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Izquierda: Construcción de una choza en Senegal utilizando materiales naturales

Ver a las mujeres…

Se ha dicho que las mujeres son “trabajadores invisibles”. Si su trabajo a menudo no es incluido en las estadísticas laborales oficiales, ello se debe a que:

Las fuentes secundarias, la observación de la comunidad local, el estudio de los sistemas familiares locales y el uso de otras disciplinas además de la silvicultura pueden todos ellos contribuir a hacer visibles a las mujeres.

VER A LAS MUJERES MEDIANTE FUENTES SECUNDARIAS

En la medida de lo posible se deben consultar los datos secundarios que muestran el trabajo estacional, la disponibilidad de recursos y los servicios de apoyo para mujeres y hombres. Sin embargo, muchas veces esta información no existe, y cuando existe no está desglosada por sexos. Reconocer la importancia de estos datos es un primer paso para hacer que existan y también para hacer que las mujeres, su trabajo y sus necesidades, sean más visibles.

VER A LAS MUJERES MEDIANTE LA OBSERVACIÓN DE LA COMUNIDAD

Recorrer una zona sin prisa, en coche, a pie o a caballo, teniendo en la mente el esbozo de un proyecto y algunas cuestiones pertinentes que considerar puede proporcionar una gran cantidad de información. El simple hecho de mirar y saber lo que hay que buscar puede dar al equipo encargado de trazar un proyecto una nueva visión de las funciones de las mujeres dentro de la comunidad.

□ EN EL PUEBLO O ALDEA

Las primeras preguntas son: ¿Qué gente se ve? ¿Quién parece próspero y quién menos próspero? ¿Qué están haciendo las mujeres, los hombres y los niños? ¿Qué instituciones —como escuelas, edificios religiosos y mercados— se pueden ver? ¿Quién trabaja en las mismas y quién las utiliza? ¿Hombres o mujeres?.

□ A LOS LADOS DE LAS CARRETERAS

El planificador del proyecto debería observar: ¿Qué gente se ve?. ¿Quién trabaja en los campos? ¿Qué están haciendo las mujeres?. ¿Qué recursos naturales se ven? ¿Qué arbustos, árboles y plantas hay? ¿Cuáles parecen estar cerca de los hogares?

□ LOS ARBOLES

Si hay árboles en los campos o alrededor de los hogares, ¿cuáles son dichos árboles y cuáles son sus funciones? ¿Fueron plantados, cuidados o simplemente dejados ahí?. Y si fueron plantados, ¿lo fueron mediante semillas, esquejes, transplantes de otro lugar o plantones cultivados o comprados en un vivero?

¿Qué miembro de la familia seleccionó los árboles, quién los plantó y quién tiene derecho a los frutos, las hojas, las ramas? ¿Quién puede talarlos? ¿Quién de la familia adopta las decisiones sobre el uso del suelo?.

VER A LAS MUJERES EN LOS SISTEMAS LOCALES

Al planear una actividad forestal comunitaria, es preciso tomar en consideración los sistemas locales y las responsabilidades y beneficios que corresponden a hombres y mujeres dentro de los mismos. Sólo entonces podremos conocer los motivos de la participación de los diferentes miembros de la comunidad y de las trabas que ellos encuentran. También podremos hacernos una idea de los posibles efectos de tal participación. Una familia rural vive dentro de un sistema compuesto por cuatro partes básicas:

Todas estas partes se influyen mutuamente e influyen en la comunidad en general. Ciertas preguntas pueden ayudar a aclarar la relación de cada una de ellas con las mujeres y los árboles.

□ EL HOGAR

Observar: ¿Quiénes constituyen el hogar? ¿el marido, la mujer y los hijos? ¿el marido, las mujeres, los abuelos y los hijos? ¿Una mujer y su hijo?

En muchas regiones la familia extensa hace que sea difícil definir el “hogar”. En una determinada zona de Africa, los miembros del hogar se definen como “los que comen de la misma olla” o “los que usan el mismo fuego para cocinar”. Cualquiera que sea la definición, tendría que ser utilizada de forma coherente por los planificadores.

Hay que tener en cuenta las mujeres que son jefes de familia. Sin embargo, en muchas partes del mundo se considera por principio al hombre como jefe de la familia aun cuando esté ausente por fallecimiento, divorcio, emigración o abandono. Las diferentes formas de convivencia —monogamia, poliandria, unión consensual y poligamia— tienen diferentes consecuencias para los diferentes miembros de la familia según la edad y el sexo de los mismos.

La primera esposa podría gozar de privilegios en lo que se refiere a la tenencia de la tierra que no son reconocidos a la tercera esposa. Las ancianas tienen a menudo más libertad y capacidad para tomar decisiones que las mujeres en edad de reproducción. Puede suceder que un hombre posea un árbol pero que las mujeres controlen los frutos del mismo.

El planificador debe conocer quién constituye el hogar

Otras preguntas: ¿Qué tareas domésticas se realizan y qué miembros del hogar las realizan? Por ejemplo, ¿quiénes se encargan del abastecimiento de agua y de leña, de cocinar, cuidar a los niños y de la asistencia sanitaria? ¿Se está pidiendo información a las personas adecuadas?

A menudo las entrevistas para los proyectos se hacen a los hombres, que son considerados los jefes de familia. En Haití, muchos hombres sostenían que no existía ningún problema doméstico para la obtención de agua o forraje. Sólo al entrevistar a sus mujeres se supo que éstas caminaban cinco kilómetros en busca de ambas cosas. En las zonas montañosas de Nepal, los hombres se encargan de la construcción del hogar y de los muebles, para lo cual utilizan una sola especie arbórea, pero las mujeres que recogen leña para cocinar y calentarse utilizan otras dos especies diferentes.3

Las campesinas son las principales responsables del cuidado de los hijos y de los cuidados sanitarios y pueden depender, especialmente durante las estaciones secas o en períodos de escasez de alimentos de lo que encuentren en los bosques, montes bajos o barbechos.

□ EL GANADO Y LA FAUNA SILVESTRE

En este caso, las preguntas claves son: ¿Qué ganado existe y para qué se utiliza? ¿Son animales grandes o de corral? ¿Para qué se cría, para obtener leche, huevos, estiércol, por razones religiosas o de prestigio social, o como dote para las novias? ¿Se utilizan animales silvestres?

Es frecuente la existencia de tabúes sobre el uso de los animales y los productos animales. En muchas zonas se come muy poca carne, especialmente en el caso de las mujeres, y solo ciertas partes de los animales, e incluso los pollos o pescados se distribuyen según el sexo, la edad y la posición social. Entre los shona, en Zimbabwe, por ejemplo, el ganado vacuno se utiliza para arar la tierra para realzar la posición social de los hombres y como pago al padre de una novia.4 En ciertas partes de Sudán, la carne procede sobre todo de la caza de animales silvestres. Las trampas, las lanzas, las flechas y las redes se hacen con productos arbóreos.5

En algunas partes de Africa occidental, los agricultores declaran obtener más ingresos familiares de la caza de roedores silvestres y pequeños animales que viven en los bosques que de la agricultura.

¿Quién de la familia se encarga del ganado?

Es importante descubrir qué miembro de la familia cuida del ganado. ¿Se ocupan hombres y mujeres de diferentes tipos de ganado? ¿Quién ordeña? ¿Quién recoge el forraje y el estiércol? ¿Quién construye los corrales y qué tipo de material utiliza para ello? ¿Quién obtiene beneficios del ganado o cómo los logra? Si las mujeres se encargan del ganado ¿el forraje debe estar cerca del recinto doméstico? ¿Quién caza, elabora y se beneficia de la caza mayor, los pequeños animales, los insectos y los peces?

Las mujeres cuidan con frecuencia el ganado menor o los animales más pequeños mientras los hombres cuidan el ganado mayor. Una de las razones es que las mujeres pueden ocuparse de los animales que permanecen cerca del hogar, mientras que los hombres tienen más movilidad para recorrer distancias mayores con los rebaños en busca de forraje y agua.

Un papayo en Indonesia

Cuando un proyecto prevé que los animales sean alimentados en establos en vez de dejarlos pastar libremente, con el fin de proteger el medio ambiente, alguien debe añadir a sus tareas diarias el acarreo de forraje y agua así como la limpieza de los establos. En muchos casos guardar el ganado vacuno es tarea de hombres o muchachos, pero estos nuevos quehaceres recaen sobre las mujeres y se suman a sus labores cotidianos. Con frecuencia en las comunidades de pescadores los hombres se ocupan de la pesca en el mar mientras que las mujeres pueden pescar en los ríos, y además ahúman el pescado para su venta.

□ LOS CULTIVOS

Observar: ¿Qué plantas, tanto anuales como perennes, se cultivan y cómo se usan? ¿Cuáles se destinan a la venta y cuáles al uso doméstico? ¿Cómo se utilizan los árboles para ordenar el suelo, el agua y los vientos con el fin de aumentar la producción agrícola anual? Cuando se plantan árboles para cultivarlos ¿de quién es la tierra que se utiliza? ¿Cambia con ello la estructura de la alimentación o los ingresos?

En muchas zonas rurales del mundo, cerca de los hogares, hay árboles frutales—bananos, mangos, cocoteros, jaqueros, árboles del pan, papayos, guayabos, anacardos, manzanos, bayas—a los que tienen acceso las mujeres.

¿Qué miembros de la familia se ocupan de los cultivos? ¿Quién planta, quién cocina, quién comercializa los productos? ¿Se ocupan hombres y mujeres de diferentes cultivos?

Los tipos de cultivos están a menudo estrechamente relacionados con el sexo de los productores. En muchas partes de Africa subsahariana las mujeres son responsables de ciertos cultivos y tienen sus propios campos; con frecuencia se trata de cultivos de subsistencia: yuca, mijo, verduras. Los hombres se ocupan más de los cultivos comerciales como arroz, café o te.

Sin embargo, a veces hombres y mujeres se dedican a los cultivos de subsistencia: en algunas partes de Nigeria, por ejemplo, las mujeres cultivan la yuca y los hombres los ñames. Si se introduce el cultivo de árboles, ¿cómo afectará esto a la distribución de la tierra y del trabajo?

Aun cuando hombres y mujeres puedan ocuparse conjuntamente de los cultivos, las labores asociadas con la agricultura pueden ser específicas de cada sexo. En Sri Lanka, hombres y mujeres participan activamente en la agricultura. Sin embargo los hombres son responsables sobre todo de la preparación de la tierra y de la aplicación de productos químicos, mientras que las mujeres predominan en otras tareas como la siembra, el transplante, la escarda, la recolección y la elaboración.

Cuando se plantan árboles, es posible por lo tanto que las mujeres tengan que acarrear el agua. Cuando se introduce la agrosilvicultura, es posible que las mujeres tengan que emplear más tiempo en escardar alrededor de los árboles.6

En una región de Colombia, las mujeres realizan pocas tareas en los campos. Sin embargo, hombres y mujeres comparten a menudo las decisiones sobre lo que se va a cultivar. Una de las razones es que el tipo de judía que se cultiva para la exportación no tiene el gusto o las características culinarias que exige la mujer campesina, que es la encargada de dar de comer a los peones del campo, de cuyo salario forma parte esta comida y si la comida no es buena, los peones no acuden y las cosechas no se recogen.7

En un estudio realizado en Perú, las mujeres se quejaban de que los hombres habían celebrado una reunión para tratar sobre la venta de árboles comunales sin informarles ni avisarles previamente. A las mujeres les parecía que no era justo que no pudieran participar en la toma de decisiones discutiendo los problemas con sus maridos. Los que vienen de fuera tienden a pasar por alto este importante tipo de participación oficiosa de las mujeres en la toma de decisiones.8

□ LA VEGETACION NATURAL Y LOS ARBOLES

Las preguntas son en este caso: ¿A qué zonas cubiertas de vegetación natural se tiene acceso y cómo se las utilizan? ¿Hay tierras comunales? ¿Qué normas rigen su uso? ¿Hay tierras forestales acotadas y quién tiene acceso a los productos de las mismas? ¿Hay productos que podrían beneficiar a las familias rurales si éstas tuvieran acceso a ellos?

¿Podrían ordenarse estas superficies para que proporcionaran más beneficios, especialmente a los pobres, sin perjudicar a otros? ¿Qué miembros de la familia recogen y utilizan estos productos?

En todas partes, las familias con tierras pobres o que carecen de ellas aprovechan los recursos arbóreos y forestales cuando ellos existen. Un estudio muestra al respecto que las familias campesinas del nordeste de Tailandia obtienen el 60 por ciento de sus alimentos de los bosques cercanos.9 En la India, las mujeres sin tierras obtienen a menudo de los bosques estatales alimentos, combustible y piensos para uso familiar así como el dinero que los productos forestales pueden proporcionar.

Un típico huerto doméstico en el Sudeste asiático

Por ejemplo, muchas mujeres en Madhya Pradesh dependen de los recursos procedentes de la recolección en los bosques de hojas de tendu, que se utilizan para producir unos cigarrillos baratos llamados bidi. Antes había intermediarios que adquirían los permisos para cosechar estas hojas, y quienes las cosechaban, que eran en buena medida mujeres, ganaban muy poco. En 1988 el Departamento Forestal de Madhya Pradesh se encargó de controlar la recolección de estas hojas y duplicó el precio pagado para recogerlas. El Departamento impuso igualmente un control de calidad y desechó las hojas rotas. El experimento ha dado un resultado: gracias al aumento de la calidad de las hojas, los fabricantes de bidi están dispuestos a pagar una prima, lo cual duplicó los ingresos de las recolectoras y permitió también que el Departamento realizase beneficios inesperados.

Otras preguntas más: ¿qué árboles hay en la explotación agrícola y en torno al hogar, quién tiene derecho a ellos y quién los utiliza realmente?

¿Para qué los utiliza? ¿como pienso, como medicinas, o como leña?, ¿como alimento, para ordenar los suelos, las aguas, los vientos? ¿Para uso doméstico o para obtener ingresos? ¿Como cobertizo para los animales, o para construir una vivienda? ¿Para fabricar utensilios domésticos?

Un estudio realizado en una zona rural de Java donde las familias no tienen acceso a los bosques mostró que el 60 por ciento de los alimentos familiares procede de los huertos domésticos en lo que los árboles cumplen una función integral.10

VER A LAS MUJERES MEDIANTE OTRAS DISCIPLINAS

Los que diseñan proyectos forestales están acostumbrados a trabajar con disciplinas técnicas como, por ejemplo, la silvicultura, la agronomía, o la zootecnia. Muchas veces estas disciplinas se centran en un producto como la madera, o en un cultivo concreto, mientras es para ellas de importancia secundaria la interacción entre el producto y la población rural -principalmente las mujeres— que lo utiliza. Recurriendo a otras disciplinas que se centran en esta interacción se puede conseguir que las mujeres sean más visibles en el proceso de elaboración del proyecto.

Hay que consultar a las mujeres sobre los proyectos

□ ANTROPOLOGIA/SOCIOLOGIA

En un proyecto de actividades forestales comunitarias en Bangladesh, los detalles económicos y técnicos se confiaron a un economista y un técnico forestal. Las cuestiones sociológicas sólo se trataron de forma superficial en una encuesta realizada por entrevistadores varones a jefes de familia varones. Como resultado de ello, en el informe se decía que “la participación de las mujeres en las actividades forestales es muy limitada”.

En realidad, aunque quienes elaboraban el proyecto lo desconocían, la participación de las mujeres en las actividades forestales era considerable. Este malentendido trajo consigo tantos problemas que en la evaluación realizada a mitad del proyecto intervino un antropólogo para analizar por qué no participaban las mujeres.

El informe del equipo de evaluación llegó a la conclusión de que habría que haber consultado a las mujeres durante el trazado del proyecto y recomendó medidas prácticas inmediatas para subsanar este descuido.11

□ NUTRICION

Los encargados de elaborar proyectos forestales deberían reunirse con grupos de mujeres a fin de poder utilizar los conocimientos de éstas sobre los árboles de los que dependen para obtener alimento, combustible y piensos, a la hora de seleccionar las especies para los viveros.

El proyecto también debería determinar en qué momento del año escasean más los suministros alimentarios locales y llevar a cabo una encuesta sobre las preferencias de la población local por árboles que producen alimentos durante esa época. Este enfoque podría ayudar a las mujeres a mejorar los recursos con los que alimentan a su familia.12

□ EDUCACION

En Nepal, los miembros de un equipo encargado de elaborar un amplio proyecto de repoblación forestal se dieron cuenta de que era necesario capacitar mujeres como trabajadoras forestales y agentes de extensión agraria con el fin de ofrecer información a las campesinas que eran las principales usuarias de los bosques. Con anterioridad las mujeres no habían recibido nunca una capacitación forestal y sólo el 5 por ciento de las mujeres en Nepal saben leer y escribir.

No obstante, gracias a la cuidadosa planificación de los especialistas en educación y ciencias sociales, se llevó a cabo una reforma de los servicios de capacitación para dar cabida a las mujeres teniendo en cuenta tanto las implicaciones culturales de su inclusión como las instalaciones necesarias.13

□ LEGISLACION

Los estudios jurídicos pueden poner de manifiesto las diferencias por sexo en los derechos al uso o al acceso a la tierra y a los árboles y subrayar las previsibles repercusiones de los cambios legales propuestos en los diferentes grupos. En Kenya, por ejemplo, las mujeres de la etnia Luo perdieron muchos de sus derechos tradicionales sobre la tierra cuando la ley dio el título de propiedad de la misma sólo a los jefes de familia varones. Sin embargo, conservaron los derechos exclusivos sobre las nueces y frutos de los árboles que venían utilizando tradicionalmente, aunque no sobre la tierra en la que estos árboles crecían.14


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