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Izquierda: Un proyecto de reforestación en China. Entre 1949 y 1978 el área boscosa de China pasó del 5 al 12,7 por ciento del total de las tierras

Poner en marcha un proceso que incluya a las mujeres

Una vez que son visibles las funciones de las mujeres y que se reconocen tanto sus conocimientos sobre los árboles y productos forestales como su dependencia de éstos, resultan más evidentes las formas de trazar y ejecutar los proyectos de actividades forestales comunitarias que incluyan a las mujeres.

TIPO DE PROYECTO

En general, los proyectos funcionan mejor cuando incluyen a las mujeres como parte integrante de su familia o grupo comunitario al tiempo que se muestran sensibles a los recursos y necesidades especiales de las mujeres. Sin embargo, en algunas ocasiones se necesitan actividades “sólo para mujeres”. Ruth Dixon ha confeccionado una lista para ayudar a los diseñadores de proyectos a decidir cuándo puede ser necesario un proyecto “sólo para mujeres”:22

Sin embargo, la planificación de actividades “sólo para mujeres” puede tender a aislar a éstas y poner en peligro su acceso a recursos que controlan los hombres. También puede suceder que las actividades y proyectos “sólo para mujeres” carezcan de fondos suficientes y queden al margen de la corriente principal de las actividades de desarrollo. Algunos proyectos forestales con grandes efectos sobre la base de recursos productivos de la que dependen las mujeres sólo se preocupan por los hombres.

En algunos casos, se añaden componentes mejorados a efectos de “incluir a las mujeres”. Hay que asegurarse de que las actividades adicionales consideradas de interés para las mujeres entren realmente dentro de sus preocupaciones prioritarias y no las excluyan de las principales actividades del proyecto.

BENEFICIOS DE UN PROYECTO

El principal objetivo de incluir a las mujeres en el trazado, la ejecución, la vigilancia y la evaluación de un proyecto es garantizar su acceso a los beneficios de éste valorados por ellas y, además, que puedan ordenar la base de recursos de forma sostenible. En el trazado de cualquier proyecto es fundamental asegurar a los que participan que se beneficiarán realmente de él. Una actitud muy extendida entre los diseñadores de proyectos es que si el proyecto beneficia a los hombres, las mujeres considerarán que les beneficia también a ellas “de rebote”. Tal supuesto se ha demostrado frencuentemente falso. La mujer tiene poco tiempo, tierra y dinero.

Mujeres de Lesotho plantan rástagos en un programa de reforestación

La participación en un proyecto de actividades forestales comunitarias puede representar una mayor carga para ellas. Por consiguiente, debe quedar muy claro cuáles beneficios obtendrán. Al analizar la participación y la sostenibilidad de una actividad no se puede sobrestimar una distribución percibida como equitativa de los beneficios del proyecto. Es especialmente importante considerar las necesidades de las mujeres que constituyen el sector más pobre de las aldeas, pues para ellas los recursos forestales puedan ser vitales. Para ello hay que responder a dos preguntas: ¿Cuál es el efecto potencial del proyecto en lo que respecta a las mujeres, y ¿cómo se pueden fomentar los beneficios para las mujeres?

Ordenando plantones en Tailandia

□ ¿CUÁL ES, EN LAS MUJERES, EL EFECTO POTENCIAL DEL PROYECTO?

Los planificadores del proyecto y las mujeres de la zona deben entablar un proceso de comunicación en ambos sentidos antes de la introducción de una nueva tecnología, ya se trate de una nueva especie arbórea o de un plan de ordenación forestal. Las mujeres tendrán ideas importantes sobre cómo puede afectarles esa tecnología.

Cuanto mejor se comprendan las circunstancias de las mujeres y se reflejen en el trazado del proyecto, cuanto más participen las mujeres en el proceso de elaboración del mismo, más se podrá esperar un efecto positivo del proyecto para las mujeres de la zona.

Por su propia naturaleza, un análisis que tenga en cuenta las diferencias de sexo exige una interacción entre el investigador y los hombres y mujeres de la zona. Esta interacción contribuye a reforzar el proceso de planificación y la repercusión de cualquier actividad prevista en la realidad local.

□ ¿CÓMO SE PUEDEN FOMENTAR LOS BENEFICIOS PARA LAS MUJERES?

Las mujeres, como los hombres, responden a los incentivos: mayor producción de las cosechas anuales, árboles con fines múltiples que proporcionan los productos necesarios, un mercado para productos tales como frutas o postes de madera, posibilidades de empleo local. Sin embargo el incentivo debe reflejar la realidad económica de las mujeres.

Para comprender quién se beneficia de los ingresos resultantes de un proyecto es esencial saber quién controla y utiliza el dinero dentro de la familia. En algunos hogares, las mujeres controlan su propio dinero; en otros, los hombres controlan los fondos familiares. En este último caso, es posible que las mujeres quieran mancomunar los fondos o establecer cooperativas para conservar el control de los ingresos procedentes de sus actividades.

Las mujeres carentes de derechos jurídicos sobre la tierra no tienen garantías que ofrecer para conseguir préstamos con los que comprar equipo, semillas o fertilizantes. Cuando los préstamos son necesarios y las mujeres no tienen garantías, hay que encontrar otros medios para que puedan obtener créditos.

OCHO PASOS NECESARIOS

En resumen, la aplicación de un proceso que incluya a las mujeres en el trazado de proyectos incluye ocho etapas. En Restableciendo el equilibrio: Las mujeres y los recursos forestales, se esbozaban estas ocho etapas, que deben tenerse en cuenta al desarrollar los programas de actividades forestales comunitarias. Tanto los que trazan los proyectos como los que los ejecutan deben comprobar si han pasado por ellas para estar seguros de que su trabajo contribuirá también a restaurar el equilibrio:23

1. Explorar los problemas derivantes de las diferencias de sexo mediante un proceso de comunicación en ambos sentidos con las mujeres campesinas, reconociendo que los intereses de los hombres y los de las mujeres pueden ser distintos y, por ende, que los proyectos de desarrollo les pueden afectar de una manera distinta.
2. Investigar las costumbres, los tabúes y la presión del trabajo que limitan las posibilidades de las mujeres, comprendiendo que los conocimientos específicos y el sentido común pueden en gran parte superar estos obstáculos.
3. Estimular la participación a todo nivel de las mujeres en actividades forestales y analizar las maneras en que los proyectos las incluyen o las excluyen.
4. Intercambiar información con individuos a todos los niveles, con las mujeres de la zona sobre las actividades forestales, con los silvicultores sobre una mayor participación de las mujeres, con los planificadores sobre el papel de la mujer en el desarrollo forestal.
5. Apoyar a los grupos de mujeres y fomentar la formación de nuevos grupos que ayuden a las mujeres a participar en la formulación de políticas y en el proceso político, y fortalezcan la solidaridad entre las mujeres.
6. Trabajar conjuntamente para asegurar el acceso a la tierra y a los árboles reconociendo los derechos tradicionales de las mujeres, asegurando que éstas no sean excluidas si las tierras son privatizadas, y buscando soluciones originales que favorezcan a las mujeres sin tierras.
7. Consultar a las mujeres antes de introducir nuevas tecnologías o nuevas especies asegurando por ende que se hayan tenido en cuenta sus necesidades y que se haya estudiado la influencia que pueden tener sobre su vida dichas novedades.
8. Colaborar para suministrar acceso al crédito o ingresos a las mujeres, ya sea de manera individual o a través de determinados grupos.

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