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Izquierda: Cuando las mujeres son jefes de familia —como en los Andes— deben asumir trabajos de hombre además de los propios

Hacer a las mujeres preguntas correctas

Una vez que se ha conseguido que las mujeres y sus funciones, y los usos de los árboles sean visibles, quedan algunas preguntas concretas a las que sólo pueden responder las mujeres de la zona:

¿QUE SABEN YA LAS MUJERES SOBRE LOS ARBOLES, SUS PRODUCTOS Y SU ORDENACION?

Las mujeres pueden explicar directamente los usos de los árboles y la ordenación tradicional de los mismos. Este conocimiento técnico local es esencial para trazar nuevas actividades. En Sierra Leona, las mujeres conocían 31 usos diferentes de los árboles de los barbechos y bosques, y sabían que los productos forestales debían ser obtenidos en un año de barbecho mientras que los hombres sólo citaban ocho usos diferentes.15 En Zambia, se observó que las mujeres obtienen aceite de un árbol local cuya utilidad no habían advertido los expertos forestales, a los que nunca se les había ocurrido plantarlo en un vivero. En Tailandia, las mujeres seleccionan diversas especies de madera para cocinar diversos platos, ya que conocen las cualidades caloríficas de cada una de ellas. Ellas consideran esencial para elaborar seda de buena calidad un tipo especial de madera con una determinada combustibilidad.16

En una zona del Camerún, las mujeres seleccionan ramas de árboles que rebrotan con el fin de utilizarlas en la construcción de setos y corrales para sus animales. Cuando estas estacas crecen forman setos vivos semipermanentes que se podan con regularidad para utilizar las ramas en la construcción de otros setos, en la construcción o reparación de la casa, para fabricar cestos y como leña.

¿QUE PROBLEMAS PADECEN LAS MUJERES EN LO QUE RESPECTA A LOS RECURSOS ARBOREOS?

Cuando se hace sentir la escasez, las mujeres pueden a menudo describir sus problemas y hacer propuestas para abordarlos y tratarlos una vez eliminados los obstáculos. En Burkina Faso, ellas se opusieron a los proyectos de plantaciones forestales basadas en el monocultivo. Aunque dichas plantaciones pueden proporcionar madera para los mercados urbanos, dijeron esas mujeres, privan a las familias vecinas del acceso al monte bajo que “no vale para nada” y, por lo tanto, de importantes fuentes de leña, alimento y materias vegetales. Esas mujeres exigen árboles que tengan más usos y acceso a los mismos para los habitantes de la zona.

En muchas zonas rurales, las ancianas se quejan que ya no pueden fabricar medicinas porque ya no se encuentran en la zona los árboles de que antes disponían. Les gustaría ayudar a identificarlos y reintroducirlos.

En la India, la industria de la laca utiliza madera de avellano (Wrighta tinctoria) que está empezando a escasear, ya que se lo tala junto con otros árboles para obtener leña. El servicio forestal ha sugerido el uso de otras especies, pero las artesanas han descubierto que con ellas no se consigue un producto tan fino. Por lo tanto, sugirieron una alternativa: proteger las especies valiosas antes de conceder los permisos para cortar lena.17 Por último, en Sierra Leona, las mujeres discuten los problemas que provoca la tala de árboles: el aumento del número de roedores, que se alimentan de grano al haber perdido los predadores su hábitat de monte alto, y el menor rendimiento de la pesca debido al creciente encenagamiento como consecuencia de la excesiva tala de árboles en las laderas de los montes. Dichas mujeres estaban más interesadas en la agrosilvicultura y en la lucha contra las ratas que en las zonas arboladas previstas por los diseñadores del proyecto.18

¿QUE OBSTÁCULOS DEBEN ENFRENTAR LAS MUJERES PARA ABORDAR LOS PROBLEMAS DE LOS ARBOLES Y LA SILVICULTURA?

Hay una serie de limitaciones que son específicas de cada lugar, pero las mujeres pueden describirlas si se les pide que lo hagan. Entre los obstáculos comunes figuran el tiempo, la movilidad, las costumbres, la falta de acceso a la tierra y la falta de organización.

□ EL TIEMPO

Las mujeres están a menudo sometidas a una “doble jornada”, ya que son responsable de diversos tipos de trabajo tanto fuera como dentro del hogar.

Al diseñar los proyectos hay que tener cuidado de no aumentar excesivamente el trabajo de las mujeres. Algunos proyectos forestales aumentan el trabajo de éstas simplemente porque el riego y el deshierbe son tradicionalmente tareas femeninas.

Una mejor organización puede también reducir la carga de trabajo que pesa sobre las mujeres. En el Senegal, las mujeres se dieron cuenta de que si se organizaban podían compartir las tareas y de este modo ahorrar tiempo para plantar una zona arbolada. La UNESCO ha ayudado introduciendo carros tirados por burros y molinos para cereales.

□ LA MOVILIDAD

En muchas sociedades las mujeres tienen una movilidad limitada. Para que puedan llevar a cabo sus tareas domésticas, la mayoría de las actividades deben realizarse cerca del hogar. En algunas ocasiones, además de estas restricciones prácticas, hay costumbres que limitan aún más las actividades femeninas.

Para poder modificar estas costumbres si fuese necesario hay que conocerlas a fondo. Las mujeres que van a recibir capacitación o a trabajar fuera de casa a veces tienen que ir en parejas o en grupo para conseguir la aprobación de su familia o comunidad.

En Nepal, las mujeres elegidas para formar parte de los comités regionales de recursos adquirían así la legitimidad necesaria para viajar a las reuniones de distrito. En Sudán, el uso de mujeres como agentes de extensión agraria junto con el inicio de actividades de apoyo de un proyecto rural que podían realizarse dentro del recinto doméstico permitió a mujeres que vivían aisladas cultivar plantas jóvenes en viveros situados en el patio de su casa y finalmente plantar zonas arboladas, superando así las costumbres que las recluían.19

□ LAS COSTUMBRES

Las costumbres relativas al uso de los árboles son muy específicas de cada lugar. Por ejemplo, en una zona de Kenya donde los árboles denotan propiedad de la tierra, a las mujeres se les puede prohibir plantar o talar árboles porque la tierra sólo pertenece a los hombres. Un proyecto encaminado a obtener leña superó este obstáculo plantando algunos arbustos y árboles exóticos de reciente introducción que no se identificaban tradicionalmente con la propiedad de la tierra. De este modo, las mujeres pueden plantar y talar estas especies. Un segundo método consistió en plantear el tema a través de piezas teatrales divertidas que provocaron debates en la aldea entre hombres y mujeres sobre el modo de resolver el problema de la leña.

□ LA TIERRA

El uso y la tenencia de la tierra reflejan la posición social, las pautas sucesorias, la estructura de la familia y de la comunidad y la política nacional. Puede que las mujeres aprecien la tierra que está cerca del hogar, pero que ésta sea difícil de conseguir. Puede que tengan derechos consuetudinarios sobre la tierra o que sólo se les conceda el usufructo de la tierra para cultivar huertos durante la temporada baja (seca). Si los hombres emigran, puede que a las mujeres les dejen tierras para trabajar pero no el derecho a cambiar el uso de las mismas y si no se les garantiza la tenencia de la tierra podrían no interesarse en cultivarla.

Al elaborar proyectos hay que tener que cuidado de evitar aquellos programas de distribución de la tierra que no ofrecen a las mujeres ninguna garantía con respecto a su uso o les privan de su acceso tradicional a la tierra. Algunos proyectos ayudan a las mujeres a organizar grupos para negociar los derechos de usufructo a largo plazo de éstos sobre ciertas parcelas.

□ INFORMACION, CAPACITACION Y EDUCACION

Hay que hacer que las mujeres tengan acceso a la información, la capacitación y la educación cuando les venga bien.

Es posible que las mujeres no puedan asistir a reuniones durante el día, y en tal caso los agentes de extensión agraria tendrán que celebrarlas cuando ellas estén libres, tal vez después de la cena. También es esencial que el mensaje trasmitido se ajuste a sus necesidades de información con respecto a las condiciones reales a las que se enfrentan. A menudo las mujeres pueden determinar qué es lo que quieren aprender y cómo quieren hacerlo.

Asesoramiento a mujeres en Zambia

En Burkina Faso, se preguntó en una reunión oficial a las mujeres cómo querían participar en la ordenación de una reserva forestal hasta entonces acotada. Se levantó una mujer y dijo: “No estamos familiarizadas con el bosque y con lo que contiene. No sabemos qué nos ofrece vuestro proyecto. No sabemos los costos o los beneficios de participar en él. Cuando sepamos todo esto, hablaremos claro y diremos qué queremos hacer”.

En los debates oficiosos que siguieron, las mujeres solicitaron ir a la reserva acompañadas de personal del proyecto para ver las posibles actividades, incluidas las zonas disponibles para agrosilvicultura, con el fin de localizar los productos forestales que podrían recoger o cosechar. Preguntaron si el proyecto podía ofrecerles información comercial sobre plantas medicinales, frutos y nueces y si se les podía enseñar sobre máquinas para extraer miel.

Como sucede en toda la extensión agraria, los mensajes que vienen de fuera deben adaptarse cuidadosamente al público al que van destinados. En Sudán, un espectáculo de marionetas sobre las ventajas del cultivo de árboles para las mujeres movió a éstas a pedir a un rico terrateniente una parcela y a solicitar asistencia para plantar un campo experimental con fines múltiples. En una aldea situada a menos de 10 km, el mismo espectáculo de marionetas hizo que los aldeanos, hombres y mujeres, se sintieran frustrados, pues ellos respondieron que, al ser una aldea de campesinos sin tierras sólo podían plantar árboles si el proyecto ofrecía tierras tanto para cultivos alimentarios como para árboles.

¿CÓMO PODEMOS AVERIGUAR LO QUE SABEN LAS MUJERES?

Los que trazan o ejecutan los proyectos, especialmente cuando son exclusivamente hombres, pueden tener dificultades para aprender de las mujeres de la zona. Cuando se hace una pregunta en una reunión pública, puede que los hombres respondan aun cuando la pregunta vaya dirigida a las mujeres. A menudo es incorrecto que un hombre venido de fuera hable a solas con mujeres. Una serie de ideas puede contribuir a mejorar la comunicación con las mujeres de la zona. A menudo las mujeres ancianas pueden hablar libremente con hombres ajenos a la comunidad; en algunas ocasiones las mujeres de los maestros de escuela o las que trabajan como asistentes sociales o sanitarias pueden actuar como intermediarias entre el personal del proyecto y las mujeres tímidas.

Para llevar a cabo una encuesta en Níger, parejas de hombres y mujeres jóvenes hablaron al mismo tiempo pero por separado con miembros masculinos y femeninos de la familia a fin de asegurarse de que las mujeres pudieran responder libremente a las preguntas dirigidas a ellas. En Nepal, la diseñadora de un proyecto insistió en que fueran mujeres de la zona quienes recogieran los datos, a pesar de las advertencias de que a éstas no se les permitiría nunca trabajar en las aldeas fuera de casa. Pero encontrar mujeres dispuestas a trabajar como asistentes, una vez que quedó claro que ésto era fundamental para el trabajo que había que realizar, resultó mucho menos difícil de lo previsto. Se comprobó que las mujeres están perfectamente dispuestas a hablar con hombres ajenos a la comunidad cuando comprenden que lo que se está discutiendo les interesa realmente.20

¿COMO PUEDEN ORGANIZARSE POR SI MISMAS LAS MUJERES?

Con frecuencia las mujeres carecen de poder político para asegurarse de forma ininterrumpida servicios y acceso a la tierra, al crédito, a la toma de decisiones o a los beneficios resultantes del desarrollo. A menudo este poder sólo se puede conseguir mediante la organización.

Las protestas del movimiento Chipko en la India (izquierda) obtuvieron la prohibición de la tala por 10 años en el Estado de Uttar Pradesh

Explorar los grupos, y dirigentes y ONG femeninos que trabajan ya en la zona e incluyen a las mujeres en sus actividades puede ayudar a detectar las estructuras existentes en las que se puede apoyar la silvicultura comunitaria.

En la India, por ejemplo, un grupo de mujeres sin tierras pertenecientes a la Organización de Mujeres Autónomas formó una cooperativa lechera. Necesitaban forraje y, gracias a que estaban apoyadas por un grupo bien organizado, pudieron lograr el acceso a “yermos” para plantar en ellos árboles forrajeros y conservar el disfrute de los terrenos pese a las presiones externas cuando los árboles que habían plantado empezaron a crecer.

En el centro de Nepal, un comité forestal aldeano constituido por mujeres consiguió modificar la legislación forestal, que buscaba delegar la ordenación de los montes al panchayat, unidad administrativa bastante amplia que incluye varias aldeas. Las mujeres organizadas argumentaron de forma convincente que la ordenación debía estar en manos de una subunidad del panchayat, como se había hecho tradicionalmente. Esta unidad menor estaba más cerca de las mujeres y les podía permitir participar más plenamente.21

En Kenya, las mujeres organizadas recogieron fondos para sufragar la plantación de árboles y el desarrollo de viveros en gran escala, mientras en la India contribuyeron a modificar la legislación sobre la tala de árboles yendo en grupo a “abrazarse” a los árboles, con lo que dieron publicidad a los problemas económicos y ambientales que provocaba la tala.


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