tierras agricolas marginales, reveló que cerca del 40% de los entrevistados había estado invirtiendo en comprar tierras arroceras y otro 20% más, en otras inversiones productivas (mientras buena parte del resto iba a gastos para matrimonios y otras contingencias) (Tushaar Shah 1987).

Las plantaciones tanto de los pequeños como de los grandes agricultores, se limitan a unas pocas especies, predominantemente madereras y en particular eucaliptos. Incluso entre los pequeños agricultores el desarrollo de las técnicas agroforestales de cultivo de árboles ha sido muy escaso.

En todos los casos estudiados de cultivo de montes madereros, la elección del tipo de árbol cultivado, parece ser influenciada por uno o más de los siguientes tres factores principales. Primero, la creación de ingresos, diferenciada de la producción de alimentos, desempeña un papel prominente entre los objetivos productivos de los cultivadores. Segundo, el cultivo de árboles es ventajoso en situaciones en las cuales escasean el capital y la mano de obra. Y, por último, el cultivo de árboles reduce los riesgos.

4.1.3 Sistemas extensivos e intermedios

Lo expuesto en las dos secciones anteriores sugiere que los cultivadores emplean técnicas de cultivo arbóreo porque consideran que está siendo el modo más eficiente de satisfacer sus objetivos en el campo de la producción utilizando la tierra, el trabajo y el capital de que disponen. Al cambiar la dotación de sus recursos, probablemente cambiarán también sus estrategias. Igualmente, su evaluación de cuál es la estrategia de cultivo más eficaz que debe ser empleada es probable que sea influenciada por un amplio cuadro de necesidades y posibilidades ligadas a las oportunidades existentes fuera de la agricultura. El análisis de qué es un uso eficiente de los recursos, por consiguiente, debe ser realizado estudiando los objetivos de producción que son perseguidos en una situación dada. En esta sección ampliamos la revisión a formas más extensivas de agrosilvicultura, comenzando por el cultivo itinerante.

Un ejemplo de cultivo itinerante

Allí donde ha sido practicado tradicionalmente, el cultivo itinerante es el uso más eficiente de los recursos del cultivador. La mano de obra familiar es el principal recurso del cultivador itinerante.

Cuando existe tierra suficiente como para poder soportar un periodo de barbecho, ninguna otra técnica de cultivo remunerará mejor el trabajo sin insumos de capital. La vegetación del barbecho mantiene la productividad del suelo y la roza y la quema crean condiciones para el cultivo requiriendo insumos mínimos para la preparación del suelo y el deshierbe. Aunque los periodos de cultivo podrían extenderse por el aumento del deshierbe, es más fácil, pues desbrozar y quemar una nueva zona requiere menos mano de obra. Igualmente, los rendimientos por hectárea podrían aumentar con un cultivo más intensivo pero a costa de una menor producción por unidad de trabajo. Mientras los cultivadores puedan satisfacer sus objetivos productivos con métodos de trabajo menos intensivos en mano de obra, lógicamente permanecerán apegados a los mismos (Rambo 1984, Raintree y Warner 1986).

Cuando un menor acceso a la tierra impide sostener un cultivo itinerante, los cultivadores eventualmente comenzarán a intensificar sus técnicas agricolas y se podrá identificar en líneas generales una secuencia de procesos (Olofson 1983, Raintree y Warner 1986). Esta adopta generalmente la forma de pequeños cambios incrementales, que incluyen una mayor cantidad de mano de obra y a veces de capital bajo la forma de fertilizantes, herbicidas, etc. Esta evolución hacia fuera del cultivo itinerante puede llevar al abandono del cultivo de árboles, pero igualmente puede incluir componentes arbóreos.

Una práctica común en las primeras fases de este proceso es el enriquecimiento del barbecho estimulando o plantando especies arbóreas que aceleren o refuercen la regeneración del suelo, o que aporten productos de subsistencia, de valor comercial o ambos. El cultivo en Sudán y en todas las zonas semiáridas de Africa de la Acacia senegal como cultivo de barbecho es un ejemplo de las especies que dan ambas cosas: la A. senegal, que es una leguminosa, mejora la fertilidad del suelo y también produce goma arábiga para su venta y leña, medicinas, fibras y otros productos para el uso doméstico. Otros ejemplos incluyen la producción de palma babasú en busca de productos comerciales y de subsistencia y conjuntamente con el cultivo itinerante en grandes zonas del nordeste del Brasil (May et al. 1985a); la plantación de rotén como cultivo comercial en el ciclo itinerante en Borneo (Weinstock 1983); la agricultura itinerante de productos múltiples de los ifugao en Filipinas (Conklin in Olofson 1983); y los sistemas agroforestales ciclicos orientados hacia el mercado en partes de la Amazonia peruana. Aunque sobre estos sistemas existe sólo una limitada información cuantitativa sobre los insumos y la producción, se puede esperar que, dado que generan un ingreso adicional con sólo un pequeño aumento de los insumos en mano de obra y con mínimos cambios en el sistema itinerante que es su base, retribuirán el trabajo con ganancias medianamente altas (Raintree y Warner 1986).

En la siguiente fase de la intensificación, al forzar la presión sobre la tierra a una transición al cultivo continuo, aparecen diversas formas de cultivo intercalado. Al incorporar al suelo especies enriquecedoras junto a los cultivos alimentarios, estas técnicas introducen las funciones del barbecho de modo continuado. Se han encontrado numerosos ejemplos de tales estrategias de barbecho continuo, como el mantenimiento de la Acacia albida en las zonas cultivadas de buena parte de Africa.

Un ejemplo de este tipo de mezcla de plantas es el cultivo intercalado de un árbol leguminoso y maíz, en algunas zonas de Kenia occidental de Sesbania sesban. Cuando se elimina el maíz (al cabo de unos tres años) se deja la Sesbania sp. como cultivo de barbecho por uno o dos años y después se tala y utiliza como leña. El ciclo se repite continuamente. Esta agricultura se practica en una zona donde falta mano de obra, y en un ciclo de diez años produjo menos de la mitad de maíz por hectárea, según se estimó, que la que se produce mediante el monocultivo de este cereal pero necesitó menos de la mitad del trabajo que éste y dio mejores rendimientos de maíz por unidad de trabajo, sin contar la leña y los beneficios de la protección del suelo (Banco Mundial 1986). (Ver Cuadro 4.7).

Recientemente se le ha dado considerable atención a un sistema de “barbecho continuo” de gestión intensiva conocido como cultivo en hileras. Este consiste en el cultivo de productos de super-ficie entre setos de árboles o arbustos que producen nutrientes ciclicos y que son podados periódicamente para reducir la sombra y para obtener abono vegetal para los cultivos alimentarios. Los datos obtenidos de un análisis económico sobre el cultivo en hileras realizado en el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA) en Nigeria, figuran resumidos en el cuadro 4.8. Esta investigación estudió los cultivos intercalados de maíz con Leucaena leucocephala y tratamientos con fertilizante nitrogenado y con herbicidas. El cultivo intercalado con Leucaena, entre todas las opciones, produjo las mayores ganancias económicas y los mejores rendimientos de maíz, pero requirió mayores insumos en mano de obra que el cultivo exclusivo de maíz o con aplicaciones de fertilizante/herbicida. Sin embargo, las remuneraciones de la mano de obra en el cultivo intercalado fueron mayores que en el monocultivo maicero (Ngambeki 1985).

Por consiguiente, parece ser bastante alentadora la capacidad potencial de mejorar la eficacia de las técnicas agroforestales con escasos insumos, adoptadas por los cultivadores para intensificar progresivamente sus cultivos. Otros trabajos son necesarios para poner a prueba los resultados de la investigación y para asegurar que existen, en la práctica, las premisas de las que se partió. Esto es, disponibilidad de mano de obra, capacidad del cultivador, costos y valores coherentes con los que realmente tienen o perciben los agricultores, resultados y relaciones físicos-insumos cuya producción pueda ser aplicada en las explotaciones agrícolas. (Balasubramanian 1983, Hoekstra, sin fecha).

CUADRO 4.7: LA ECONOMIA DEL CULTIVO INTERCALADO DE SESBANIA SESBAN Y MAÍZ

GANANCIAS DE LOS PEQUENOS PROPIETARIOS POR EL CULTIVO DE MAIZ,
NIVEL I DE TECNOLOGIA;
SIN INTERCALAR CULTIVOS AGROFORESTALES
 Tasa de descuento15%
 Margen descontado16414 KSh por ha
 Mano de obra descontada976 hombres-dia por ha.
 Màrgenes por trabajo16,81 KSh por hombre-dia
AñoEstaciónRendimiento maíz por ha
(kg)
Valor maíz por ha
(KSh)
Costos insumos maíz por
(KSh)
Márgenes brutos por ha
(KSh)
Exigencia de mano de obra
(dias-hombre por ha)
 AñoMárgenes BrutosTotal Trabajo
MaízTotal Trabajo
SiembraCosecha
111200255656119956835103  13533199
2  9502045507153868289623451197
211178250555519506834102  33375198
2  9412004503150168279543291195
311152245555019056833101  53210194
2  9221964494147068279563137193
411129240654518616833101  73088191
2  9041925494143168289483006190
511107235854018186832100  92928189
2  88518864941392682894102848188
61108523105351775683199   
2  86818484871362682593
71106322644941770683199
2  85018114941317682593
81104222194941725683098
2  83317754941281682492
91102121754941681682998
2  81717404941248682492
101100021314941637682997
2  80017054941211682391
 Con esta intensidad de cultivo el rendimiento del maíz del año sucesivo se reducirá un 2% por año a causa de la pérdida de suelo y de la disminución de los nutrientes. Los rendimientos durante las segundas lluvias son estimados en un 80% de los rendimientos obtenidos durante las primeras.
 GANANCIAS DE LOS PEQUENOS PROPIETARIOS CON EL CULTIVO DE MAIZ,  NIVEL I DE TECNOLOGIA; CON CULTIVO. AGROFORESTAL INTERCALADO DE MAIZ Y SESBANIA Necesidades de mano de obra (hombres-dia por ha)
AñoEstaciónPorcentaje con SesbaniaPorcentaje con maízAumento N2 disponible por ha
(kg)
Rendimiento maíz por ha
(kg)
Valor maíz por ha
(KSh)
Costos insumo maíz por ha
(KSh)
Márgenes brutos por ha
(KSh)
MaízSesbaniaTotal Trabajo
SiembraCosechaSiembraPodaCorte
110% 100% 0.0 1200 2558561 1995 6835550113
220%80%1.879716973721325552304081
2140%60%3.677416492981352412203068
260%40%5.4427910198712271202042
3180%20%7.22785889948914801023
290%10%8.1112239491907300.5   011
41100%0%9.00000000000
2100%0%9.00000000000
51100%0%9.00000000012  12
2100%0%9.00000000020  20
610%100%10.51463311581924966842050115
220%80%1.879716973721325552304081
7140%60%3.677416492961352412203068
260%40%5.4427910198712271202042
8180%20%7.22785889948914801023
290%10%8.1112239491907300.5   011
91100%0%9.00000000000
2100%0%9.00000000000
10  1100%0%9.00000000012  12
2100%0%9.00000000020  20
La Sesbania es sembrada directamente el primer año; al sexto año se sembrará naturalmente sin necesitar otra mano de obra. Según Los informes, la Sesbania fija en promedio 300 kg de nitrógeno por ha/año. Ello debe ser comparado con otras especies leguminosas como la Leucaena, que fija 500 kg por ha-año. Se presume que el 3% de esa cantidad puede ser utilizado por el maíz. Según los informes, la adición de N2 a los suelos en AEZ LM-1 aumentó los rendimientos del maíz en 40 kg por cada kg de N2. En este análisisse supone que un kg de N2 aumenta la producción maicera en 25 kg. Como se observa, la Sesbania necesitará trabajo para la poda. Los campos serán dejados en barbecho durante los años cuarto y quinto y en éste serán talados. El corte de la Sesbania se cree requerirá un total de 0,4 hombre-día por metro cúbico, y se talará un total de 80 metros cúbicos por hectárea. Se espera que el cultivo intercalado con Sesbania ayude a limitar las pérdidas de suelo y la reducción de los nutrientes. La leña producida por la Sesbania puede contribuir de modo significativo a las necesidades familiares de madera. Este análisis, sin embargo, ha excluido el valor de esta producción porque en las zonas rurales la leña es raramente vendida.Tasa de descuento15%AñoMárgenes BrutosTotal Trabajo
Margen descontado7545 KSh por ha
Mano de obra descontada432 hombres-dia por ha13320194
Márgenes por trabajo17,45 KSh por hombre-día22065108
  367933
400
5032
63821197
72065108
867933
900
10  032
 
 
 
 
Fuente: Banco Mundial, 1986.

CUADRO 4.8: EVALUACION DEL CULTIVO EN HILERA DE LEUCAENA CON MAÍZ1

 Aumento/disminución sobre controlRendimientoGanancias netasRelación costos/ben.
 rendimiento kg/ha.hombres-hora/ha.hombre-hora$EE.UU/haha.
Control maíz----3,3-438   --
Nitrógeno   752  464,1-371  0,79
Herbicida   453-173  5,94801,18
Herbicida-nitrógeno1 123-127  6,81461,10
Leucaena1 4072594,24961,32
Leucaena-nitrógeno1 3583023,91301,05
Leucaena-herbicida1 4511524,51391,07
Leucaena-nitrógeno-herbicida1 8921994,8 -580,97
1comparado con tratamientos alternativos de maíz, del experimento IITA de cultivo en hileras 1981/82; valores medios por estación.
Fuente: Cifras de Ngambeki, 1985.

También existe información económica sobre otras prácticas agroforestales intermediarias. Un estudio sobre los cultivadores de cocoteros en una zona de Sri Lanka, demostró que los cultivos intercalados aumentan las ganancias netas. Los pequeños cultivadores con mano de obra familiar disponible están adoptando cultivos intensivos en mano de obra, como el betel, la cúrcuma y el jengibre mientras que los cultivos que dan más ganancias por el trabajo, como la pimienta y el café, son preferidos por los grandes agricultores que dependen de la mano de obra asalariada (Karunanayake 1982). Por consiguiente, una vez más, los cultivadores responden a la interrelación que existe entre la disponibilidad de recursos y los objetivos de producción.


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