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Capítulo 3 - El sistema de corte y quema/barbecho

VISION GENERAL: VARIACIONES Y SIMILITUDES

No obstante que este trabajo se centra en la agricultura migratoria en las zonas tropicales húmedas, debe reconocerse que dentro de esta amplia clasificación regional existen diferencias de clima, terrenos, población y antecedentes históricos, los cuales han tenido grandes repercusiones en los sistemas agroecológicos de corte y quema existentes.

En los trópicos húmedos hay diferencias regionales que han tenido gran impacto sobre los sistemas de corte y quema existentes.

El clima

La cuenca amazónica es una de las regiones más lluviosas del mundo. Aproximadamente la mitad de la precipitación pluvial se genera mediante la recirculación del agua dentro de la región; el otro cincuenta por ciento se origina en el Océano Atlántico. La cantidad y frecuencia de las lluvias se incrementa normalmente de este a oeste; la mayor precipitación pluvial ocurre en junio al norte de la línea ecuatorial, y en enero hacia el sur de ésta (Hame y Vickers 1983). La cuenca del Congo es más seca, aun en su parte central puede haber una «estación seca» que dura hasta dos meses, mientras que la pluviosidad en la periferia de la cuenca es especialmente inestable al principio y al final de la temporada de lluvias (Miracle 1973, Kowal y Kassan 1978).

A diferencia de la cuenca contenida del Amazonas, Asia sudoriental es una extensión grande e irregular de mar, islas, montañas y valles de tierra firme. Alrededor de la mitad del territorio es continental (Birmania, Tailandia, Vietnam, Laos, Camboya. Singapur y Malasia peninsular), mientras que la otra mitad es insular (Indonesia, Filipinas). El régimen pluvial de esta región se divide en dos grandes categorías: una distribución casi igual de lluvia durante todo el año (península Malaya, Borneo, Sumatra, Java Occidental, Las Molucas y las Filipinas Orientales); y las características monzónicas más comunes de una estación de fuertes lluvias con una estación seca muy específica (Tailandia peninsular, el litoral de Birmania, Kampuchea, Sulawesi y las Filipinas Occidentales). Las zonas más secas reciben normalmente menos de 1500 mm. de precipitación pluvial anual (Capistrano y Marten 1989). Como es común en las zonas isleñas y montañosas, puede haber variabilidad de año en año y de lugar en lugar, dentro de una delimitación climática. Estas desviaciones climáticas locales, con respecto al promedio regional, crean diferentes microambientes. Los microambientes que se originan en la variación de la pluviosidad se diferencian, además, por la ubicación de los suelos, el bosque y los recursos ribereños/marítimos (Warner 1981).

Los terrenos

A diferencia de la cuenca amazónica y de Africa, los terrenos de corte y quema en todo el sudeste asiático están formados por colinas y valles. Las fuertes lluvias que caen sobre estos terrenos hacen difícil una agricultura intensiva en las laderas de los cerros porque sobreviene la erosión, a expensas de los cerros y en beneficio de las tierras bajas, cuyos suelos aluviales fértiles son la base del cultivo de arroz de tierra anegadiza en la región (Capistrano y Marten 1986).

La población

Las densidades demográficas en la cuenca amazónica son bajas. Las poblaciones indígenas de América fueron diezmadas por enfermedades del Viejo Mundo, al momento de la conquista. En la Amazonía, después de las primeras epidemias, vinieron la persecución y la marginación de muchos grupos indígenas. En respuesta a estas presiones, algunos sobrevivientes se alejaron del contacto y se adentraron en el bosque. También hubo una «destribalización» en determinados lugares, cuyos habitantes eran ancestralmente tribales pero ya no practicaban sus costumbres o no formaban parte de determinado grupo. Las misiones cristianas agruparon y reasentaron a las poblaciones dispersas (Roosevelt 1989).

Las bajas densidades demográficas actuales en las áreas tribales son más indicativas del efecto de las pandemias y persecuciones del pasado, que de la capacidad de sustentación de los agroecosistemas autóctonos de la Amazonía. ¿Qué conocimientos se habrán perdido por las pandemias del pasado y por la persecución que continúa hasta hoy día? Es difícil decirlo. En las sociedades pequeñas, aunque algunos conocen más que otros sobre plantas, animales, medicinas, ritos, etc., todos saben lo suficiente para realizar todas las tareas básicas que les incumbe en la sociedad. Puede haberse perdido el conocimiento más autorizado, pero queda el «know how» de cada día. Los estudios referentes a los pueblos amazónicos indican que sus conocimientos autóctonos son lo suficientemente completos para permitirles mejorar y mantener diversas actividades de abastecimiento.

Tal como sucedió en la cuenca amazónica, ciertas zonas de Africa fueron desplazadas como resultado del contacto con el Occidente. El comercio de esclavos jugó el mismo rol en Africa que las enfermedades introducidas al Nuevo Mundo por el Viejo Mundo. Pese a esto, Africa tiene en la actualidad la tasa de crecimiento demográfico intrínseco más alta de toda la zona tropical húmeda (2.6%). Las creencias de la población aborigen y las costumbres matrimoniales que propiciaban familias numerosas en el pasado, siguen suficientemente arraigadas como para que se procreen muchos hijos. Las tasas de crecimiento demográfico se han incrementado porque persisten las altas tasas de fertilidad, ya no hay muertes causadas por guerras e incursiones entre tribus y existe una mayor disponibilidad de servicios médicos modernos. Esas altas tasas de crecimiento demográfico ejercen presiones sobre los sistemas tradicionales de rotación de campos de cultivo (Pieri, 1987). Este es un problema, no por la gran cantidad de gente, sino por la forma como se incrementa rápidamente la población. Si una aldea duplica su población cada generación, puede llegar a quedarse sin suficientes tierras para continuar con el actual sistema de rotación. Tampoco podrá recurrir a los medios tradicionales (como la agresión abierta contra otra tribu) para adquirir más tierras.

En Asia sudoriental las densidades demográficas varían mucho, según el grado de urbanización y los sistemas de utilización de la tierra. Las actuales densidades demográficas de los agricultores de corte y quema oscilan entre un mínimo de 12 personas por Km2 (Laos septentrional) y un máximo de 35 personas por Km' (Tailandia septentrional) (Boklin 1989, Kunstadter 1987b). Al igual que sus similares amazónicas, las tribus de los pueblos del sudeste asiático practican el corte y quema integral. A estos grupos, que difieren de la sociedad campesina de las «tierras bajas» en cultura, lengua y religión y su poco poder político, se les considera inferiores. Generalmente a los agricultores de corte y quema se les suele calificar como «precarios» más que como «propietarios», y están aumentando los conflictos entre los madereros, los migrantes y los agricultores migratorios. La respuesta de estos últimos a la presión demográfica de los «inmigrantes» ha sido la «emigración», el trabajo asalariado y, de ser posible, la intensificación agrícola.

Patrones de asentamiento

Pese a las excepciones, las poblaciones aborígenes de la Amazonía y del sudeste asiático están constituidas principalmente por aldeanos. Viven en pequeños asentamientos, más que en fincas individuales. Aunque una familia puede pasar una parte del ciclo agrícola en una casa provisional junto al campo donde cultiva, su residencia principal está en un asentamiento. En Africa las fincas pueden tener las características de un caserío: un hogar polígamo con varias esposas e hijos casados con sus esposas pueden convertirse en un caserío tanto por su tamaño, como por su función.

El emplazamiento del caserío puede haberse escogido con criterios que no sean los de la calidad de los terrenos cultivables aledaños. En todo el trópico, en un área donde hay varias zonas ecológicas (montañas, bosques, praderas y pastizales, áreas inundables), un caserío puede estar situado en una zona transicional que brinda acceso a cada zona ecológica y a sus recursos (Posey 1983).

En ciertos lugares de la Amazonía, donde existe una zona ecológica dominante, los criterios empleados para decidir sobre el emplazamiento de una aldea tienen que ver con el bienestar de la comunidad: materias primas para los ritos, abundantes animales de caza y/o peces, buena visibilidad para evitar incursiones sorpresivas y disponibilidad de agua. Estos criterios pueden primar sobre los beneficios de la fertilidad inherente de los suelos cerca del emplazamiento, no porque los pobladores desconozcan cuál es la fertilidad de los suelos sino porque cultivan mandioca, el cultivo básico de muchos grupos amazónicos (Moran 1989). La mandioca está muy bien adaptada a los suelos tropicales y crece incluso en ausencia de elementos nutrientes, en suelos ácidos o que tienen un alto grado de toxinas de aluminio. El hecho de que la mandioca tolere la poca fertilidad de los suelos permite emplear otros criterios para decidir sobre el emplazamiento de una comunidad.

En Asia sudoriental, tanto continental como isleña, los agricultores de corte y quema habitan predominantemente los cerros, utilizando las laderas para conseguir un buen drenaje de sus sembrados. Tal como lo demuestran la Amazonía y el Africa, la agricultura de corte y quema no está ligada a terrenos en declive. La dicotomía entre cerro y valle, agricultor de corte y quema y agricultor arrocero, dicotomía que existe en el sudeste asiático, es el resultado de factores históricos más que de principios agronómicos. Los agricultores de corte y quema, empujados desde los valles hacia los cerros por quienes llegaron después a esas tierras, se han adaptado a las laderas y las han tomado como su sitio agroecológico. En el continente, los agricultores integrales prefieren vivir en pequeños valles fluviales. Aunque las islas interiores de Indonesia son normalmente cultivadas por agricultores permanentes, los agricultores de corte y quema integral viven en muchas de las otras islas del sudeste asiático y constituyen la población predominante en partes de Sumatra, Sabah y Sarawak.

Autonomía de los hogares en la toma de decisiones

En toda zona tropical húmeda lo acostumbrado es que cada familia esté a cargo de su propio campo. Sea que viva en una casa comunal, en casas individuales, en caseríos donde un shamán o los más ancianos de la tribu escogen el bloque de bosque que utilizaran durante tal o cual año para la agricultura de corte y quema, cada hogar goza de autonomía para decidir respecto de los cultivos, la mano de obra y la utilización de un micrositio. Aun cuando hay normas comunales concernientes a las terrazas irrigadas, como las hay en el sudeste asiático, se considera que los campos de corte y quema son de propiedad y aprovechamiento individual (Prill-Britt 1986). Sin embargo, aunque los agricultores de corte y quema tienen una forma de organización menos rígida que los campesinos, sí hay algunas comunidades sumamente estructuradas. Por ejemplo, el cronograma de cultivo de los Luá y Karen de Tailandia septentrional es normado muy estrictamente por el shamán o los ancianos. Ellos deciden qué partes de la reserva forestal manejada, serán cortadas para la agricultura, cuándo se las cortarán y cuándo se las quemarán (Kunstadter 1978c, Keen. s.f.). Pero parece ser más común que los jefes de la aldea o caserío tengan autoridad para resolver disputas entre los miembros individuales, mientras que las actividades agrícolas, a menos que vulneren los derechos de otros, incumben a cada hogar individualmente (Weinstock 1986).

Por lo tanto, el hogar del agricultor de corte y quema debe adoptar una serie de decisiones con respecto al manejo del componente agrícola del ecosistema. Tales decisiones se adoptan de acuerdo con los recursos disponibles, el conocimiento individual sobre cómo deben utilizarse esos recursos, las normas y preferencias relativas al lugar de residencia, las creencias religiosas y las sanciones de esa sociedad, y la disponibilidad de mano de obra de cada hogar.

EL CICLO DE CORTE Y QUEMABARBECHO

El ciclo de corte y quema tiene seis etapas, en cada una de las cuales el agricultor deberá adoptar decisiones críticas sobre la ubicación, cronograma, cultivos y aporte de mano de obra: la selección del sitio, desbroce, quema, plantación, deshierbe y protección, cosecha y sucesión. Si la decisión es errónea en cualquiera de estas etapas, el resultado podría ser una cosecha reducida o, quizás, ninguna.

Selección y desbroce del sitio

¿Cómo escogen los campos de cultivo los agricultores de corte y quema dado que su objetivo es la diversidad? Un agricultor integral generalmente tiene el derecho de establecer su campo en cualquier lugar del bosque. Porque se reconoce el derecho a beneficiarse del propio trabajo, una familia «es dueña» de lo que cosecha de sus campos. En Asia sudoriental y la Amazonía los alimentos se comparten dentro del asentamiento, y se alienta esta costumbre, pero la cosecha «pertenece» a quienes desbrozan y cuidan el campo. Ya que, teóricamente, el campo puede estar en cualquier lugar del bosque, casi no hay limitaciones en cuanto a la selección del sitio entre las muchas posibilidades. Desde el punto de vista de este tipo de agricultor(a), el (ella) está rodeado(a) por miles de hectáreas de bosque, todas las cuales son posibles campos de cultivo en la etapa inicial del proceso de la toma de decisión.

Desbrozando un campo en preparación para la quema.

En las zonas húmedas del sudeste asiático y de la Amazonía, un agricultor de corte y quema puede, generalmente, escoger entre un bosque primario o secundario, mientras que en el Africa casi no hay bosques primarios para campos de cultivo (Okigbo 1982). Dado que en muchas sociedades que practican esta agricultura un campo será plantado más de una vez, el sitio escogido tendrá que satisfacer las necesidades actuales y proyectadas. La selección del sitio no solo depende de los requerimientos de la fertilidad del suelo necesaria, sino también de su distancia desde la casa o poblado, la accesibilidad del sitio durante todo el año (si está al lado de un río, subiendo una alta montaña, etc.), de los cultivos posibles y la mano de obra disponible, así como de las limitaciones sobrenaturales (bosques sagrados, presencia de espíritus, etc.). (Dove 1983; Warner 1981; Brokensha y Riley 1980; Debasi-Scheng 1974; Nietschmann 1973) (Véase el Cuadro 2).

Los agricultores de corte y quema reconocen que la fertilidad del suelo está vinculada al crecimiento del bosque. Consideran, por tanto, que un bosque maduro tendrá suelo bueno para los cultivos (Dove 1983; Warner 1981). Esto es confirmado por las investigaciones edafológicas que vinculan los elementos nutrientes con la biomasa existente en el ecosistema del bosque pluvial tropical; cuando mayor sea la biomasa, mayor será la cantidad de nutrientes disponibles para los cultivos (Richards 1952; Jordan 1982; Poulsen 1978). Aunque hay una preferencia entre los agricultores por el bosque maduro, algunos grupos prefieren el bosque maduro primario y otros el bosque maduro secundario (Conklin 1957; Nietschmann 1973; Rambo 1983; Beckerman 1987).

Cuadro 2. Selección del sitio

Muchos agricultores de corte y quema sólo manifiestan su preferencia por el bosque primario y luego pasan a la siguiente etapa, de decidir cuál será el sitio. Pero otros grupos sí distinguen entre los suelos o la topografía de su área y clasifican los sitios de acuerdo con esas distinciones. En Filipinas los agricultores de corte y quema viven en las laderas de los cerros, razón por la cual los terrenos son de importancia primordial para ellos (véase el Cuadro 3.) El sitio preferido es la ladera de un cerro con una pendiente regular, porque el terreno accidentado vuelve más difíciles las labores de desbroce, deshierbe, vigilancia, etc. (véase Conklin 1957).

Cuadro 3. Sudeste asiático: clasificación topográfica local

 

Tiruray

Término

datar


li'ung


keseligan


'uruk


kebah


lefak


layasan


luwoluwon

Glosario

planicie (terreno plano)


meseta


laderas (declive de 75°)


cima de montaña


escarpado (declive de 75°-90°)

lecho de arroyo


pantano estacional


pantano

diagnóstico local

Adecuada para corte y quema

Adecuada para corte y quema

Preferidas para corte y quema

Adecuada para corte y quema

Demasiado difícil para cultivar; demasiada erosión

No adecuado para corte y quema

No adecuado para corte y quema

No adecuado para corte y quema

Ubicación: Mindanao suroccidental, Filipinas (Schlegel 1979)

Hanúo

drunsñ-ulan

ma?agwad

tagudtud


ma?ambak

danag (o minsan)

irregular, rocoso

o peñones

irregular debido a


valles y lomas

algo irregular debido a su ubicación encima de lomas

algo irregular debido a una quebrada divisoria o brusco cambio de dirección

regular, todo en un nivel

Demasiado rocoso para

corte y quema

No adecuado para corte y quema

Utilizado para corte y quema

Utilizado para corte y quema

 

Preferido para corte y quema

Otras calificaciones:

pátag


banayad

madirig

 

terreno plano, horizontal

pendiente moderada

abrupto

 

No deseable para corte y quema

Preferida para corte y quema

No deseable para corte y quema

Ubicación: Mindoro, Filipinas (Conklin 1957)

Bontok

Chep-ras

chao-wang

chetar

chal-log

tengab

tik-kid

chumachanak

Karayakay

terreno rocoso

río, a lo largo del río

y orillas

parte plana de cerro o

montaña, generalmente

pastizales

terreno en laderas donde

corre agua durante la

época de lluvias

pendiente abrupta

terrenos en declive,

pendiente vertical

pantanales

terreno erosionables

Nada puede cultivarse

No adecuado para

corte y quema

Puede usarse para

pasturas

Puede usarse para

terrazas arroceras

No adecuada para cultivar

No adecuado para cultivar

Potencial para arroz

No adecuado para cultivar

Ubicación:Luzón, Filipinas (Prill-Brett 1986)

En toda la región tropical es muy común categorizar el suelo de acuerdo con su color. En la Amazona, por ejemplo, los suelos negros u obscuros se consideran los mejores; un poco de sabiduría etnoagronómica, avalada por el análisis de laboratorio (Balée 1989, Johnson 1983). También es importante la textura; la mandioca es una raíz alimentaria que necesita suelos de textura no compacta para que puedan desarrollarse los tubérculos (véase el Cuadro 4). Entre los Machiguenga, la cubierta forestal no se considera indicativa de suelos fértiles porque «los árboles siempre crecen en el bosque», ya sea ese suelo adecuado o no para cultivos (Johnson 1983). Los Kuikuru distinguen entre el bosque sobre suelos negros y rojos, y desbrozan el bosque de suelos negros para el maíz, que necesita más nutrientes. El sabor del suelo también puede ser usado como indicador. Si es «dulce» se considera que el suelo será más fértil (Hill y Moran 1983).

Cuadro 4. Amazonas: Clasificación local de suelos

Machiguengas

Término

shimentyakpatsa

potsitapatsari

kiraapatsari

kitepatsari

imvanekipatsa

Glosario

suelo de grava

suelo negro

suelo rojo

suelo amarillo

suelo arenoso

Diagnóstico local

El mejor y más preferido

También es suelo bueno

Adecuado

No usado para huertos

Fácil de trabajar

Ubicación: cuenca superior del Amazonas

Cultivo básico: mandioca

Suelos: los mejores son descritos como negros, sin piedras grandes, blandos (fáciles de trabajar) y bien drenados (Johnson 1983)

Kuikuru

njonjo

tumbutiñi

suelo rojo, arenoso

tierra negra

Usado para mandioca

Preferido, raro, usado para maíz

Ubicación: Brasil central

Cultivo básico: mandioca

Suelos: los mejores suelos son descritos por la población local como tierra negra y producen tubérculos mucho más grandes que la tierra roja. Preferirían plantar ahí su mandioca, pero es raro encontrarlo; entonces plantan maíz en el tumbutiñi, puesto que no crecerá bien en njonjo (Carneiro 1983).

Wakuenal

.....................


.....................


.....................

negro, café


amarillos


blancos, arenosos

Buenos suelos, los mejores de la zona

Mejores suelos, pero no están disponibles

No son buenos para banano, mandioca batata

Ubicación: cuenca del río Negro, Venezuela

Cultivo básico: mandioca

Suelos: los suelos se escogen por su color, profundidad y sabor. Sabor de los suelos: sólo los suelos dulces o semidulces se consideran adecuados para los cultivos (Hill y Moran 1983).

Ka'apor

iwi-te

bien drenados, arenosos «suelos verdaderos»

Ubicación: Brasil, estado de Maranhao

Cultivo básico: mandioca

Suelos: escogen suelos bien drenados y arenosos. Creen que ciertas especies de árboles indican la presencia de buenos suelos para la horticultura (Balée y Gély 1989).

Araweté

iwi-howi-me'e

suelo azul

«hace crecer el maíz»

Ubicación: Brasil, cuenca del Xingú

Cultivo básico: maíz

Suelos: escogen suelos de color oscuro. Las zonas habitadas muestran evidencia de una larga historia de asentamientos intermitentes; la fertilidad de los sitios agrícolas puede ser resultado de hoyos con desperdicios y el barbecho manejado por los anteriores habitantes (Balée 1989).

Yukpa

nóno kurácash

sásare


vípopa

paráyape

pirápiraca


Wayíku

nóno siwiskwikano

suelo negro

suelo arenoso


suelo fino, arenoso

húmedo arcilloso

suelo negro, duro "


arcilla roja

tierra blanca

El preferido y el mejor para el maíz

Muy abundante, no es el mejor para el maíz

Es sólo marginal para la agricultura

Usado para caña de azúcar

Muy poco usado porque es dificil de trabajar

Sólo sirve para cerámica

Sumamente lixiviado, no se usa

Ubicación: norte de Venezuela y Colombia

Cultivo básico: maíz

Suelo: a pesar de que el suelo negro se reconoce como el mejor, no es suficiente para plantar todos los cultivos, dando preferencia al maíz. La mayoría de los campos de sásare no son considerados tan buenos para el maíz, aunque éste será plantado en el primer año si el agricultor no tiene un campo del predilecto suelo negro (Ruddle 1974).

En Filipinas (Cuadro 5) también se procura correlacionar el color y la textura de los suelos con las necesidades de tal o cual cultivo. Según estos sistemas de categorización, el suelo se diferencia de acuerdo al crecimiento de las plantas cultivadas. Otro método consiste en lograr una correspondencia entre determinados suelos y cultivos para obtener la mejor combinación posible. Estas categorizaciones no deben interpretarse como clasificaciones definidas de «fertilidad», porque tienen que ver más con la correspondencia entre el cultivo y el tipo de suelo.

Cuadro 5. Sudeste asiático: Clasificación local de suelos

 

Término

Glosario

Diagnóstico local

Tiruray

 

 

futé' fantad

farek

tiked

tamfur


belatung

tintu fantad

 

suelo blanco

arena

arcilla pura

franco arenoso


franco arcilloso oscuro

franco arcilloso claro

 

No encontrado en el lugar

No adecuado para cultivos

No adecuado para cultivos

Adecuado para cultivo especialmente bananos

Adecuado para cultivo

Adecuado para cultivo

Otras especificaciones

 

senomor

 


batewan

 

filung

 

suelo flojo

 


suelo muy pedregoso

suelo rocoso

 

Especialmente bueno para cultivos de raíces, aunque menos útil para una agricultura de corte y quema

No adecuado para corte y quema, pero es apreciado para plantaciones de especies rastreras tales como calabaza y berenjena

Nunca seleccionado para cultivos

Ubicación: Sudoeste de Mindanao, Filipinas (Schlegel 1979)

Hununóo

barag?an

arcilla de gris a marrón

Muy bueno para cultivos de raíces, habichuelas, otras legumbres y caña de azúcar, tendencia a agrietarse y a que la capa superficial del suelo se pierda en la estación seca, de tal forma que no puede ser utilizado para corta y quema tan frecuentemente como nâpunâpu? y napu?

 

nâpunâpu?


napu?

 


baras

bagan-daga?

para?u

bal-ugu

kiraw
punsu

arcilloso arenoso color claro

 

franco arenoso color más claro; contiene más arena y menos arcilla que nâpunâpu?

arena

suelo laterítico rojo

tipos específicos de

arcilla, denominados

después que fueron encontradas en el lugar

Juntos son considerados los mejores suelos para granos y bananos


 


No adecuado para corte y quema

 

Existen en áreas muy restringidas y no cubren una superficie suficiente para ser considerados de mayor importancia

Otras especificaciones:

maganit


?ayan?an

rugunrun

 

mar-ira?

muy pesado


firme

deleznable

 

muy deleznable

No adecuado para corte y quema

Usado para corte y quema

Presente en pendientes muy empinadas, no adecuado para corte y quema

No adecuado, fácilmente erosionable

Ubicación: Mindoro, Filipinas (Conklin, 1957)

En Africa los agricultores reconocen que los suelos fértiles requeridos por los cultivos se desarrollan bien si se plantan sobre los montículos de las termitas.

Es frecuente que los montículos de termitas sean los sitios favoritos para los campos de corte y quema. En Africa los agricultores reconocen que los cultivos necesitan suelos fértiles; el quimbombó y la calabaza se desarrollan bien si se los planta en esos montículos. Estudios recientes sobre las propiedades de las termitas han demostrado que los termiteros tienen mayores niveles de suelos base, agua en el suelo, materia orgánica, limo y arcilla, que los suelos adyacentes (Nyamapfene 1986, Arshad 1982, Mielke 1978). Los cultivos comerciales se han desarrollado con éxito en el Africa como una parte del agroecosistema, porque los agricultores conocen la correspondencia entre el color del suelo y su fertilidad. En Ghana, por ejemplo, los agricultores que escogen un sitio para sus cacaotales prefieren los suelos arenosos y grises, y buscan la presencia de determinados árboles en el sitio donde van a plantar. La presencia de árboles tales como Cylicodiscus gabunensis y Ricinodendron hendolotü les indica que es un buen suelo para el cacao, mientras que los malos suelos para este cultivo están asociados a la presencia de Mallotus opposilifolius y Aracia pennata (Bennah 1972:252).

Aunque se reconoce que los campos preparados en bosques primarios necesitan menos y pueden producir más, los bosques primarios exigen más trabajo de corte y demoran más en secar para la quema (Véase Dove 1983; Freeman 1970). También se consideran los usos futuros del sitio propuesto, si, como sucede entre los Iban y Tagbanwa, los campos van a cultivarse un segundo año, entonces el trabajo extra necesario para desbrozar un bosque maduro podría considerarse rentable (Dove 1983; Warner 1981).

Encontrar un sitio con un bosque primario (y que tenga, además, suelos o terrenos de tal o cual tipo), es tan sólo uno de los pasos en el proceso de decidir sobre la selección del sitio. Para la ubicación específica del sitio se necesitan criterios que tomen en consideración la utilización de otros recursos del agroecosistema, así como las costumbres del lugar de residencia y la disponibilidad de mano de obra. Puesto que la gente se moviliza a pie (en algunas regiones se hace por barco), el campo no puede estar tan alejado de la vivienda familiar para que un viaje de ida y vuelta no resulte demasiado largo. «El ocupar demasiado tiempo» para llegar al campo y regresar de éste es una cuestión cultural y depende de la apreciación de los costos de oportunidad de dedicarse a la agricultura más que a otras actividades (Vickers 1983). Si se realizan otras actividades como la caza, pesca y recolección, el campo escogido no debe estar tan lejos que las restrinjan. Por cuanto la agricultura es sólo un componente del agroecosistema, el tiempo edicado a las faenas agrícolas de corte y quema debe tener un límite: las actividades agrícolas no pueden absorber el tiempo que requieren otras actividades económicas.

Las personas, aldeas o caseríos se trasladan a otro lugar de residencia, cuando algunos componentes del agroecosistema exigen el tiempo y energía que debería dedicarse a otras actividades. La estrategia de nichos multieconómicos exige que los diversos componentes estén en armonía para que el agroecosistema pueda conservar su estabilidad. Los habitantes de un lugar se trasladan a otro cuando los campos están demasiado alejados para permitir la caza o la pesca, o cuando, debido al agotamiento de la caza, hay que dedicarle a esta actividad el tiempo que debería utilizarse para la agricultura. En Africa, donde generalmente la agricultura de corte y quema complementa la realizada en campos permanentes y, en muchos lugares, a los cultivos arbóreos comerciales, el sitio está circunscrito a un espacio bastante cercano a la aldea o finca. El agricultor tiene que encontrar el mejor sitio para esta agricultura dentro de ese espacio. Pero en zonas donde escasean las tierras, el jefe de la familia ampliada puede actuar como árbitro final; el agricultor individual deberá obtener su permiso antes de la selección definitiva del sitio (Engel et al. 1984).

Se consideran, además, los recursos específicos del posible sitio en el bosque. Los Chacibo de la Amazonía boliviana prefieren sitios cercanos a los árboles de nuez del Brasil, para que las mujeres puedan recolectar las nueces mientras cuidan los cultivos (Boom 1989). En el momento de decidir sobre el sitio se debe pensaren la cosecha, porque si el sitio es distante habrá que demorarse horas llevando hasta el hogar la pesada carga de los productos cosechados. Con el objeto de aligerar el viaje entre la casa y el campo de cultivo, se pueden construir casas para albergar a los miembros de la familia durante la época de cultivo, manteniendo a la vez una casa en la aldea (Salick y Lundberg 1989). En algunos grupos, las familias construyen cabañas para vigilar sus cultivos durante el día y protegerlos de los animales y pájaros, pero los miembros de la familia regresan a sus hogares cada noche (Warner 1981).

Por todas estas variables de suelos, distancias, cultivos y otras actividades económicas, el agricultor debe tener no solamente los conocimientos ambientales suficientes para juzgar la calidad agrícola del terreno, sino, además, la capacidad de gestión para determinar si su ubicación permitirá la realización de otras actividades económicas importantes.

Una vez que se haya encontrado un posible sitio que satisfaga los requerimientos de suelo y distancia, deberán considerarse también los factores sobrenaturales. En algunas sociedades los ritos se cumplen para comprobar si el campo es bueno: si está libre de malos espíritus. Si son malos los presagios, se le abandonará como un posible sitio de cultivo y se escogerá otro (Warner 1981). Si lo sobrenatural da su aprobación, el agricultor tiene que considerar la disponibilidad de cultivos/variedades y su conveniencia para el campo en cuestión. ¿Son demasiado inclinadas las laderas para el arroz? ¿Es demasiado húmeda la tierra para el maíz? ¿Dará buenos resultados una variedad preferida de arroz en suelos mal drenados? Si el sitio satisface estos criterios, solo entonces se comenzará el desbroce.

Luego, entra en juego la consideración de cuál debe ser el tamaño óptimo del campo (véase el Cuadro 6). Aunque, a veces se trabaja en conjunto, el principal grupo de trabajo es el grupo familiar independiente (Weinstock 1986). Cuando se necesita más mano de obra de la que puede prestar la familia, se organizan intercambios de trabajo con otros. La fuerza laboral así constituida puede parecer comunal, pero los individuos dentro del grupo estarán acumulando o devolviendo obligaciones de trabajo. Las sociedades amazónicas que libran batallas esporádicas, por ejemplo los Yanoamas, pueden desbrozar en grupo el bosque primario o maduro para luego dividirlo y aprovechar el campo de cultivo individual (Smole 1989).

En las sociedades de este tipo los hombres siempre desbrozan el bosque alto, aunque el tamaño del campo preparado está determinado por otros factores, distintos de la capacidad de desbroce. Se consideran factores tales como el tiempo que puede dedicar un hombre al desbroce sin sacrificar otras actividades económicas, y la extensión que el trabajo de una familia podrá mantener deshierbada y protegida (Debas¡-Schweng 1974; Engel et al. 1984). Las aspiraciones de una familia también intervendrán en la decisión. En muchas sociedades, cuando una familia quiere adquirir una cierta categoría le será necesario hacer un campo grande, puesto que la generosidad con los alimentos, las celebraciones y agasajos, etc., son indispensables para adquirir prestigio. Pese a que no hay límites en cuanto al tamaño mínimo de un campo de cultivo familiar, sí hay un límite al tamaño máximo. Pocos agricultores de corte y quema tratan de cultivar más dedos o tres hectáreas, aunque pueden tener barbechos del mismo tamaño o más grandes, los cuales deshierban y cosechan esporádicamente.

Cuadro 6. Tamaño del terreno

La decisión sobre el tamaño del terreno que va a desbrozarse suele depender, también, de otra decisión: cuándo se debe deshierbar el terreno. Hay una relación entre el régimen pluvial y la atención prestada al cronograma de desbroce. Exploran el cielo y examinan la tierra para obtener indicios de que ha llegado el momento oportuno (véase el Cuadro 7). En aquellas zonas que gozan de precipitaciones pluviales más o menos constantes, los terrenos se van desbrozando durante todo el año. En esas regiones siempre húmedas, los agricultores de corte y quema desbrozan los terrenos según sus necesidades y lo hacen, generalmente, cuando tienen tiempo libre de sus otras actividades productivas. Cuando hay una mayor variación en la precipitación pluvial o una marcada estación seca, tratan de aprovechar esa temporada para obtener una «buena quema». Los períodos sin lluvia pueden ser muy esporádicos o de corta duración: unos días sin lluvia entre períodos de lluvia de mayor o menor intensidad. En tales condiciones, el objetivo consiste en «pescar» los días secos (véase el Cuadro 8).

Es posible obtener una quema mucho mejor donde hay una estación seca que en las zonas siempre húmedas. Donde la estación seca es muy marcada y dura de dos a tres meses, los agricultores de corte y quema talan el bosque durante los últimos días de lluvia y dejan que se seque el campo. Ellos tratan de calcular bien el tiempo de desbroce para optimizar la quema posterior; si los árboles se cortan muy pronto y continúan las intensas lluvias, la vegetación se pudrirá en vez de secarse y no se quemará bien, pero si el bosque se corta muy tarde podría no secarse a tiempo para la quema y plantación (Carneiro 1983, Johnson 1983).

Cuadro 7. Asia sudoriental: Indicadores del momento oportuno para comenzar el desbroce del campo de cultivo.


Tiruray

 


Ubicación:

Indicador

Indicador primario: La presencia de la constelación Seretar, proximadamente a 20 grados enel horizonte cuando salen las estrellas. Indicadores secundarios: Elcomienzodel viento megenihan desde el oriente, y la floración de determinadas plantas silvestres.

Mindanao Sudoccidental, Filipinas (Schlegel 1979)

Taubuid Oriental

 

Ubicación:

La floración de una planta trepadora (Maesa gaudiehaudii A.DC.) indica el inicio del ciclo de la agricultura de corta y quema: el desbroce de los terrenos forestales.

Mindoro, Filipinas (Pennoyer 1981)

Iban

 


Ubicación:

Cuando por primera vez aparece Bintang Banyak (las Pléyades) en el horizonte, al amanecer, ha llegado la hora para el inicio de los ritos manggol (a saber, la captación de presagios y el primer desbroce del sotobosque en el centro ritual de la finca).


Sarawak (Freeman 1970)

Semai


Ubicación:

Es tiempo para comenzar a clarear los campos cuando a una cierta cantidad de árboles llamados perah (Elateriospermun tapos) le rebrotan las hojas.

Malasia (Dentan 1968)

Los métodos de desbroce son similares en toda la zona tropical. Comprenden dos etapas: primero se desbroza el sotobosque y luego los árboles. La tala de árboles grandes requiere tiempo y pericia. Por cuanto los agricultores pioneros de corte y quema recién han entrado en el monte y generalmente tienen poca experiencia en la tala de enormes árboles con grandes contrafuertes, suelen contratar a agricultores integrales para hacerlo. Los propios agricultores de corte y quema integral consideran que la tala de árboles es una tarea peligrosa para la cual hay que tener experiencia. Por ello, los jóvenes pueden pedir, e incluso contratar, a hombres más hábiles para que corten los árboles de mayor tamaño (Warner 1981).

El muy documentado sistema de corte y quema chitemene, practicado en Africa Central, se basa en la práctica de corte o desrame de los árboles en una extensa área, luego de lo cual se llevan los recortes a un área central que, una vez quemada, se convertirá en el campo de cultivo (Fosbrooke 1974, Schlippe 1956, Richards 1939, Peters 1950, Trapnell 1953, Manshard 1974). Los campos son casi siempre circulares y pueden incluir un termitero (Schultz 1976, Schlippe 1956, Mielke 1978). El sistema chitemene, aunque intensivo en mano de obra, es singular en la utilización de los nutrientes acopiados en la biomasa de una gran área (el campo «exterior» en el cual se cortan/desraman los árboles puede ser 8, 12 e incluso 20 veces más grande que el campo «interior» quemado y cultivado) para enriquecer, una vez quemado, un campo de cultivo relativamente pequeño (Ruddle y Manshard 1981; Chidumayo 1987; véase también Haug 1983, Vedeld 1983).

La corta selectiva constituye una técnica normal de manejo para mantener la sucesión forestal. Durante el desbroce se respetan las especies valiosas, aunque algunas de éstas pueden cortarse de manera que rebrote la cepa o cortarse a la altura de la cintura (Fosbrooke 1974; Denevan et al. 1984). Se acostumbra proteger los árboles que sirven para madera, nueces, aceite y fruta, ya sea en el borde del bosque o dentro del mismo campo. Tales árboles pueden estar protegidos durante el período de cultivo y, al quedar el campo en barbecho, ellos formarán la base para la primera etapa de la sucesión forestal (Denevan et al. 1984; Engle et al. 1984; Yandji 1982).

En resumen, las decisiones referentes al sitio y al tamaño del campo y a cuándo y cómo desbrozarlo exigen que el agricultor de corte y quema sea muy conocedor de lo siguiente: su entorno físico; la disponibilidad de brazos para el componente agrícola de corte y quema del agroecosistema; los elementos indispensables para los cultivos y las futuras necesidades agrícolas y de materias primas, etc. de la familia. Estas decisiones están vinculadas con otras similares del pasado y con aquellas que se adoptarán en el futuro. Para mantener los antiguos campos en diversas etapas de sucesión es indispensable que se adopten, sistemáticamente, las decisiones correctas respecto al lugar adecuado para el campo de cultivo.

Cuadro 8. Calendario agrícola Desana

Los Desana del Alto Río Negro, en el occidente del Brasil, habitan una zona húmeda (llueve durante todo el año). Utilizan las constelaciones para determinar el cronograma de los muy breves períodos de sequía. Las constelaciones sirven para crear un calendario económico, mediante el cual se programan las actividades agrícolas y la recolección y pesca. Es difícil determinar si el conocimiento propio y empírico de las constelaciones «funciona». Lo más importante es que, en condiciones ambientales inciertas, al correlacionar los cambios atmosféricos y celestiales, la maduración de la fruta, etc., se ha creado un marco conceptual para las observaciones bioclimáticas que intenta encontrar los esquivos pero vitales períodos sin lluvia (Ribeiro y Kenhíri 1989).

Constelación *

Clima

Actividades de corte y quema

OCTUBRE

Crotálida1

 

Fuertes lluvias

 

Desbrozar sotobosque; talar árboles

NOVIEMBRE

Crotálida, redonda, cola

 

Fuertes lluvias

 

DICIEMBRE

Crotálida, redonda, cola

 

Fuertes lluvias (inundaciones)

 

ENERO

Ninguna constelación

 



Armadillo, fémur

 

Estación seca que dura 5 días; otra estación seca: inga2, el verano, se da hacia el final del mes: 8-15 días


Las lluvias no son suficientes para inundar

 

Durante el final de la estación seca inga los campos desbrozados en octubre son quemados (se cree que son necesarios por lo menos 7 días de buen sol para asegurar una quema suficiente).

FEBRERO

Armadillo

 

Lluvias

 

MARZO

Cucura3, la estación seca, dura 4 días lluvias leves seguidos por dos semanas de una temporada seca: el verano de la palma dendé

Se queman los árboles cortados en noviembre y diciembre,y el sotobosque desbrozado en enero.

ABRIL

Camarón

 


Jaguar, mandíbula



Jaguar, cuerpo




Jaguar, cola redonda

 

No siempre hay lluvia; cuando sucede, el verano de la palma dendé continúa hasta mediados de abril.

Fuertes lluvias: inun daciones 2 ó 3 días de sol con lluvias intermitentes.

Fuertes lluvias intermitentes temporada seca de 4-5 días: estación seca de la fruta umari

Fuertes lluvias

 

MAYO-mediados JUNIO

Estrella, parte

 

Pez, ahumado

 

Calabaza con pulpa de umari sobre un pedestal

 

Lluvias intensas y constantes que causan inundaciones

Lluvias intensas y constantes que causan inundaciones


Lluvias intensas y constantes que causan inundaciones

 

Quitar el sotobosque

JUNIO

 

Adorno emplumado
adze

 

3 días secos

Lluvias

 

Se quema el sotobosque cortado en mayo; siembra de maíz

JULIO

Nutria

Pájaros, muy bonitos

Cangrejo, muy bonito

 

Lluvias

Lluvias

Lluvias

 

AGOSTO

Estrella, parte

 

Lluvias (ríos crecidos)

 

Desbrozar el bosque para nuevos campos; quitar el sotobosque en antiguos campos

SEPTIEMBRE

 

 

 

 

Grulla, inundación

 

2-3 días secos: larva, viejo verano,

lluvias

5 días secos: larva, bonito, verano

Lluvias

5 días secos: espina, verano

 

Se quema el sotobosque cortado en agosto

 

Se quema el sotobosque en los antiguos campos.

 

Si no se ha quemado el sotobosque hasta este momento es imposible des brozar, porque comienzan a crecer las hierbas y no hay suficientes dias conse cutivos de sol para completar la quema.

Nota: * Los nombres de las constelaciones son los mismos nombres dados a las lluvias que caen durante el tiempo en que las constelaciones son visibles; p.ej. las lluvias que caen durante la «cola de la crotálida» son las «lluvias de la cola de la crotálida.

1. Se transforma desde la iluminación de la Crotálida hasta la cabeza, luego el cuerpo y los huevos de esta víbora.

2. Inga es una fruta recolectada y comida durante esta época (Inga spp. Leguminosae).

3. Cucura es una fruta recolectada y comida durante esta época (Pourouma cecropiifolia Cecropiaceae).

 

Fuente: Ribeiro y Kenhín 1989 .

La quema de un campo en preparación para plantación


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