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Características fundamentales de empresas rurales de pequeña escala elaboradoras de productos forestales en países en vías de desarrollo

por

Dr. Yacob Fisseha
Centre for International Programs
Michigan State University, USA

Introducción

El objeto de este documento es el de revisar rápidamente la información existente sobre las contribuciones, características, cambios y limitaciones de las pequeñas empresas elaboradoras o manufactureras de productos forestales 1 en los países en vías de desarrollo. Dicha revisión se basa principalmente en una cierta cantidad de estudios amplios y uniformes, llevados a cabo por la Michigan State University, en colaboración con las instituciones anfitrionas, bajo un programa que ha recibido apoyo financiero fundamental por parte de la Agencia de Desarrollo Internacional (AID) de los Estados Unidos.

1 Se usan las siglas del texto inglés SSE para el sector de las pequeñas empresas en conjunto (o sea incluyendo actividades de servicio) y SSI para el subsector de pequeñas empresas industriales (o sea manufactureras y de reparación). Las siglas correspondientes a los subgrupos que utilizan productos forestales han sido respectivamente FB-SSE y FB-SSI.

Los países elegidos para esta revisión fueron: Jamaica, Honduras, Zambia, Egipto, Sierra Leona y Bangladesh. A solicitud de la FAO, el autor ha obtenido información sobre las empresas elaboradoras de productos forestales en base a datos generales sobre la ocupación global de mano de obra fuera de los predios. Esta revisión detallada de los hechos fue presentada a la FAO, a fines de 1984, quien la publicó a principios de 1985 (FAO, 1985). Muchos de los puntos brevemente mencionados en esta revisión se discuten allí en detalle.

En Zambia, un estudio unilateral, específicamente para pequeñas empresas elaboradoras de productos forestales, se llevó a cabo por la FAO en 1985. La actual revisión es la compilación de un informe sobre dicho estudio (Fisseha y Milimo, 1986).

Estadísticas socioeconómicas de los países inventariados

Bajo la sección “Indicadores Económicos” del Cuadro 2 se muestran siete variables clave que el Manual de Comercio Internacional y de Estadísticas del Desarrollo de las Naciones Unidas llama “Indicadores del Desarrollo Económico”. El objetivo al elegir estos indicadores es el de ayudar a examinar la forma en que las pequeñas industrias forestales, en forma particular, y todas las pequeñas empresas industriales (SSI) en general, pueden comportarse en diferentes etapas o circunstancias del desarrollo económico, y cómo sus papeles y características pueden variar en consonancia. Para facilitar este examen, los países en el Cuadro 2 están listados por orden decreciente del producto doméstico bruto (GDP) per cápita, que varía desde 1 212 dólares EE.UU. para Jamaica, hasta un valor de 143 dólares EE.UU. para Bangladesh. Los restantes países están distribuidos regularmente entre estos dos valores. Los otros indicadores exhiben generalmente un esquema conforme con los niveles correspondientes del producto doméstico bruto per cápita en cada país.

Cuadro 2: Estadísticas socioeconómicas de los países donde se efectuaron los estudios

Indicadores económicos

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

Población (millones)

2,2

3,7

5,6

42,3

3,5

88,5

Población densidad (km2)

200

33

8

42

49

615

Indicadores económicos para 1980:

PDB (Producto Doméstico Bruto) per cápita ($EE.UU.)

1 212

674

671

464

374

143

Tasa de alfabetismo (%)

96

57

50

38

7

26

Población en áreas rurales (%)

50

70

57

49

83

92

PDB agrícola (%)

8

26

16

21

30

49

PDB manufacturero (%)

15

14

18

12

7

8

Ocupación manufacturera (% del empleo total)

17

27

14

28

11

38

Energía comercial per cápita (kg de carbón equiv.)

1 260

190

490

473

92

46

Fuente: Para Zambia, véase Fisseha y Milimo, 1986; para los otros, véase: FAO, 1985.

Dada la distribución de los indicadores del desarrollo económico en el Cuadro 2, la pregunta que podría hacerse es si las características y atributos de las pequeñas industrias forestales, en los países con bajos ingresos serán consistentemente y predeciblemente diferentes a aquellos de los países con ingresos elevados. Mucha de la información que viene a continuación, en efecto, sugiere dicha consistencia. Lo que puede no ser tan evidente es, sin embargo, la implicancia de tal consistencia o tendencia para el crecimiento sectorial de las pequeñas industrias forestales, para la extensión en la diversidad de empresas y el nivel y naturaleza de los vínculos económicos con otros sectores. La serie de estudios aquí discutidos no fueron formulados específicamente para contestar todas estas preguntas. En efecto, un estudio más focalizado a series cronológicas en los países sería más apropiado para analizar algunos de estos asuntos.

Descripción general de los estudios

Los diversos estudios por país de las pequeñas empresas industriales forestales, se llevaron a cabo entre 1974 y 1985 (véase Cuadro 3). Cuatro de ellos fueron, sin embargo, ejecutados entre 1978 y 1982. Las experiencias adquiridas en estudios anteriores fueron sumamente útiles para mejorar las subsiguientes. Siempre y cuando se recolectaban flujo de datos sobre insumos y salidas, el inventario era dividido en dos etapas: la Fase I que trata la simple enumeración o censo de las empresas y la Fase II destinada a recolectar grupos de datos de empresarios individuales a través de visitas repetidas una o dos veces por semana durante el período de un año. Los casos relativamente mucho más escasos de la Fase II representaron una muestra al azar de los resultados de la enumeración de la Fase I del estudio.

Los estudios realizados en Sierra Leona y en Jamaica cubrieron todo el país, mientras que en los otros países la cobertura fue parcial. La proporción de la población nacional inventariada de hecho, durante la fase de enumeración, fluctúa desde casi el 41 por ciento en Jamaica al 3 por ciento en Bangladesh. Para aquellos países parcialmente cubiertos, la proporción de su población representada por el levantamiento de datos fue muy superior; en Zambia, por ejemplo, fue del 60 por ciento.

En algunos casos, las áreas representadas en el levantamiento fueron estratificadas de acuerdo al número de habitantes de las localidades de las cuales a veces al azar, y a veces intencionalmente, se separaron muestras de localidades para efectuar una enumeración completa. La proporción de muestreo fluctuó corrientemente desde el 4 por ciento para las localidades rurales hasta el 100 por ciento para las áreas urbanas mayores.

Una definición de trabajo usada para delinear una pequeña empresa fue hecha adoptando los siguientes criterios: (a) toda actividad o negocio fuera del predio agrícola encarado con base comercial, como fuente de ingreso primario o secundario; (b) cantidad total de gente “empleada” o comprometida igual a o menor que 50 (en Jamaica, 15); (c) de propiedad privada (y desde el punto de vista organizativo no afiliada a una corporación nacional o internacional); y (d) operación comercial con ubicación fija.

Como ya se ha hecho notar, los levantamientos se realizaron en áreas tanto urbanas como rurales. De acuerdo con las Naciones Unidas, la definición para áreas urbanas indica 20 000 o más personas; sin embargo localidades de dicho tamaño no se hallaron en las regiones enumeradas en Honduras.

Los análisis efectuados en las secciones a continuación se refieren casi exclusivamente a las empresas manufactureras (pequeñas industrias SSI y pequeñas industrias forestales FB-SSI) y muy poco al grupo de servicios o comercio. Sería muy interesante también un estudio detallado sobre el grupo de servicio. En muchas formas, el grupo de servicio o de comercio muestran muchos más vínculos (por el comercio) con empresas de mayor escala que en el caso del grupo de empresas manufactureras; ellos también a menudo se acreditan una notable cuota de empleo.

Cuadro 3: Características generales de los levantamientos de datos de las pequeñas empresas (SSE)

Variable

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

Año del estudio

1978-80

1979-80

1985

81-82

74-75

78-80

Cobertura del país

C

P

P

P1

C1

P

(%) de la población enumerada

40,7

7,2

8,0

5,7

18,5

3,0

Urbana (U) o rural (R)

R y U2

R

R y U

R y U

R y U

R y U

Tamaño límite superior de pequeñas industrias SSI (N° de obreros)

25

50

50

50

49

50

N° de pequeñas empresas 3 contadas SSE

9 500

2 120

16 776

15 880

9 195

57 184

Porcentaje de pequeñas empresas (SSE) manufactureras (%)

37

100

80

44

56

100

Fuente: Véase Cuadro 2.

Notas:

1. C y P corresponde respectivamente a completo y parcial.

2. R y U corresponde respectivamente a localidades urbanas y rurales. Si bien la enumeración en Honduras es designada como “rural”, significa simplemente que las localidades urbanas que cumplen con la definición de las Naciones Unidas no se hallaron en las regiones inventariadas, el resto de los pueblos se incluyeron de todas maneras.

3. En el caso de Egipto, 19 938 empresas procesadoras de productos lácteos fueron excluidas por ser parte muy integrada a la agricultura manufacturera para agruparlas como empresas manufactureras.

Exceptuando Honduras y Bangladesh, los otros levantamientos incluyeron tanto las empresas manufactureras como las de comercio (compra y venta o servicio). La proporción de empresas manufactureras (pequeñas industrias SSI) con relación a todas las pequeñas empresas (SSE) varía de un 37 por ciento en Jamaica al 80 por ciento en Zambia. La proporción atípicamente elevada para Zambia se debe principalmente a la gran cantidad de cerveceras locales en el interior del país.

El resto de este documento revisa brevemente los puntos sobresalientes de los resultados de los diferentes estudios por país, sobre las actividades manufactureras de productos forestales, que por brevedad se identifican con la sigla (en inglés) FB-SSI. Para un análisis detallado sobre los hallazgos globales, deberán consultarse los siguientes estudios fundamentales: Lidholm y Chuta (1976) para Sierra Leona; The Bangladesh Institute of Development Studies (BIDS) (1981) para Bangladesh; Fisseha (1982) para Jamaica; Stallmann y Pease (1983) para Honduras; Davies et al. (1984) para Egipto; y Fisseha y Milimo (1986) para Zambia y FAO 1985 para un resumen de los estudios sobre los países antedichos.

Composición y características básicas de las pequeñas industrias basadas en productos forestales

En esta sección se pondrán en realce algunas características y atributos básicos de las pequeñas empresas manufactureras basadas en productos forestales (FB-SSI). Los temas analizados incluyen el tipo de composición de las empresas FB-SSI, sus magnitudes relativas en términos de cantidad de empresas y de empleo de mano de obra, y algunas características básicas que típicamente distinguen a estas pequeñas empresas.

Pequeñas empresas forestales FB-SSI: su composición

La diversidad de actividades o tipos de empresas en el grupo FB-SSI varía de un país a otro. Para la mayoría, la diferencia es el resultado de las diferencias entre las materias primas de origen forestal existentes naturalmente y en su disponibilidad. Existen pocos tipos predominantes que fueron hallados en casi todos los países estudiados. Las dos actividades dominantes (compuestas) son la producción en carpinterías/mueblerías, y la producción de cestos/esteras/sombreros. Exceptuando Bangladesh, una de estas dos actividades comprende casi dos terceras partes del número total de pequeñas empresas forestales (FB-SSI) de cada país. Cada una de estas dos actividades, por supuesto, produce típicamente bienes básicos de consumo: cestos tradicionales, principalmente para el grupo de bajos ingresos y muebles modernos de madera para el nivel de ingresos medios. La materia prima para los cestos es por lo común de disponibilidad inmediata, mientras que no es el caso de los muebles, en que parte tiene que ser importada.

Un taller para la fabricación de muebles en Bangladesh.

Cuadro 4: Composición del grupo de pequeñas empresas manufactureras de productos de origen forestal


% del número total de empresas

Tipos de pequeñas industrias forestales (FB-SSI)2

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

Aserradero/aserrado a mano

0,8

3,2

5,6

-

0,1

0,9

Carpintería/muebles

23,1

71,4

14,3

23,8

66,8

27,2

Tallado de madera/bambú/caña

12,5

0,2

11,9

-

5,9

11,6

Cestos/esteras/fabricación de sombreros

63,5

10,6

60,3

70,4

23,8

32,4

Otros1

0,1

14,6

7,9

5,8

3,4

27,9

Fuente: Véase Cuadro 2.

Notas:

1. La categorías “otros” incluye actividades como fabricación de escobas en Honduras, leña en Zambia, herramientas agrícolas en Egipto, y armado de cajones y herramientas agrícolas en Bangladesh.

2. Muchas pequeñas industrias forestales (FB-SSI) no se especializan en la producción de un solo rubro; por lo que la clasificación depende a veces de su actividad más importante o dominante.

Sin mayores agregados a las siete entradas indicada en el Cuadro 4, la variedad de actividades puede fácilmente llegar por lo menos a veinte. Excepto como indicadores amplios de órdenes generales de magnitud, las cifras del cuadro no son estrictamente comparables de un país a otro, dado que por ejemplo, Zambia incluye empresas productoras de leña, lo que no es generalmente el caso en los otros países.

Incisión de árboles para resina - materia prima de primera importancia.

Magnitud relativa de las pequeñas industrias forestales (FB-SSI)

En el Cuadro 5 se indican los tamaños relativos de los grupos de empresas dentro del contexto mayor de pequeñas empresas industriales (SSI). Exceptuando Jamaica, las pequeñas industrias forestales representan generalmente la segunda mayor categoría simple después del vestuario en cuanto a número de empresas. En Zambia, el grupo dominante es el de las cervecerías tradicionales seguido otra vez por las actividades forestales.

La distribución global de las actividades de las pequeñas empresas (SSE) de un país a otro, no parece amoldarse a ningún esquema basado en niveles de ingresos per cápita. Esto puede, sin embargo, deberse al hecho de que los grupos de empresas son simples agregados de empresas con diferentes niveles de sofisticación tecnológica; por ejemplo no se hace distinción si son actividades tradicionales (caseras) o modernas (tipo fábrica). Debería señalarse también que la categoría de pequeñas industrias (empresas SSI) representa alrededor del 37, 80, 44 y 46 por ciento del total de las pequeñas empresas (SSE, que incluye actividades de servicio o compra y venta) en Jamaica, Zambia, Egipto y Sierra Leona respectivamente. Ni en Honduras, ni en Bangladesh se contaron actividades de servicio o compra y venta.

Dentro del grupo de las pequeñas empresas forestales (FB-SSI), la tendencia es que el trabajo con madera representa entre mitad y dos tercios de la cantidad total. De nuevo hay variaciones del esquema básico en el Cuadro 5, como se muestra para Honduras y Sierra Leona, donde los productos de elaboración de la madera domina claramente a los otros productos forestales. Incidentalmente, los valores para los dos países señalan el papel dominante que juegan las actividades no madereras, para aumentar la cuota relativa de las pequeñas industrias forestales (FB-SSI) con respecto a todas las industrias pequeñas (SSI).

Cuadro 5: Composición industrial y magnitud relativa de las pequeñas empresas manufactureras (SSI) en las áreas estudiadas (por cantidad de empresas)

Grupos de empresas

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

Total empresas pequeñas:

empresas (SSI):

1. Cantidad

13 343

3 793

169 870

34 465

50 135

57 184

2. % de las SSE PEQUEÑAS EMPRESAS

37

-

80

44

46

-

Magnitudes relativas, dentro del total de industrias pequeñas SSI (%)

1. Vestuario

36,1

39,9

5,0

46,3

60,1

51,8

2. Pequeñas industrias forestales (FB-SSI):


a) Elaboración de la madera

13,6

10,8

12,4

7,7

9,8

8,1


b) Otros 1

23,8

1,8

18,5

17,1

4,9

12,5


Subtotal (FB-SSI)

37,4

12,6

30,9

24,8

14,7

20,6

3. Alimentos

2,2

25,0

4,0

8,8

3,3

20,3

4. Metales

3,2

2,8

4,6

3,8

15,4

2,1

5. Cuero y zapatos

8,2

2,8

0,8

2,3

2,3

0,6

6. Minerales no metálicos

1,0

11,4

2,6

5,2

2,9

1,4

7. Reparaciones 2

8,8

3,4

1,4

7,8

0,7

2,0

8. Otras manufacturas

3,1

2,1

51,43

0,9

2,1

1,2

Total (%)

100

100

100

100

100

100

Fuente: Ver Cuadro 2.

Notas:

1. “Otros” para las FB-SSI se refiere a actividades no madereras forestales.

2. “Reparaciones” incluye bicicletas, autos, artefactos, etc.

3. La elevada cifra para “otras” en Zambia se debe a la gran cantidad de cervecerías tradicionales.

Capacidad relativa de puestos de trabajo de las pequeñas industrias forestales

El interés final con respecto a las pequeñas industrias forestales, no está en su cantidad bruta sino en sus contribuciones económicas hacia el bienestar nacional. Una de tales contribuciones es el grado de empleo. El Cuadro 6 pone en evidencia las magnitudes relativas del grado de empleo correspondiente a las magnitudes relativas de las empresas indicadas en el Cuadro 5. Una característica prominente desplegada en el Cuadro 6 es la pequeñez de las empresas. Esta cantidad es el resultado de dividir el número total de empleos por el número total correspondiente a empresas indicadas en el Cuadro 5. Generalmente, la contribución relativa a la cantidad total de empleo de las industrias pequeñas (SSI), sigue muy de cerca la imagen indicada en el Cuadro 5. También, la elaboración de alimentos, la elaboración de madera y la reparación, tienden a alcanzar un número más grande de obreros si se les compara con el resto; por otro lado, el vestuario y las pequeñas industrias forestales (FB-SSI) no madereras muestran características opuestas.

La función más grande de insumo laboral para una empresa es la familia, que es, al mismo tiempo propietaria y dueño/operadora, y los miembros de sus familias. Está representando un porcentaje de la fuerza total de trabajo.

Construyendo ruedas de madera como lo hicieron anteriormente sus padres.

Cuadro 6: Composición industrial y magnitud relativa de las pequeñas empresas manufactureras en las áreas inventariadas (por grado de ocupación)

Grupos de empresas

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

N° medio de obreros por empresa

2,2

2,2

1,7

1,9

1,8

3,8

Magnitud relativa de tipos de pequeñas industrias (SSI) por grado de empleo (%)

1. Vestuario

24,8

24,6

4,3

37,6

51,4

58,1

2. Pequeñas industrias forestales (FB-SSI):


a) elaboración de la madera

15,0

14,1

13,9

9,6

14,8

5,1


b) Otros 1

19,8

2,2

19,3

9,6

14,8

5,1


Subtotal (FB-SSI)

34,8

16,3

33,2

23,9

20,3

13,0

3. Alimentos

6,8

37,5

5,3

11,9

4,6

22,4

4. Metales

5,7

2,9

3,8

4,9

18,3

1,4

5. Cuero y zapatos

5,3

2,8

0,5

1,9

1,4

0,3

6. Minerales no metálicos

1,7

10,4

2,4

8,6

2,7

1,7

7. Reparaciones 2

16,2

5,1

1,2

9,0

1,9

1,3

8. Otros

4,7

0,4

49,23

2,2

1,5

1,8

Total

100

100

100

100

100

100

Fuente: Ver Cuadro 2.

Notas:

1. “Otros” para las FB-SSI se refiere a las actividades forestales no madereras.

2. “Reparaciones” incluye bicicletas, autos, artefactos, etc.

3. El valor elevado para “otras” en Zambia se debe a la gran cantidad de cervercerías tradicionales.

Algunas características fundamentales de las pequeñas industrias forestales

Hay algunos rasgos básicos que caracterizan uniformemente las pequeñas empresas elaboradoras de productos forestales (FB-SSI), que se encuentran en forma típica en muchos países en vías de desarrollo. Algunos de estos rasgos incluyen también la naturaleza sencilla de sus operaciones, la razón de su ubicación rural en su conjunto, su accesibilidad relativa para el hombre pobre, para el sin tierra y para las mujeres, y finalmente la dependencia de la empresa en el papel que juega la familia. Algunos de estos rasgos derivan directamente de la pequeñez del tamaño de la empresa con inversiones relativamente pequeñas y una organización sencilla operativa.

El Cuadro 7 indica que la mayor parte de las empresas operan a partir del hogar. En Zambia y en Egipto más de tres cuartos de las empresas usan la casa o el lugar del hogar como área de trabajo y venta. En efecto, muchas de ellas (por ejemplo el 88 por ciento en Zambia) operan desde el espacio libre vecino a la casa. En Zambia solamente el 0,6 por ciento de todas las empresas pequeñas (SSE), y en Jamaica la cantidad total de máquinas por empresa era solamente del 0,7 por ciento (Fisseha, 1982).

Una gran cantidad de empresas se halla en asentamientos demográficos y económicos que son claramente de carácter rural o semiurbano. En todos los países más del 80 por ciento de las pequeñas industrias forestales (FB-SSI) se halla en dichas localidades. Por consecuencia, una gran proporción del empleo en las industrias forestales (FB-SSI) se encuentra en las áreas rurales en estrecha vecindad con las tareas agrícolas. En muchos casos la actividad de la pequeña industria forestal (FB-SSI) es encarada como un complemento a la ocupación agrícola o para proporcionar ingresos suplementarios.

El cuadro muestra también que las mujeres participan en la propiedad de pequeñas industrias forestales rurales (FB-SSI) varían desde el 3 por ciento en Bangladesh, hasta el 65 por ciento en Egipto. De la misma forma, la proporción de mujeres en la fuerza de trabajo va desde el 6 por ciento en Honduras al 31 por ciento en Egipto. En el caso de las pequeñas industrias forestales (FB-SSI), la ocupación de las mujeres se identifica en gran medida con actividades no madereras. En efecto, en algunos casos (por ejemplo en Jamaica), donde la ocupación tradicionalmente no es accesible a ellas, particularmente en trabajos de la madera, la tendencia de las mujeres es la de poseer (y administrar) ese tipo de negocios.

Exceptuando Bangladesh, la proporción de empresas operadas por el propietario varía solamente entre el 60 y el 65 por ciento. La actividad de la pequeña industria forestal es, claramente, un asunto de familia. Exceptuando Sierra Leona, la familia contribuye a más del 50 por ciento de la fuerza de trabajo, y aproximadamente la misma proporción a las horas de trabajo insumidas.

Casi todas las características antedichas son expresiones de la pequeñez de la empresa. El Cuadro 7 proporciona también cierta información sobre el tamaño de las empresas como grupo. El tamaño medio de las empresas en cada uno de los países comprende aproximadamente entre dos y cuatro personas. En efecto, la cantidad de empresas con una fuera de trabajo de más de diez personas está representado menos del 1 por ciento en todos los países exceptuando Honduras.

Cuadro 7: Resumen de las características básicas de las pequeñas industrias forestales (FB-SSI)

Características

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

Proporción del total de pequeñas industrias forestales (FB-SSI) (%):

Operaciones unipersonales

58

59

69

69

-

36

Producción en la casa, no en el taller

52

72

81

76

-

-

Ubicación rural:


- Empresas

88

100

96

80

99

97


- Empleo

79

100

95

65

96

-

Participación de la mujer:


- Propiedad

32

10

12

65

-

(3)


- Fuerza de trabajo

30

6

12

31

-

21

% miembros familiares en:


- Fuerza laboral (N°)

82

51

86

89

(41)

73


- Horas trabajadas

68

57

-

89

34

-

Valores medios

Número de trabajadores por empresa

2,2

2,2

1,7

1,9

1,8

3,8

Inversión total ($EE.UU)

3 030

1 055

-

-

431

255

Horas trabajadas anualmente por obrero

990

147

1 205

1 712

2 004

836

Valor de la producción anual por firma ($EE.UU.)

4 979

2 536

-

1 501

1 384

2 362

Fuente: Ver Cuadro 2.

Nota: La cantidad de horas por trabajador para Zambia se estimó a base de una visita de levantamiento de datos.

Excluyendo Sierra Leona, el número medio de horas anuales por trabajador podría ser asumido a todos los fines prácticos en 1 000. Con base en 40 horas semanales, ello totaliza sólo el 50 por ciento del tiempo laborable “disponible”. Ello, sin embargo, es un reflejo de la localización rural de la amplia mayoría de las empresas, donde el tiempo disponible puede ser compartido entre actividades del predio y ajenas al predio mismo. En Zambia, alrededor del 60 por ciento de los propietarios continuaron percibiendo ingresos agrícolas además de sus ingresos por las pequeñas industrias forestales (FB-SSI); en efecto, para casi dos terceras partes de éstos, el cultivo de la tierra era la tarea primaria antes de que comenzaran la pequeña empresa forestal industrial (FB-SSI).

Con respecto a los valores medios de las inversiones totales y el valor de la producción o venta, se nota una amplia diferencia entre los países. El valor para Bangladesh está notablemente fuera de la media, tanto en la cantidad de horas anuales como en la cantidad de inversión total. Teniendo en cuenta el nivel de ingreso per cápita tal como se indica en el Cuadro 2, no resulta claro el porqué el valor de la producción es también tan elevado.

Existen también amplias diferencias dentro de los países. Diferencias debidas al tamaño y localización vienen indicadas, por ejemplo, para dos países en el Cuadro 8. Las variaciones de producción debidas a estas dos características son particularmente consistentes y casi previsibles. Por lo tanto, la producción de las empresas de Jamaica, con una fuerza de trabajo mayor de cinco trabajadores, es casi dos veces y media más grande que las que tienen una fuerza de trabajo inferior o igual a cinco; una relación similar correspondiente rige también para los tipos urbano-rural. Una ulterior subdivisión indicaría aún mayores variaciones. La producción media para las operaciones unipersonales en la faja de escasa población, por ejemplo, es de 212 dólares EE.UU. en Honduras comprados con 16 053 dólares EE.UU. para empresas que emplean seis o más personas en la faja mayor. Las medias correspondientes para Jamaica son de 1 037 y de 25 172 dólares EE.UU. El Cuadro 8 muestra claramente la necesidad de apreciar mejor los efectos potenciales y la factibilidad de intervenir con diversas políticas en empresas caracterizadas por diversos tamaños, localizaciones y otros rasgos que las diferencian.

Entrega de muebles para el hogar.

Cuadro 8: Diferencias en el monto medio de capital acumulado y la producción anual entre las pequeñas empresas industriales forestales (FB-SSI) en Honduras y Jamaica, debidas a las características del tamaño y localización


Honduras

Jamaica 4

Tipos o categorías de empresas

Capital acumulado

Producción

Valor agregado

Capital acumulado

Producción

Valor agregado

Tamaño de la fuerza de trabajo: 1


- cinco o menos

884 3

2 058

1 515 2

2 675 3

10 884

6 239


- seis o más

6 232

15 692

7 714

11 033

25 171

22 517

Todos los tamaños Localización:

1 055

2 536

1 776

3 513

12 352

7 952


- rural

393

1 156

867

3 152

8 190

4 564


- urbana

2 278

5 164

3 234

3 719

22 567

16 564

Fuente: Datos de inventario.

Notas:

1. “Tamaño de la fuerza de trabajo” representa el número total de gente empleada en la empresa (o sea, incluyendo al propietario, los miembros de la familia, aprendices y obreros contratados).

2. “Todos los valores están dados en dólares EE.UU. a las tasas de cambio de 1 dólar EE.UU. = 1,78 dólares de Jamaica (1979), o 2,00 Lempiras hondureñas (1980).

3. Los valores de capital para los bienes fijos y herramientas se basan en los valores corrientes de reemplazo, más que en el precio inicial de compra o valores de libro actuales.

4. Los datos para Jamaica no han sido ajustados, ponderándolos por estratos como en el caso de otros informes.

El objeto de un proyecto puede, por ejemplo, ser el de expandir la producción entre los productores, aumentando la disponibilidad de materia prima (asumiendo que hay un mercado potencial disponible). Sin embargo, sólo la disponibilidad de materia prima puede no ser suficiente para obtener el objetivo; podría requerirse también una mayor habilidad productiva, más capital de inversión o una estrategia comercial más agresiva. La capacidad de las diferentes empresas para satisfacer estos requisitos puede variar según factores, como el tamaño y localización de la empresa, y el respaldo educacional del propietario (experiencia). Por supuesto, todos estos son puntos empíricos.

Contribución económica y viabilidad sectorial de las pequeñas empresas industriales forestales (FB-SSI)

En esta sección se evalúa la contribución económica de las empresas forestales industriales de pequeña escala, a partir de cuatro criterios: ocupación, capacitación del obrero, contribución al Producto Doméstico Bruto (PDB) y beneficios a la mano de obra familiar. En todos los países, la información sobre la viabilidad sectorial es muy limitada. Usando los datos disponibles, las variables o indicadores examinados para la viabilidad sectorial incluyen: (a) las tasas relativas de retorno por hora de trabajo familiar y la tasa de retorno por capital invertido, desde el punto de vista financiero y (b) los cambios a lo largo del tiempo en la cantidad de empresas y en la magnitud de la ocupación de mano de obra (pudiendo ambos ser un indicativo del ambiente global de la operación comercial).

Contribución económica de las empresas industriales forestales de pequeña escala (FB-SSI)

En el Cuadro 9 se presenta información sobre la mencionada contribución económica. En Jamaica y Zambia el grado de empleo en las pequeñas empresas forestales industriales varía respectivamente desde un 14 a un 29 por ciento sobre el empleo manufacturero total en la economía (p. ej. combinando ambas empresas industriales, pequeñas y en gran escala). Es difícil saber cuántas de estas personas estarían desocupadas si no existiesen las actividades de las pequeñas empresas industriales forestales (FB-SSI). En Zambia, alrededor del 16 por ciento de los propietarios/operarios dijeron que estaban desocupados antes de iniciar su actuales actividades en las pequeñas industrias forestales. Puesto que los propietarios podrían ser posiblemente más agresivos o emprendedores en sus motivaciones económicas comparados con sus obreros, es posible que el porcentaje de desempleo entre los obreros sea muy superior.

El segundo tipo de contribución, indicado en el Cuadro 9, es la capacitación técnica y comercial del obrero en la labor. Esta clase de capacitación es económica y efectivamente práctica, beneficiando aún al sector de la gran escala ya que algunos son al final empleados por ella. Para proporcionar capacitación técnica bajo formas oficiales para tal cantidad de obreros, el costo hubiera sido, por ejemplo, posiblemente de miles de dólares anuales. En cuanto a la capacitación comercial, muchos de ellos, mientras operan en calidad de aprendices u obreros calificados, viven en forma directa los pasos y estrategias del funcionamiento de la empresa, de manera que, con el tiempo, algunas de estas personas capacitadas se animan a abrir sus propios talleres llegando algunos a ser productores en gran escala.

En los países en vías de desarrollo, la contribución del sector manufacturero global al Producto Interno Bruto (PIB) varia generalmente entre el 10 y el 20 por ciento (ver Cuadro 2). La contribución de las pequeñas empresas industriales (SSI) al Producto Interno Bruto (PIB) varía típicamente, por otra parte, entre el 2 y el 20 por ciento, dependiendo del nivel del desarrollo económico y de las definiciones usadas para las empresas. Ello podría implicar que un monto entre el 10 y el 40 por ciento de la contribución manufacturera se origina en el subsector de las industrias en pequeña escala (SSI). Las pequeñas industrias con base forestal, a su vez, contribuyen con una cuota del 20 ó 25 por ciento de la cuota de las industrias pequeñas (SSI).

La contribución final de las pequeñas empresas forestales (FB-SSI) es el ingreso o retorno a la mano de obra familiar por sus actividades (FB-SSI). En término de cifras brutas, esto varía entre 308 dólares EE.UU. en Bangladesh a 2 494 dólares EE.UU. en Jamaica. Si se recuerda que estos promedios se generan a partir solamente de las unidades económicas más pequeñas, los niveles de ingresos reales para muchas familias pueden ser indudablemente muy superiores al ingreso per cápita indicado en el Cuadro 3. Por supuesto, un cuadro promedio apaga los detalles más refinados, y deben existir muchas empresas individuales en graves situaciones financieras o aun en el fracaso. Sin embargo, en su conjunto, los niveles de ingresos son razonables.

Cuando se comparan los ingresos de las pequeñas empresas industriales forestales (FB-SSI) con los salarios predominantes en una empresa en pequeña escala industrial forestal o en agricultura (muy posiblemente como empleador alternativo), el salario prevaleciente es sólo de alrededor de las dos terceras partes del retorno horario a la mano de obra familiar en la pequeña empresa forestal (FB-SSI), para la mayoría de los países (exceptuando Egipto). Mirándolo desde otro ángulo, el retorno horario para la mano de obra familiar por su actividad en una pequeña empresa industrial forestal (FB-SSI), es alrededor del 50 por ciento superior si se compara con los salarios horarios agrícolas prevalecientes. Trabajar en su propia actividad en una pequeña empresa forestal resulta ser, por lo tanto, mucho más remunerativo que el trabajo pagado, sea en el subsector de la industria forestal, sea en la agricultura.

¿Cómo se compara el retorno horario por mano de obra familiar en una pequeña industria forestal (FB-SSI), con el retorno correspondiente para actividades agrícolas? Solamente Tailandia y Sierra Leona tuvieron un estudio simultáneo sobre la actividad, tanto en la finca como fuera de ella, que permite observar a las familias incluidas en ambas actividades. Aun entonces, el retorno obtenido específicamente por las actividades de las pequeñas industrias forestales (FB-SSI) no puede ser separado de otras actividades de las pequeñas industrias (SSI). En Tailandia, las actividades de las pequeñas industrias (SSI) consumieron alrededor de un tercio de las horas totales trabajadas y generaron un retorno de alrededor del 20 por ciento mayor por las horas familiares, al retorno obtenido con actividades agrícolas en el predio. Comparando actividades dentro y fuera del predio en Nigeria, Matlon et al. (1979) dicen: “... los retornos tendieron a ser superiores en las empresas fuera del predio que en él”. Ellos atribuyen este retorno horario superior en las empresas pequeñas (SSE) al mayor costo de capital correspondiente. Por lo tanto, no solamente las pequeñas empresas son remunerativas con respecto a las empresas de los predios, sino que las familias rurales generan más retornos por hora por las actividades en las pequeñas industrias (SSI), que en el trabajo del predio mismo. Puesto que hay otros factores económicos y no económicos importantes a considerar, no es necesariamente obvio que las familias rurales deban concentrar su atención en trabajos fuera del predio a costa de las actividades del mismo.

Cuadro 9: Principales contribuciones económicas de las pequeñas empresas basadas en los productos del bosque

Contribuciones

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

Empleo total (‘000)

10,2

-

137,4

-

18,0

-

Obreros capacitados (N°)

1 773

-

4 547

-

-

-

Porcentaje de pequeñas industrias forestales (FB-SSI) sobre el total de pequeñas industrias (SSI)1








- Valor agregado (%)

47

16

-

18

23

18


- Valor de la producción en (%)

49

14

-

19

27

-

Retorno neto a la labor familiar ($EE.UU.)

2 494

1 221

-

495

371

308

Salarios prevalecientes como % del retorno a la labor horaria familiar en la pequeña industria forestal (FB-SSI)2

61

64

-

85

63

62

Tasa de retorno sobre las inversiones en pequeñas industrias forestales (FB-SSI) (%)

33,0

41,7

-

27,5

32,2

54,2

Fuente: Ver Cuadro 2.

Notas:

1. Las cifras financieras (todas en dólares EE.UU.) y la cantidad de aprendices se dan en una base anual.

2. El “retorno por hora-labor familiar en pequeñas empresas forestales (FB-SSI)” es antes de deducir el costo de oportunidad del trabajo familiar.

Viabilidad sectorial o crecimiento de las actividades de las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque

Aquí está el interés por supuesto, en la viabilidad del sector en cada país, y no en la rentabilidad relativa (y por lo tanto viabilidad) de las empresas individuales, caracterizadas por sus parámetros de tamaño específico, mercado, tecnología y administración. Puede observarse el crecimiento absoluto en el subsector de las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque (FB-SSI), en por lo menos dos formas fundamentales: el crecimiento medio en empresas individuales, tal como puede ser identificado midiendo cambios a lo largo del tiempo en sus ventas, empleo o inversión; o el crecimiento en la cantidad y composición de las empresas y su ocupación agregada, expandan o no sus ingresos o inversiones. Sería necesario el estudio de series de datos históricos para las mediciones a lo largo del tiempo, especialmente para el caso del primer procedimiento. Puesto que estos datos están raramente disponibles, muchos de los estudios por país han enfocado la descripción de la situación estática en ciertos momentos cronológicos de la vida de la empresa.

El hecho de que el retorno de una pequeña empresa elaboradora de productos del bosque (FB-SSI) por el trabajo horario familiar supera el salario prevaleciente, ¿indica acaso que debería existir una disponibilidad inmediata de empresarios para abrir sus propios “pequeños” negocios?, ¿o el hecho de que la tasa de retorno sobre inversiones en pequeñas empresas elaboradoras (FB-SSI) varíe del 28 por ciento en Egipto al 54 por ciento en Bangladesh (ver Cuadro 9) significa que debería haber un flujo de fondos externos hacia el subsector? Ambas especulaciones no son realísticas, ya sea por experiencia como por el análisis de las características de las empresas pequeñas. El capital de inversión, inicial u operativo, es normalmente un problema mayor para muchos productores en pequeña escala, y podría efectivamente bloquear a muchos propietarios potenciales en la tentativa de entrar en el subsector. Refiriéndose a este mismo problema, tanto en Sierra Leona como en Nigeria, Matlon et al. (1979) dicen: “Los costos de ingreso, incluso asociados con la tecnología más intensa en mano de obra y la escala de producción más pequeña posible, todavía eran sustanciales, comparados con los ingresos y la capacidad de inversión de aquellos hogares”. Agregan también, “por último, los datos de Sierra Leona hallaron que los requisitos de capital resultaron ser el factor limitante principal para la participación de las familias de bajos ingresos en ocupaciones de altos beneficios fuera del predio”.

Con referencia a la disponibilidad de fondos externos de inversión, hay que señalar dos cosas. Primero, los créditos institucionales prácticamente no son disponibles para productores en pequeña escala debido a una cantidad de factores 2; segundo, las elevadas tasas de retorno pueden, en realidad, ser específicas de la particularmente pequeña base de capital sobre la cual se calcula la tasa de retorno o por la forma en que una pequeña empresa es organizada y operada, por ejemplo, la relación orgánicamente inseparable entre los fondos que pertenecen al propietario, el hogar y/o la familia. Y puesto que el tamaño absoluto del ingreso generado por dichas empresas es relativamente pequeño, no mucha gente con dinero desearía invertirlo y operarlo personalmente al nivel de escala que caracteriza estas pequeñas empresas (SSE). Por lo tanto, el supuesto atractivo potencial para las inversiones puede no ser tan grande como vendría sugerido por las primeras impresiones.

2 Para un análisis más completo de los temas relacionados con asuntos financieros, ver el documento de Brunton (en esta publicación).

En la misma línea de pensamiento, el punto de si tales tasas elevadas de retorno estimulan a los propietarios existentes a invertir más y expandir sus actividades, será examinado con relación a la disponibilidad general de fondos discutido en la sección siguiente que trata de los problemas y limitaciones que enfrentan las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque.

Por último, varios de los estudios actuales dan a entender que la cantidad de empresas en el grupo de las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque (FB-SSI) han ido creciendo o por lo menos no declinando en el pasado reciente. La mayor parte del crecimiento declarado se basa en la propia apreciación subjetiva del propietario sobre el ambiente del negocio. La percepción del empresario de las tendencias en la cantidad de empresas en la localidad circunvecina, los cambios en su propia producción, así como la percepción general de la demanda total del mercado, son tomados en cuenta en dichas evaluaciones. De acuerdo con este enfoque subjetivo, la cantidad de empresas pone en evidencia consistentemente una tendencia de crecimiento o expansión. La técnica del estudio es, sin embargo, incapaz de tomar en cuenta la mortalidad de empresas, puesto que se han entrevistado sólo empresarios de unidades sobrevivientes.

Se han hecho esfuerzos para utilizar enfoques estructurados objetivamente, a fin de medir los cambios en la cantidad de empresas y su ocupación de mano de obra. En Sierra Leona (Chuta et al., 1981) el inventario cuantitativo de la Fase I mencionado en la sección 1 fue repetido seis años más tarde en las localidades con una población superior a 2 000, para observar dichos cambios. El inventario repetido evidenció que el grado de ocupación entre todas las pequeñas empresas (SSE) había crecido a una tasa anual del 3,2 por ciento. En Jamaica, la cantidad de empresas fue creciendo a un ritmo anual del 2 por ciento en 1979/80, si bien el país estaba cruzando una grave recesión económica. En Bangladesh, se estima que las pequeñas empresas industriales (SSI) crecen a un ritmo anual del 4,7 por ciento. Para Jamaica y Zambia, las tasas estimadas de crecimiento anual equivalentes para el grado de ocupación e inversión en el curso de la vida de la empresa se indican a continuación:

Tasas anuales de crecimiento

Jamaica

Zambia

Fuerza de trabajo:


Urbana

9

7


Rural

2

3

Inversión:


Urbana

4

30


Rural

20

12


Parece cierto, sin embargo, que en muchos países en vías de desarrollo la cantidad de pequeñas empresas (SSE) crece, tanto en tiempo de expansión económica nacional como en tiempo de contracción - esta última acompañada por un encogimiento general del ingreso empresarial. Durante la expansión económica, el creciente poder adquisitivo de los consumidores es una atracción para los nuevos participantes; y durante la contracción económica, el sector de las pequeñas empresas (SSE) actúa como recurso final para quienes están perdiendo sus puestos, especialmente en el sector de la gran escala - este ha sido el caso, por ejemplo, en Jamaica (Fisseha, 1982). Al servir también como refugio para quien no tiene ocupación o ha sido desplazado, ayuda probablemente a diluir el malestar social o agitación que de otra manera acompañaría toda recesión económica. Sin embargo, debería llamarse la atención sobre el hecho de que el aumento en la cantidad de empresas, en momentos de contracción económica, corresponde principalmente a las muy pequeñas, que no requieren importantes inversiones de capital.

Por último la situación con las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque (FB-SSI) es muy peculiar, en el sentido de que si su disponibilidad local de materia prima disminuyese repentinamente, ellas se enfrentarían con problemas particularmente graves, dado que muy pocas pueden encarar sustitutos importados. Este tipo de fenómeno tendría un efecto drástico sobre su cantidad y grados de ocupación de mano de obra. La sección siguiente analizará hasta qué punto las escaseces de materia prima, entre otras cosas, han sido un problema.

Problemas y limitaciones principales con que se enfrentan las empresas basadas en el bosque

En esta sección se hará una breve revisión de los problemas relacionados con las materias primas, las finanzas y la demanda-mercado de los productos, para las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque (FB-SSI). Se ha hecho hincapié en estos tres problemas, puesto que son los que más frecuentemente vienen citados por parte de los productores de las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque (FB-SSI). El Cuadro 10 muestra la jerarquización de estos tres problemas, considerados objetivamente por los productores de las pequeñas industrias forestales como los problemas más serios a enfrentar.

Problemas de materia prima

Las materias primas son cada vez más el problema de mayor preocupación que enfrentan los productores de las pequeñas industrias forestales (FB-SSI), simplemente porque en muchas áreas su disponibilidad se reduce progresivamente más. En muchos países en vías de desarrollo, la disponibilidad de materias primas, particularmente maderas, es el factor limitante para el crecimiento o aun el sostenimiento de la industria artesanal.

Cuadro 10: Jerarquización de las apreciaciones de los empresarios sobre los principales problemas con que se enfrentan las pequeñas empresas elaboradoras de productos forestales (FB-SSI)

Area del problema

Clasificación del problema

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

Financiera

1

(1)1

3

-

1

(1)

Materia prima

2

(3)2

2

1

2

(2)

Demanda-mercado

3

-

4

2

3

(7)

Otros

-

(2)3

1

3

-

(3)

Fuente: Ver Cuadro 2.

Notas:

1. El número “1” indica que el problema fue clasificado como el “más importante”.

2. Los números entre paréntesis indican que la clasificación es para el grupo total (SSI) de pequeñas industrias y no solamente para las pequeñas empresas elaboradoras de productos forestales (FB-SSI).

3. Los “otros” problemas vienen citados solamente cuando se ubican entre las tres clasificaciones más elevadas.

Cuando los problemas de materia prima se deben principalmente a una disponibilidad decreciente de recursos naturales domésticos (p. ej., juncos, caña, bambú, rota, madera, etc.) de un país, no hay mucho que se pueda hacer a corto plazo para aumentar la disponibilidad, particularmente de bambú, rota y madera, tan sólo estimular una utilización más eficiente de lo que hay disponible. Sin embargo, aparte de los problemas relativos a la dotación de recursos naturales, hay otros, posiblemente igualmente significativos, que pueden provocar problemas de materias primas.

Estos incluyen aspectos tales como la distribución o los sistemas de precios, y la eficiencia de los cuerpos reguladores que tienen el mandato de vigilar la utilización (explotación) y conservación de dichos recursos. En Tailandia y Filipinas, los problemas respectivos de la teca y de la rota fueron relacionados con una tendencia restrictiva de las agencias reguladoras, si bien las modalidades destructivas en la cosecha de estas materias estaban también contribuyendo al problema. Por otra parte, el principal problema de materia prima en Jamaica era la falta de divisa externa, para comprar madera y otras materias primas importadas tales como productos para su acabado. También con la madera en Jamaica y la rota en Filipinas, la insuficiente capacidad técnica y conocimiento del proceso de dicha materia prima, era un factor que contribuía al desperdicio y, por lo tanto a la escasez de esa materia prima.

La segunda mayor fuente de problemas de materia prima es el sistema de comercialización. Debido al deficiente transporte o a la distribución monopolística, los recursos son inaccesibles o no disponibles. Pueden también enfrentarse precios elevados o inestables. En cierto modo éstos eran los problemas en Bangladesh y en Egipto.

Si bien los precios de los productos crecían de la misma manera o aun más, las tasas de aumento anual de precios de la materia prima, clave para las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque (FB-SSI), fueron del 27 por ciento en Jamaica (comparable con el 31 por ciento para los productos clave), del 18 por ciento para materia prima en Zambia (15 por ciento para los productos) y del 20 por ciento en Bangladesh (lo mismo que para los productos). Puesto que la materia prima representa solamente del 10 al 25 por ciento del valor del producto acabado, los aumentos de precios arriba mencionados no eran necesariamente insoportables, pero podrían provocar graves escaseces de capital de trabajo. Toda planificación hacia el futuro se torna virtualmente imposible allí donde los precios fluctúan en forma notable.

Los productores en pequeña escala posiblemente estarían en mejores condiciones de enfrentar mejor las escaseces (por ejemplo, por una sustitución con materiales más baratos, con deshechos o reciclados) que en el caso de los competidores mayores. Sin embargo, los pequeños se encuentran siempre en desventaja en cuanto a descuentos de precios por volumen, importación libre de impuestos y a su capacidad de conseguir préstamos. En efecto la falta de capital de trabajo les impedirá evitar los efectos de una rápida escalada de precios de la materia prima, por medio de la formación de reservas cuando los precios de la materia prima con moderados (por ejemplo durante los períodos de abundancia).

La proporción varía de país a país de acuerdo con el tipo de empresa, pero la materia prima representa generalmente del 15 al 25 por ciento del valor bruto de la producción. En el Cuadro 11 la relación materia prima-producción está indicada para diferentes tamaños y ubicaciones de las empresas en los casos de Jamaica y Honduras. El cuadro parece indicar que las empresas mayores y más urbanas tienden a tener una relación materia prima-producción más elevada. No resulta muy claro en el cuadro si las empresas más grandes, que en su mayor parte se encuentran en áreas urbanas, tienen una relación más elevada al usar materia prima más cara (p. ej., de mayor valor o importada), o si son ineficientes en su empleo. Por otro lado, algunas pequeñas empresas rurales elaboradoras de productos del bosque producen su propia materia prima - materiales cuyo valor no puede ser estimado más que por la cantidad de horas que se dedicaron a su producción. Por consecuencia, tendrían la tendencia a indicar una relación materia prima-producción inferior, si se las compara con sus contrapartidas urbanas mayores. La razón real podría ser una combinación de estas dos posibilidades.

Si se observan solamente las operaciones unipersonales, las áreas más urbanas tienden a tener una relación más elevada que en el caso de las más rurales (p. ej., 0,20 versus ó 0,14 para Honduras y 0,33 vs ó 0,13 para Jamaica). Si se minimiza el efecto de la localización, observando áreas que no son ni demasiado urbanas ni demasiado rurales, la elevada relación para las empresas mayores aún persiste en el caso de Honduras mientras es menos consistente en Jamaica.

Cuadro 11: Relación materia prima-producción para diferentes tamaños y localizaciones de las empresas - por ejemplo, para Honduras y Jamaica

Tamaño de la empresa
(o sea N° de obreros por unidad)

Relación del valor de la materia prima con el valor de la producción

Rural 1

Semirural 2

Semiurbana 3

Urbana 4

Todas

Honduras:

1

0,14

0,17

0,20

-

0,18

2 - 5

0,14

0,16

0,20

-

0,19

Más de 5

-

0,26

0,42

-

0,38

Todos los tamaños

0,14

0,20

0,27

-

0,26

Jamaica:

1

0,13

0,16

-

0,33

0,16

2 - 5

0,13

0,12

0,19

0,26

0,19

Más de 5

-

0,13

0,29

-

0,24

Todos los tamaños

0,13

0,14

0,23

0,27

0,20

Fuente: Datos del estudio, Jamaica (1979/80) y Honduras (1980).

Notas:

1. “Rural” se refiere a poblados o villas con una población de 2 000 personas o menos.

2. “Semirural” se refiere a localidades con una población inferior a 20 000 personas, que se encuentran en forma característica en emplazamientos rurales.

3. “Semiurbanas’” se refiere a localidades con una población de 20 000 o más. Según esta definición, no hubo de hecho en Honduras localidades semiurbanas en el caso del inventario, sino solamente rurales y semirurales.

4. “Urbanas” se refiere en este caso a la ciudad capital, Kingston.

Problemas relacionados con las finanzas

Observando el Cuadro 10, el aspecto financiero parece ser la principal preocupación de los productores. Los problemas financieros podrían ser subdivididos convenientemente en dos grupos: inversiones (inicial o expansión) y capital de trabajo. Los asuntos referentes al capital de inversión se refieren a la disponibilidad de fondos adecuados para invertir en una empresa de tamaño óptimo, o de acuerdo con la técnica de producción disponible. En el caso de problemas de capital de trabajo, la preocupación reside en la adecuación de los fondos para enfrentar los gastos corrientes (incluyendo pequeñas reservas de insumos y productos) en los momentos oportunos. Históricamente, el centro de la discusión sobre asuntos financieros de las pequeñas industrias (SSI) se limitó al capital de inversión. Sin embargo, hay cada vez mayores evidencias de que las necesidades de capital de trabajo entre los propietarios de las pequeñas industrias (SSI) son tanto, sino más, importantes que éste. Por ejemplo, alrededor del 90 por ciento de los problemas financieros en Jamaica se debían a escasez de capital de trabajo. En Honduras casi las dos terceras partes de los propietarios que obtuvieron créditos, los utilizan para las necesidades de capital de trabajo (Kelley y Coronado, 1979).

El capital inicial medio de inversión varía desde 50 dólares EE.UU. en Zambia a 450 dólares EE.UU. en Jamaica. Hasta alrededor de las 3/4 partes de esta fuente financiera se debe a ahorros personales y a donaciones de parientes y amigos (Cuadro 12). Los préstamos, la mayoría de los cuales vienen también de parte de parientes y amigos, alcanzan a menos del 10 por ciento.

Más del 80 por ciento del capital de expansión proviene también de ahorros personas y de la reinversión de beneficios. El examen de un ejemplo al azar de casi 1 000 empresas pequeñas (predios agrícolas y otros), indicaron que menos del 1 por ciento había recibido un préstamo por parte de una institución financiera oficial (Matlon, et al. 1979) - ¡Lo pequeño puede ser hermoso, pero cuando se llega al crédito parece no ser atractivo!

Los recursos financieros externos para capital de trabajo son mucho más difíciles de obtener, si bien su necesidad podría ser de vital importancia a causa de los precios crecientes de los insumos, de la demanda deprimida, de la estacionalidad de la producción y de las ventas de la producción con crédito, sin tener compensación con préstamos para la adquisición de los insumos. Los bancos comerciales no tienen éxito en otorgar préstamos a las empresas muy pequeñas. Sus tasas de interés y requerimientos de garantías colaterales son muy elevados, para salvaguardarse de lo que ellos consideran préstamos costosos y riesgosos a las pequeñas empresas (SSE); si alguna vez el pedido de préstamo tiene suerte, el tiempo que toma su proceso y a veces la manera de desembolsar los fondos, son sumamente lentos. Por ejemplo, el tamaño de la garantía colateral en Bangladesh y Jamaica eran respectivamente del 300 y 400 por ciento del préstamo nominal por parte de instituciones oficiales. Los préstamos no oficiales, por otra parte, si bien caros en términos de tasas de interés, están disponibles y accesibles con menos complicaciones, sin necesidad de garantías colaterales exorbitantes.

Cuadro 12: Fuentes de capital inicial y para expansión de las pequeñas empresas industriales (SSI)


Haití

Bangladesh

Sierra Leona

Fuentes de capital inicial (%):

Ahorros personales y donaciones

72

73

76

Préstamos

12

4

6

Otras fuentes

16

23

18

Capital inicial total

100

100

100

Fuentes de capital de expansión (%):

Ahorros personales y ganancias reinvertidas

81

89

88

Préstamos (todas sus fuentes)

19

11

8

Otros recursos

0

0

4

Total

100

100

100

Fuente: FAO, 1985.

El asunto de las necesidades financieras de los productores en pequeña escala y como dirigirlas es, desgraciadamente, muy controvertido, y a veces se pierde en argumentaciones políticas que pueden estar divorciadas de la realidad. Existe a veces la tendencia de minimizar la importancia de las limitaciones financieras de los productores pequeños, y de no aprobar préstamos preferenciales o darles servicios que puedan ayudarlos a acceder al mercado financiero comercial. Por otra parte, no seria correcto culpar de todos los problemas a las limitaciones financieras, y justificar así préstamos “fáciles” a todos y algunos productores de industrias pequeñas (SSI). De acuerdo con el ambiente económico general, el tipo de empresa y la fase en el ciclo de producción, puede presentarse una situación de genuina necesidad financiera. Asimismo, según los problemas que impiden a los productores de las pequeñas industrias (SSI) acceder al mercado financiero privado (oficial o extraoficial), podría haber razones justificadas para que las instituciones públicas se hagan presentes y faciliten las cosas.

Las pequeñas empresas industriales (SSI) urbanas son relativamente más intensivas en capital que sus equivalentes rurales; consecuentemente tienen una productividad de la mano de obra más elevada. En Honduras, por ejemplo, la relación capital-trabajo-obrero (horas) para las empresas rurales es del 0,05 comparadas al 0,16 para las empresas en las áreas urbanas; la productividad laboral correspondiente (relación producción-trabajo) es respectivamente del 0,97 y 1,67. También en Jamaica, la productividad del capital para las empresas rurales era cuatro veces mayor que en su contrapartida, las empresas urbanas.

Problemas de demanda o de comercialización

Los pequeños productores de bienes derivados del bosque atienden en primer lugar las necesidades de los consumidores rurales y de los urbanos, con ingresos relativamente bajos. Un punto que a menudo se plantea es si a medida que aumenta el ingreso del consumidor decae la demanda para las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque, o sea, si estos productos son bienes “inferiores” en palabras económicas. Los pocos estudios llevados adelante sugieren que no es así: Así, en Sierra Leona la elasticidad del ingreso sobre la demanda resultó en el curso del estudio, del 0,88, indicando que por cada aumento del 10 por ciento en el ingreso, el consumo de bienes de pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque: (FB-SSI) aumentaría un 8,8 por ciento.

Parecería que las estrategias de desarrollo que estimulan la redistribución del ingreso, darían por resultado también un mayor consumo de productos de las pequeñas empresas (y de allí más empleo). Obviamente, hay una cantidad de puntos relevantes que deben ser observados atentamente para establecer si éste será efectivamente el resultado.

El tema del mercado y las estrategias de comercialización por parte de los productores de pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque (FB-SSI), es un área, como la administración, que puede no haber sido estudiada a fondo. Los productores de las empresas forestales en pequeña escala desarrollan una muy limitada promoción de mercado, en el sentido moderno de la publicidad. Sin embargo, hay una cantidad de maneras, si bien informales, por la que los productores tratan de promover sus productos entre clientes existentes o potenciales. En Jamaica, la creciente promoción de un producto corrió pareja al aumento de la rentabilidad.

Carbón vegetal empaquetado, listo para el mercado.

Una mayor vinculación de los productos de las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque: (FB-SSI) con los productores en gran escala, ya sea a través de ventas en mercado libre o por subcontratación, no parece ser tan sustancial. La limitada subcontratación existente parece tener lugar dentro del mismo subsector de las pequeñas empresas industriales (SSI), entre las categorías de tamaño mayor y las de tamaño menor de productores en pequeña escala. Parecen existir excepciones a esta regla particularmente en algunos países de Asia.

Una cooperativa de aldea recolectando madera.

Por último, la exportación es otra salida importante para los productores de pequeñas empresas industriales forestales (FB-SSI), ya sea por medio de una exportación directa, o indirectamente, a través de la venta de sus productos a los turistas o a comerciantes que los hacen llegar a los turistas. En Jamaica y Bangladesh, se estimó que alrededor del 10 por ciento del valor de la producción total de las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque: (FB-SSI) es exportado. Se estimó (Boomgard, 1983) para Tailandia que el 6,5 por ciento del valor de la producción de las mayores entre las pequeñas empresas fabricantes de muebles y accesorios (las SSI mayores) se exportaba.

Limitaciones relacionadas con la capacidad de gestión o empresarial

La calidad de la gestión de las pequeñas industrias (SSI) es fundamental, tanto para la viabilidad de una empresa como para el éxito de todo esfuerzo externo que intervenga. Una de las características especiales de los propietarios de las pequeñas industrias, es que ellos son inversionistas y gerentes al mismo tiempo. No hay suficiente capacidad para contratar gerencia competente externa. Esta situación, al final de cuentas, podría no ser tan mala. La elevada tasa de retorno sobre las inversiones en pequeñas industrias observada anteriormente, parece deberse al hecho que el empresario o propietario es planificador y gerente de la empresa. Es este tipo de relación la que permite llegar a la conclusión de que lo pequeño es, de verdad posible.

Muchos sospechan que a medida que la empresa crece su administración podría ser un factor limitante. El tema de la debilidad de gestión, aun en ausencia de expansión, es algo que tiene que ser analizado. Existen, en efecto evidencias de que éste podría ser un problema más serio. En Jamaica alrededor del 20 por ciento de los propietarios no llegaron a identificar, uno o más rubros fundamentales de costos en su empresa. Alrededor del 17 por ciento de ellos fallaron, en efecto, en la identificación de tres o más rubros de costos. Tales problemas podrían llevar inevitablemente a una reducción de los ingresos del negocio y posteriormente, aun a su cierre. Problemas de este último tipo posiblemente podrían aligerarse con la experiencia y posiblemente con la capacitación para el mejoramiento de ciertas prácticas. El Cuadro 13 indica algunas características de los productores de las pequeñas empresas elaboradoras de productos forestales que pueden influenciar su eficiencia, pero no indica ciertas prácticas que podrían ser aún más cruciales (tales como la reunión de información, técnicas de producción y estrategias comerciales). Dichas prácticas podrían, por otro lado, ser el objeto de una intervención, cuyo éxito puede depender de la clase de atributos indicados en el Cuadro 13.

La edad del propietario relacionada con la edad de la empresa podría indicar la duración o amplitud de la experiencia en una determinada línea industrial. El haber sido entrenado inicialmente como aprendiz podría ayudar también a que la persona sea expuesta a las diversas facetas de las actividades del negocio.

El nivel de registro de datos es muy primitivo en todos los países, exceptuando Sierra Leona. El papel del mantenimiento de registros para mejorar el negocio no está siempre demostrado por la evidencia empírica. Posiblemente existe un nivel en las actividades del negocio, en que el mantenimiento de registros se vuelve absolutamente necesario para que la operación sea eficiente. También para muchos otros, el mantenimiento de libros tiene su costo: desgraciadamente puede no ser costo-efectivo para todos los productores de pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque, conservar o usar registros escritos.

Cuadro 13: Características de la gestión de los productores o propietarios de las pequeñas empresas elaboradoras de productos derivados del bosque (FB-SSI)

Características del propietario o del productor

Jamaica

Honduras

Zambia

Egipto

Sierra Leona

Bangladesh

Proporción de horas de trabajo en la empresa contribuidas por el propietario (%)

64

53

-

(84) 1

(34)

-

Edad media

40

41

38

49

-

-

Inició su propia empresa (%) 2

98

99

(78)

49

-

42

Tasa de alfabetismo (%)

97

74

58

-

33

59

Años de educación

6

-

-

1

-

-

% que contrata aprendices

78

52

(63)

28

(90)

25

% que mantiene registros de la empresa 3

7

9

9

-

21

4

Fuente: FAO, 1985; y Fisseha, 1982.

Notas:

1. Las cifras entre paréntesis se refieren a todas las pequeñas empresas industriales (SSI).

2. “Inició su propia empresa” se refiere al porcentaje de propietarios que inició su empresa de la nada.

3. “Llevar registro” se refiere a quienes tienen cualquier tipo de registro, no necesariamente registros completos.

La información incluida en el Cuadro 13 podría proporcionar algunas indicaciones sobre el nivel potencial de la calidad empresarial. Directamente no pone en evidencia el potencial de éxito en el caso de empresas individuales. Dicha información puede deducirse, con buenos resultados, del análisis comercial de las operaciones y de la inspección cuidadosa de la experiencia histórica de cada propietario, dentro del ambiente económico (mercado) y las políticas prevalecientes. Puesto que la disponibilidad de datos sobre el flujo de insumos y productos a lo largo de un ciclo de producción es más bien una excepción que un hecho común para las pequeñas empresas, la factibilidad de un análisis comparativo financiero o de la empresa, completo es casi imposible - a menos que se tome el tiempo necesario para recopilar los datos necesarios para llevar a cabo dichos análisis.

Además, si hay que prestar atención adecuada a otras actividades relacionadas, que pujan por los fondos y el tiempo del propietario, el período de referencia requerido para la recopilación de dichos datos puede llegar a ser bastante largo; por consecuencia, el análisis cuantitativo del negocio a los fines de una intervención suele quedar limitado a la investigación de las empresas más grandes, urbanas, que mantienen registros, descartando de esta forma del cuadro a las empresas más chicas que comprenden la porción mayor del subsector de las empresas industriales en pequeña escala (SSI).

Según cual sea el objetivo, puede no ser necesario tener datos completos, ni depender exclusivamente de evaluaciones cuantitativas. Si se dispone de información básica sobre ciertas actividades y grupos industriales, podrían recopilarse datos útiles rápidamente para producir indicadores o magnitudes comparativas aproximadas de ciertas variables. Por ejemplo, los costos de obtención de materia prima pueden indicar diferencias en la calidad de la gestión.

Cualesquiera sean las estimaciones cuantitativas disponibles, ellas deberán ser suplementadas con evaluaciones semicuantitativas y subjetivas. En efecto, las investigaciones sobre viabilidad de la empresa que traten con variables no cuantificables, tanto internas como externas a la empresa serán de mucha importancia también.

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